NOTA COMPLETA ACÁ.
Lucas Villarroel tiene 34 años y un ferviente deseo de seguir recorriendo el mundo como sea, sin dinero, sin documentación, tratando de sobrevivir haciendo lo que sabe hacer, cocinar. Fanático de River, la promesa a un amigo de conseguir la firma del "Araña" Julián Álvarez en el Mundial de Qatar se terminó convirtiendo en una obsesión, pero sobre todo en un objetivo cumplido.
"Era mi segundo Mundial, había ido algunos partidos y ahí conocí lo que significaba un Mundial, que trasciende a las otras competencias", dimensionó Lucas en el inicio de la extensa charla en los estudios de Cadena Tiempo.
"En una nota que me hicieron en TyC Sports conté mi historia, cómo había llegado, lo que tuve que hacer, dormir y pedir comida en la calle. Era el único que caminaba con una mochila caminando por Qatar, tenías que ir sponsoreado, no podías ir a buscar trabajo", recordó.
"Soy cocinero, una vez que me quería ir de acá, a conocer otros lados, la idea fue emigrar, pero cuando salís de acáte das cuenta que Argentina es el mejor país del mundo, así que siempre querés volver", admitió.
"Yo tenía una camioneta vieja que me había dejado mi abuelo, la vendí y pude comprarme un pasaje, estaba mi amigo que siempre íbamos a ver fútbol al Monumental. Le dije, pero justo había tenido una operación grande en la cabeza, no podía por su salud, y por motivos económicos,y le hicela promesa de que iba a ir como sea y le iba a llevar la firma de Julián Álvarez", recalcó.
"Siempre que nos juntábamos a ver a River decíamos que Julián iba a ser un crack", reafirmó.
"Yo llegué faltando 75 días antes del Mundial, recién estaban terminando los estadios, no había nadie", señaló sobre su llegada a Qatar.
"Solicité la visa a Estados Unidos, me la rechazaron, entonces me fui a España, más fácil por el idioma, pero sin papeles todo se hace complicado. Entonces en vez de seguir alquilando, decidí comprarme un pasaje a Qatar y morir allá, la idea era estar en el país del evento, de última miraba los partidos en el fan fest. Y además quería guardar el resto de la plata para el ticket de una hipotética final", justificó.
"En España no trabajé casi nada, fueron más pérdidas, me fui con 2.300 dólares y llegando a España y planificando Qatar solamente llegué con mil euros, estaba regalado. Me acuerdo que mi papá me compró un pasaje, yo estaba en el Aeropuerto de Francia", expuso.
"Había muchos grupos de argentinos, pero todos contratados, ya estaban desde hace mucho tiempo. Todo estaba controlado con cámaras, pero en sí no había muchos policías, ahora si pasaba algo aparecían como debajo de las piedras", graficó respecto de la seguridad qatarí.
"Cuando llegué me estafaron con el hospedaje, pero terminé afuera de una cárcel, y el del Uber que no me entendía tampoco me decía que no podía entrar, ahí caí en la realidad que me habían estafado, encima eran las 11 de la mañana, 50 grados, todo blanco por la luz del desierto, me dije que estoy haciendo acá, me quería volver. Le escribo a un chico que estaba allá, me alojo en su departamento para que descansara. Justo ese mismo día asumía el embajador argentino, hizo un ágape, me llevó mi amigo, conocía todo, incluso esa misma noche terminé en la casa del Chino (Sergio) Vittor, el jugador que era de Racing. Nos hizo un asado, yo era el único loco que no sabía donde iba a dormir, pero estaba en la casa de un futbolista argentino famoso", relató sobre las primeras peripecias en el desierto.
"Estábamos a dos meses y algunos estadios no se habían terminado, eran pura carcaza para lo visual de la televisión, pero adentro no tenían nada", apuntó.
"No podía trabajar, me quedé 15 días en la casa del Chino, le pedí que esperara hastaque me comprara una carpa, en esa reunión en la embajada había una chica argentina que estaba casada con un árabe a la que le conté mi historia, me quiso dar una mano, me preguntaba que necesitaba, le llamaba la atención que nunca le pedí plata. Me hizo un contacto con un sirio, con el que también viví, hicimos una buena relación y hoy me invita para que vuelva. Qatar es muy chico y cuando vivís mucho tiempo lo conocés de punta a punta, a mi me llevó solamente cuatro meses", relató.
"Conocí a otros argentinos, y con uno de ellos tengo una de las mejores fotos de mi vida saliendo del Estadio Lusail después del título del mundo, llorando los dos. Y con otros chicos tenemos otras anécdotas, de tres partiendo una salchicha, un pan de viena y un huevo para poder comer algo, imáginate cómo estábamos", precisó sobre los días difíciles.
"Una vez que mi historia se hizo viral porTyC Sports, más allá de algunas notas de medios de acá de Chubut, me contrataron de una productora de Netflix y otra de Japón, una semana antes. De por sí, allá a las hinchas le pagaban para hacer ruidoante las cámaras", reveló.
"En la nota con TyC Sports conté mi historia y la promesa a mi amigo, entonces el periodista me dijo que alguna vez lo habían hecho con un brasileño al que le consiguieron la firma de Messi, que iban a tratar de hacer lo posible con Julián (Álvarez), y hoy tengo la suerte de tener una relación con el "Araña". Su novia me contactó por Instagram y me dijo que iba a ayudar a cumplir el pedido. En sí lo vio toda la selección, porque también quise manguear la firma de Messi, que es el próximo desafío. Le haré llegar a Nachito la camiseta con la firma de Julián a Esquel", aseguró Lucas.
"El Peluca" -su apodo-mostró una bandera que le hizo hacer a un mendocino que lo contacto cuando iba a Qatar y que tiene estampadala firma de Julián Álvarez y Nicolás Otamendi y las más recientes que logró en los Juegos Olímpicos como la del "Equi" González, el ex volante de Boca.
"Estuve con Julián y Otamendi en Burdeos (Francia). El año pasado intenté ir a la Copa América, pero me estafaron con la visa, así que surgió la posibilidad de ir a la Euroliga, estuve en Alemania y Francia, me quedéen París y también pudever a la selección en los Juegos Olímpicos", destacó.
"Ahora hasta no conseguir la firma de Leo, no paro. Ahora en dos meses me voy a México, y quiero estar antes de mayo en Estados Unidos para el Mundial de Clubes", proyectó.
"Mi papá alguna vez fue presidente de la filial de River en Esquel y alguna estuvieron allá Francescoli y Ortega, y todos los fútbol seniors en casa", fundamentó sobre su fanatismo por el "Millo".
"En Qatar pude ver el partido inaugural con Ecuador, después ví a la selección con Arabia Saudita, y no pude entrar con México y Polonia. Tenía que ir pagando el visado y otras cosas, yo fui antes porque a partir de 1° de noviembre restringían el país, tenías que tener hospedaje, tickets, todo en regla. Yo me fui antes, me dije si estoy adentro no me sacan más", esgrimió.
"Qatar está en el futuro, están 30 años adelantados, lo que sí el trato a la mujer es muy restringido, chocante, son enfermos de celos. Al Chino Vittor lo obligaron a casarse, pero ya viene de mucho tiempo por motivos religiosos. Una vez hice de sparring con el árabe que era el marido de la chica argentina que conocí en la embajada y que me había ofrecidoayuda", enfatizó.
Lucas contó todos los detalles de esa experiencia y otras anécdotas increíbles no sólo en Qatar, sino de sus distintos periplos por el mundo, de hecho viene de Croacia y ya piensa en el próximo Mundial de Clubes.
"Quiero descubrir el mundo, no me que lo cuenten, quiero estar en ese lugar", resumió.
NOTA COMPLETA ACÁ.
Lucas Villarroel tiene 34 años y un ferviente deseo de seguir recorriendo el mundo como sea, sin dinero, sin documentación, tratando de sobrevivir haciendo lo que sabe hacer, cocinar. Fanático de River, la promesa a un amigo de conseguir la firma del "Araña" Julián Álvarez en el Mundial de Qatar se terminó convirtiendo en una obsesión, pero sobre todo en un objetivo cumplido.
"Era mi segundo Mundial, había ido algunos partidos y ahí conocí lo que significaba un Mundial, que trasciende a las otras competencias", dimensionó Lucas en el inicio de la extensa charla en los estudios de Cadena Tiempo.
"En una nota que me hicieron en TyC Sports conté mi historia, cómo había llegado, lo que tuve que hacer, dormir y pedir comida en la calle. Era el único que caminaba con una mochila caminando por Qatar, tenías que ir sponsoreado, no podías ir a buscar trabajo", recordó.
"Soy cocinero, una vez que me quería ir de acá, a conocer otros lados, la idea fue emigrar, pero cuando salís de acáte das cuenta que Argentina es el mejor país del mundo, así que siempre querés volver", admitió.
"Yo tenía una camioneta vieja que me había dejado mi abuelo, la vendí y pude comprarme un pasaje, estaba mi amigo que siempre íbamos a ver fútbol al Monumental. Le dije, pero justo había tenido una operación grande en la cabeza, no podía por su salud, y por motivos económicos,y le hicela promesa de que iba a ir como sea y le iba a llevar la firma de Julián Álvarez", recalcó.
"Siempre que nos juntábamos a ver a River decíamos que Julián iba a ser un crack", reafirmó.
"Yo llegué faltando 75 días antes del Mundial, recién estaban terminando los estadios, no había nadie", señaló sobre su llegada a Qatar.
"Solicité la visa a Estados Unidos, me la rechazaron, entonces me fui a España, más fácil por el idioma, pero sin papeles todo se hace complicado. Entonces en vez de seguir alquilando, decidí comprarme un pasaje a Qatar y morir allá, la idea era estar en el país del evento, de última miraba los partidos en el fan fest. Y además quería guardar el resto de la plata para el ticket de una hipotética final", justificó.
"En España no trabajé casi nada, fueron más pérdidas, me fui con 2.300 dólares y llegando a España y planificando Qatar solamente llegué con mil euros, estaba regalado. Me acuerdo que mi papá me compró un pasaje, yo estaba en el Aeropuerto de Francia", expuso.
"Había muchos grupos de argentinos, pero todos contratados, ya estaban desde hace mucho tiempo. Todo estaba controlado con cámaras, pero en sí no había muchos policías, ahora si pasaba algo aparecían como debajo de las piedras", graficó respecto de la seguridad qatarí.
"Cuando llegué me estafaron con el hospedaje, pero terminé afuera de una cárcel, y el del Uber que no me entendía tampoco me decía que no podía entrar, ahí caí en la realidad que me habían estafado, encima eran las 11 de la mañana, 50 grados, todo blanco por la luz del desierto, me dije que estoy haciendo acá, me quería volver. Le escribo a un chico que estaba allá, me alojo en su departamento para que descansara. Justo ese mismo día asumía el embajador argentino, hizo un ágape, me llevó mi amigo, conocía todo, incluso esa misma noche terminé en la casa del Chino (Sergio) Vittor, el jugador que era de Racing. Nos hizo un asado, yo era el único loco que no sabía donde iba a dormir, pero estaba en la casa de un futbolista argentino famoso", relató sobre las primeras peripecias en el desierto.
"Estábamos a dos meses y algunos estadios no se habían terminado, eran pura carcaza para lo visual de la televisión, pero adentro no tenían nada", apuntó.
"No podía trabajar, me quedé 15 días en la casa del Chino, le pedí que esperara hastaque me comprara una carpa, en esa reunión en la embajada había una chica argentina que estaba casada con un árabe a la que le conté mi historia, me quiso dar una mano, me preguntaba que necesitaba, le llamaba la atención que nunca le pedí plata. Me hizo un contacto con un sirio, con el que también viví, hicimos una buena relación y hoy me invita para que vuelva. Qatar es muy chico y cuando vivís mucho tiempo lo conocés de punta a punta, a mi me llevó solamente cuatro meses", relató.
"Conocí a otros argentinos, y con uno de ellos tengo una de las mejores fotos de mi vida saliendo del Estadio Lusail después del título del mundo, llorando los dos. Y con otros chicos tenemos otras anécdotas, de tres partiendo una salchicha, un pan de viena y un huevo para poder comer algo, imáginate cómo estábamos", precisó sobre los días difíciles.
"Una vez que mi historia se hizo viral porTyC Sports, más allá de algunas notas de medios de acá de Chubut, me contrataron de una productora de Netflix y otra de Japón, una semana antes. De por sí, allá a las hinchas le pagaban para hacer ruidoante las cámaras", reveló.
"En la nota con TyC Sports conté mi historia y la promesa a mi amigo, entonces el periodista me dijo que alguna vez lo habían hecho con un brasileño al que le consiguieron la firma de Messi, que iban a tratar de hacer lo posible con Julián (Álvarez), y hoy tengo la suerte de tener una relación con el "Araña". Su novia me contactó por Instagram y me dijo que iba a ayudar a cumplir el pedido. En sí lo vio toda la selección, porque también quise manguear la firma de Messi, que es el próximo desafío. Le haré llegar a Nachito la camiseta con la firma de Julián a Esquel", aseguró Lucas.
"El Peluca" -su apodo-mostró una bandera que le hizo hacer a un mendocino que lo contacto cuando iba a Qatar y que tiene estampadala firma de Julián Álvarez y Nicolás Otamendi y las más recientes que logró en los Juegos Olímpicos como la del "Equi" González, el ex volante de Boca.
"Estuve con Julián y Otamendi en Burdeos (Francia). El año pasado intenté ir a la Copa América, pero me estafaron con la visa, así que surgió la posibilidad de ir a la Euroliga, estuve en Alemania y Francia, me quedéen París y también pudever a la selección en los Juegos Olímpicos", destacó.
"Ahora hasta no conseguir la firma de Leo, no paro. Ahora en dos meses me voy a México, y quiero estar antes de mayo en Estados Unidos para el Mundial de Clubes", proyectó.
"Mi papá alguna vez fue presidente de la filial de River en Esquel y alguna estuvieron allá Francescoli y Ortega, y todos los fútbol seniors en casa", fundamentó sobre su fanatismo por el "Millo".
"En Qatar pude ver el partido inaugural con Ecuador, después ví a la selección con Arabia Saudita, y no pude entrar con México y Polonia. Tenía que ir pagando el visado y otras cosas, yo fui antes porque a partir de 1° de noviembre restringían el país, tenías que tener hospedaje, tickets, todo en regla. Yo me fui antes, me dije si estoy adentro no me sacan más", esgrimió.
"Qatar está en el futuro, están 30 años adelantados, lo que sí el trato a la mujer es muy restringido, chocante, son enfermos de celos. Al Chino Vittor lo obligaron a casarse, pero ya viene de mucho tiempo por motivos religiosos. Una vez hice de sparring con el árabe que era el marido de la chica argentina que conocí en la embajada y que me había ofrecidoayuda", enfatizó.
Lucas contó todos los detalles de esa experiencia y otras anécdotas increíbles no sólo en Qatar, sino de sus distintos periplos por el mundo, de hecho viene de Croacia y ya piensa en el próximo Mundial de Clubes.
"Quiero descubrir el mundo, no me que lo cuenten, quiero estar en ese lugar", resumió.