Eduardo Gigante es ingeniero y especialista en litio, petróleo, gas natural y energía nuclear. Se desempeña como profesor en la Universidad de Buenos Aires y fue director nacional de Planificación Territorial de la Secretaría de Asuntos Estratégicos de la Presidencia de la Nación. En el 2025 será uno de los docentes de laDiplomatura en Energías Renovables y Transición Energética impulsada por la Fundación Patagonia Tercer Milenio en Trelew con la Universidad de San Martín (UNSAM).
En diálogo con Cadena Tiempo, Gigante habló sobre la proyección de la actividad minera para la Argentina, del potencial del país y el impacto ambiental de la minería.
Diplomatura en transición energética
El especialista detalló que la transición energética se trata de generar energías a través de medios mucho más limpios para abandonar paulatinamente los combustibles fósiles utilizados en la generación de energía eléctrica. “Es un abandono paulatino, pero no completo de los combustibles fósiles, algo que va a ser bastante difícil”.
A su criterio, la importancia de este cambio recae no solo en que es un tema clave y activo a nivel mundial, sino que también implicará un gran impacto a nivel productivo. Agregó que actualmente los países centrales del mundo están enfocados en tener matrices energéticas mucho más limpias que las actuales para no contaminar el medio ambiente.
En ese sentido, la diplomatura que realizará junto con la Fundación Patagonia Tercer Milenio en Trelew apunta a poder brindar la información necesaria en la materia de cara a las proyecciones del país para los próximos años. “Me siento súper bien de poder brindar una ayuda a todas las personas que les interese en todos estos temas”, afirmó Gigante.
Ventanas productivas
Profundizando en los beneficios de la transición energética, el especialista explicó que la generación de energías más limpias conlleva a la creación de un montón de ventanas productivas para los países que la impulsen.
“Por eso es que invierten miles de millones de dólares en industrias de este tipo”, detalló. “Hay un montón de vectores dentro de todo este tema que son sumamente importantes no solo por una cuestión de la no contaminación, sino que también por un tema de grandes redes industriales que sirven para lo que es la generación de empleo, el crecimiento económico, el desarrollo, etcétera”, enumeró Gigante.
En ese sentido, puntualizó en la importancia de que estas actividades cuenten con un marco regulatorio, algo en lo que “Argentina en general ha tenido graves problemas” y que hoy en día “ya debería contar con estas regulaciones hace rato”. Por el contrario, ha quedado atrás en comparación con otros países, como Chile, en los que la actividad es uno de los focos principales de su economía.
“La cuestión regulatoria en sectores que son sensibles al tema de la transición energética es necesario sí o sí tratarla y entender que para un desarrollo de este tipo de energías es importante tener un marco regulatorio que sea inteligente y aparte esté conectado con la realidad de cada uno de los países”, especificó.
Chubut, pionera en energía
Gigante se refirió luego al potencial de Chubut para desarrollar esta actividad y recordó que “la provincia siempre fue pionera en temas energéticos”. Remarcó que actualmente cuenta con el único proyecto de toda Latinoamérica en hidrógeno verde que funciona a escala piloto y que tiene todas las capacidades técnicas “que no las tiene nadie más en toda Latinoamérica”. Sumó a esto los recursos energéticos disponibles en el territorio, como el viento para generan energía eólica, y afirmó que por eso Chubut “puede ser un faro que ilumina al resto del país en temas energéticos renovables”.
El RIGI
Para desarrollar estas actividades se necesitan inversiones y el ingeniero Gigante consideró que el RIGI (régimen de incentivo para las grandes inversiones) puede ser un instrumento muy útil para las empresas que quieran invertir, pero aclaró que la macroeconomía argentina “tiene otros graves problemas, como el cepo cambiario y los marcos regulatorios inexistentes en algunos casos”. Por ello, asegura que puede servir, pero también deben existir otro tipo de regulaciones.
Minería en la Argentina
Actualmente nuestro país tiene grandes recursos y reservas de litio, principalmente en Salta, Catamarca y Jujuy, lo que la convierte en el cuarto productor a nivel mundial, indicó Gigante. Dicha lista está encabezada por Australia, Chile y China. “Es un sector que se está desarrollando fuertemente. Hay tres proyectos produciendo a escala industrial en el país y otros 38 proyectos detrás que vienen en distintas etapas”.
Pese a ello, Argentina aún “no es un gran jugador” debido a que solo produce entre el 5 y el 8 por ciento de las cantidades totales a nivel mundial. No obstante, añadió el ingeniero, el país tiene las capacidades para crecer y llegar a producir hasta el 25 por ciento en los próximos años. “Todavía la minería en la economía argentina no mueve la aguja, pero en el futuro cercano yo creo que sí va a poder ser un sector preponderantemente importante y en el litio en particular porque no es algo nuevo, Argentina saca litio del país desde el año 1997”.
Se estima que, de esta manera, el país podría superar las 50 mil toneladas anuales y llegar a producir hasta 200 mil toneladas en los próximos cuatro años, lo que la posicionaría prácticamente a la par de Chile que el último año produjo 250 mil toneladas.
Este cambio provocaría un gran impacto económico si se toma como ejemplo a los países que predominan en esta área, explicó Gigante. “A Chile la producción de cobre, que es el commodity principal dentro de la minería chilena, le aporta alrededor de 50 mil millones de dólares por año. En Perú, los ingresos rondan los 40 mil millones de dólares anuales también”, detalló y lo comparó con el complejo sojero en Argentina, que genera entre 30 y 40 mil millones de dólares cada año. “Ellos tienen mayores ingresos por el cobre que nosotros por la soja pura”.
Utilizando la gran cantidad de recursos que tiene disponibles y explotando su potencial, Argentina podría estar a la cabeza de la minería “entre el 2030 y el 2035” afirmó Gigante.
Impacto ambiental por la minería
La preocupación principal de la población en cuanto al desarrollo de estas actividades es el impacto que puede tener en el ambiente. Sobre esto, el ingeniero y especialista Gigante aclaró que cualquier actividad humana contamina y lo importante en ese sentido es definir cómo se van a mitigar estos impactos ambientales. “No hay actividad en la Argentina que esté más regulada en cuanto a temas ambientales como es la minería. Es la única actividad que tiene una normativa propia de temas ambientales en nuestro país”.
“La minería de hoy no es la minería de hace 15, 20 o 30 años; cambió muchísimo y es totalmente diferente a lo que era en otras épocas. Existen otros medios de control que antes no existían y pasó a ser una actividad que está mucho más controlada y tiene la posibilidad de mitigar mucho más los problemas ambientales que genera”.
Añadió que no es una actividad que se desarrolle solo en lugares donde la regulación es escaza, sino que varios países primermundistas también la impulsan como Australia, uno de los países más mineros del mundo, Estados Unidos y Alemania y todos ellos cuentan con regulaciones fuertes.
“La Argentina tiene que entender que la cuestión minera es importante para los sectores productivos y económicos de cada país y que en ese sentido es una actividad que está sumamente regulada”, resaltó. Para ello, Gigante considera que también se debe apuntar a educar a la población en esta materia para que desde la comunidad también sepan cómo identificar si la operación minera realizada tiene algún problema desde el punto de vista ambiental “como está ocurriendo en Salta, Catamarca y Jujuy”.
“Es importante el involucramiento de las poblaciones que viven en cercanías a estos lugares. Hoy en día eso está funcionando y por eso estas tres provincias tienen cuarenta proyectos que están creciendo con construcciones en lugares realmente inhóspitos donde no hay otro tipo de actividad comercial”, concluyó Gigante.
Eduardo Gigante es ingeniero y especialista en litio, petróleo, gas natural y energía nuclear. Se desempeña como profesor en la Universidad de Buenos Aires y fue director nacional de Planificación Territorial de la Secretaría de Asuntos Estratégicos de la Presidencia de la Nación. En el 2025 será uno de los docentes de laDiplomatura en Energías Renovables y Transición Energética impulsada por la Fundación Patagonia Tercer Milenio en Trelew con la Universidad de San Martín (UNSAM).
En diálogo con Cadena Tiempo, Gigante habló sobre la proyección de la actividad minera para la Argentina, del potencial del país y el impacto ambiental de la minería.
Diplomatura en transición energética
El especialista detalló que la transición energética se trata de generar energías a través de medios mucho más limpios para abandonar paulatinamente los combustibles fósiles utilizados en la generación de energía eléctrica. “Es un abandono paulatino, pero no completo de los combustibles fósiles, algo que va a ser bastante difícil”.
A su criterio, la importancia de este cambio recae no solo en que es un tema clave y activo a nivel mundial, sino que también implicará un gran impacto a nivel productivo. Agregó que actualmente los países centrales del mundo están enfocados en tener matrices energéticas mucho más limpias que las actuales para no contaminar el medio ambiente.
En ese sentido, la diplomatura que realizará junto con la Fundación Patagonia Tercer Milenio en Trelew apunta a poder brindar la información necesaria en la materia de cara a las proyecciones del país para los próximos años. “Me siento súper bien de poder brindar una ayuda a todas las personas que les interese en todos estos temas”, afirmó Gigante.
Ventanas productivas
Profundizando en los beneficios de la transición energética, el especialista explicó que la generación de energías más limpias conlleva a la creación de un montón de ventanas productivas para los países que la impulsen.
“Por eso es que invierten miles de millones de dólares en industrias de este tipo”, detalló. “Hay un montón de vectores dentro de todo este tema que son sumamente importantes no solo por una cuestión de la no contaminación, sino que también por un tema de grandes redes industriales que sirven para lo que es la generación de empleo, el crecimiento económico, el desarrollo, etcétera”, enumeró Gigante.
En ese sentido, puntualizó en la importancia de que estas actividades cuenten con un marco regulatorio, algo en lo que “Argentina en general ha tenido graves problemas” y que hoy en día “ya debería contar con estas regulaciones hace rato”. Por el contrario, ha quedado atrás en comparación con otros países, como Chile, en los que la actividad es uno de los focos principales de su economía.
“La cuestión regulatoria en sectores que son sensibles al tema de la transición energética es necesario sí o sí tratarla y entender que para un desarrollo de este tipo de energías es importante tener un marco regulatorio que sea inteligente y aparte esté conectado con la realidad de cada uno de los países”, especificó.
Chubut, pionera en energía
Gigante se refirió luego al potencial de Chubut para desarrollar esta actividad y recordó que “la provincia siempre fue pionera en temas energéticos”. Remarcó que actualmente cuenta con el único proyecto de toda Latinoamérica en hidrógeno verde que funciona a escala piloto y que tiene todas las capacidades técnicas “que no las tiene nadie más en toda Latinoamérica”. Sumó a esto los recursos energéticos disponibles en el territorio, como el viento para generan energía eólica, y afirmó que por eso Chubut “puede ser un faro que ilumina al resto del país en temas energéticos renovables”.
El RIGI
Para desarrollar estas actividades se necesitan inversiones y el ingeniero Gigante consideró que el RIGI (régimen de incentivo para las grandes inversiones) puede ser un instrumento muy útil para las empresas que quieran invertir, pero aclaró que la macroeconomía argentina “tiene otros graves problemas, como el cepo cambiario y los marcos regulatorios inexistentes en algunos casos”. Por ello, asegura que puede servir, pero también deben existir otro tipo de regulaciones.
Minería en la Argentina
Actualmente nuestro país tiene grandes recursos y reservas de litio, principalmente en Salta, Catamarca y Jujuy, lo que la convierte en el cuarto productor a nivel mundial, indicó Gigante. Dicha lista está encabezada por Australia, Chile y China. “Es un sector que se está desarrollando fuertemente. Hay tres proyectos produciendo a escala industrial en el país y otros 38 proyectos detrás que vienen en distintas etapas”.
Pese a ello, Argentina aún “no es un gran jugador” debido a que solo produce entre el 5 y el 8 por ciento de las cantidades totales a nivel mundial. No obstante, añadió el ingeniero, el país tiene las capacidades para crecer y llegar a producir hasta el 25 por ciento en los próximos años. “Todavía la minería en la economía argentina no mueve la aguja, pero en el futuro cercano yo creo que sí va a poder ser un sector preponderantemente importante y en el litio en particular porque no es algo nuevo, Argentina saca litio del país desde el año 1997”.
Se estima que, de esta manera, el país podría superar las 50 mil toneladas anuales y llegar a producir hasta 200 mil toneladas en los próximos cuatro años, lo que la posicionaría prácticamente a la par de Chile que el último año produjo 250 mil toneladas.
Este cambio provocaría un gran impacto económico si se toma como ejemplo a los países que predominan en esta área, explicó Gigante. “A Chile la producción de cobre, que es el commodity principal dentro de la minería chilena, le aporta alrededor de 50 mil millones de dólares por año. En Perú, los ingresos rondan los 40 mil millones de dólares anuales también”, detalló y lo comparó con el complejo sojero en Argentina, que genera entre 30 y 40 mil millones de dólares cada año. “Ellos tienen mayores ingresos por el cobre que nosotros por la soja pura”.
Utilizando la gran cantidad de recursos que tiene disponibles y explotando su potencial, Argentina podría estar a la cabeza de la minería “entre el 2030 y el 2035” afirmó Gigante.
Impacto ambiental por la minería
La preocupación principal de la población en cuanto al desarrollo de estas actividades es el impacto que puede tener en el ambiente. Sobre esto, el ingeniero y especialista Gigante aclaró que cualquier actividad humana contamina y lo importante en ese sentido es definir cómo se van a mitigar estos impactos ambientales. “No hay actividad en la Argentina que esté más regulada en cuanto a temas ambientales como es la minería. Es la única actividad que tiene una normativa propia de temas ambientales en nuestro país”.
“La minería de hoy no es la minería de hace 15, 20 o 30 años; cambió muchísimo y es totalmente diferente a lo que era en otras épocas. Existen otros medios de control que antes no existían y pasó a ser una actividad que está mucho más controlada y tiene la posibilidad de mitigar mucho más los problemas ambientales que genera”.
Añadió que no es una actividad que se desarrolle solo en lugares donde la regulación es escaza, sino que varios países primermundistas también la impulsan como Australia, uno de los países más mineros del mundo, Estados Unidos y Alemania y todos ellos cuentan con regulaciones fuertes.
“La Argentina tiene que entender que la cuestión minera es importante para los sectores productivos y económicos de cada país y que en ese sentido es una actividad que está sumamente regulada”, resaltó. Para ello, Gigante considera que también se debe apuntar a educar a la población en esta materia para que desde la comunidad también sepan cómo identificar si la operación minera realizada tiene algún problema desde el punto de vista ambiental “como está ocurriendo en Salta, Catamarca y Jujuy”.
“Es importante el involucramiento de las poblaciones que viven en cercanías a estos lugares. Hoy en día eso está funcionando y por eso estas tres provincias tienen cuarenta proyectos que están creciendo con construcciones en lugares realmente inhóspitos donde no hay otro tipo de actividad comercial”, concluyó Gigante.