Aunque no descarta la idea de volver, Sergio Bastida hizo un paréntesis en la profesión que lo hizo surgir en Germinal de Rawson y que lo catapultó hace 27 años al fútbol checo primero y después al suizo, con un paso en Chipre en el medio.
Viene una vez al año siempre para visitar a la familia. Pero el 2024 fue la excepción y pudo sumar una más.
“Siempre es un gusto y cuando se puede venir a los pagos que me vieron nacer, no lo pienso”, dijo gustoso.
“Sigo cerquita de Zurich, a unos 20 kilómetros. Ya son 23 años que estoy en Suiza, terminé mi carrera como jugador y me quedé”, recordó.
“Dirigí un tiempo en un equipo que había jugado, pero después por motivos familiares lo tuve que dejar. Tengo tres hijas, de 17, 15 y 13, tienen tres pasaportes, el español, argentino y suizo. Hasta que se encamine la más pequeña, seguiré allá, lo estamos logrando, pero cuando despegue un poquito, me plantearé que hacer. Seguramente volveré, pero falta bastante todavía”, fundamentó.
“Cuando vengo acá es como venir a casa, me pasé los mejores años de mi vida en Germinal. Esas épocas fueron todo lindo, en el anterior viaje estuve viendo unos cassettes con mi viejo y brotaron unas lágrimas, fueron momentos muy gratos”, valoró.
“Puede ser que el fútbol me haya saturado, tal vez sea muy agresivo, aunque hoy tengo otras prioridades. Trabajo para el estado suizo en una empresa cerca de casa, así que me viene al pelo. Tenemos distribución a las clínicas privadas de suiza, es algo distinto, pero que se puede hacer en la vida”, remarcó.
“Tengo los títulos de entrenador, aunque prioricé la atención a mis hijas y siempre se puede volver al fútbol”, insistió “Sese” Bastida.
Aunque no descarta la idea de volver, Sergio Bastida hizo un paréntesis en la profesión que lo hizo surgir en Germinal de Rawson y que lo catapultó hace 27 años al fútbol checo primero y después al suizo, con un paso en Chipre en el medio.
Viene una vez al año siempre para visitar a la familia. Pero el 2024 fue la excepción y pudo sumar una más.
“Siempre es un gusto y cuando se puede venir a los pagos que me vieron nacer, no lo pienso”, dijo gustoso.
“Sigo cerquita de Zurich, a unos 20 kilómetros. Ya son 23 años que estoy en Suiza, terminé mi carrera como jugador y me quedé”, recordó.
“Dirigí un tiempo en un equipo que había jugado, pero después por motivos familiares lo tuve que dejar. Tengo tres hijas, de 17, 15 y 13, tienen tres pasaportes, el español, argentino y suizo. Hasta que se encamine la más pequeña, seguiré allá, lo estamos logrando, pero cuando despegue un poquito, me plantearé que hacer. Seguramente volveré, pero falta bastante todavía”, fundamentó.
“Cuando vengo acá es como venir a casa, me pasé los mejores años de mi vida en Germinal. Esas épocas fueron todo lindo, en el anterior viaje estuve viendo unos cassettes con mi viejo y brotaron unas lágrimas, fueron momentos muy gratos”, valoró.
“Puede ser que el fútbol me haya saturado, tal vez sea muy agresivo, aunque hoy tengo otras prioridades. Trabajo para el estado suizo en una empresa cerca de casa, así que me viene al pelo. Tenemos distribución a las clínicas privadas de suiza, es algo distinto, pero que se puede hacer en la vida”, remarcó.
“Tengo los títulos de entrenador, aunque prioricé la atención a mis hijas y siempre se puede volver al fútbol”, insistió “Sese” Bastida.