Elio Arévalo, trabajador de la Cooperativa Lanera de Trelew, habló con Jornada en representación de sus 20 compañeros que están en la misma situación. Realizó un repaso desde el inicio del conflicto, el 31 de octubre pasado, cuando según su relato, el presidente, el secretario y otra persona con dos planillas, los hicieronfirmar notas sin leerlas: “Era firmar o irse, así que firmamos”. Al día siguiente se presentaron a trabajar y se les prohibió el ingreso por lo que se asesoraron legalmente.
Luego, “se llegó a un acuerdo, una conciliación, pero ellosno acataron la orden. Durante la última semana no vinieron al menos tres de los cinco días, pero este domingo a la noche ingresaron a la fábrica porque cuando nos presentamos el lunes a las 5 de la mañana, ya había seguridad privada con una lista de quienes podían entrar y quienes no”, relató Arevalo.
Reconoció que el conflicto se originó porque “nosotros queremos hacer otra lista y ellos han puesto socios que han entrado hace un año o nueve meses y acá hay unos diez compañeros que son socios fundadores, yo sólo llevo cuatro años, pero viví el momento de la compra de la cooperativa”.
“Acá hay muchas irregularidades, nunca se nos pidió pagar una cuota social y ahora dicen que hace diez años están pagando. No entiendo cómo es posible. Entre compañeros no tenemos problema, sólo son dos personas las que están dificultando todo, por no perder el poder”, sentenció Arévalo.
Mientras tanto, continúan con la toma “pacifica” del lugar.
Elio Arévalo, trabajador de la Cooperativa Lanera de Trelew, habló con Jornada en representación de sus 20 compañeros que están en la misma situación. Realizó un repaso desde el inicio del conflicto, el 31 de octubre pasado, cuando según su relato, el presidente, el secretario y otra persona con dos planillas, los hicieronfirmar notas sin leerlas: “Era firmar o irse, así que firmamos”. Al día siguiente se presentaron a trabajar y se les prohibió el ingreso por lo que se asesoraron legalmente.
Luego, “se llegó a un acuerdo, una conciliación, pero ellosno acataron la orden. Durante la última semana no vinieron al menos tres de los cinco días, pero este domingo a la noche ingresaron a la fábrica porque cuando nos presentamos el lunes a las 5 de la mañana, ya había seguridad privada con una lista de quienes podían entrar y quienes no”, relató Arevalo.
Reconoció que el conflicto se originó porque “nosotros queremos hacer otra lista y ellos han puesto socios que han entrado hace un año o nueve meses y acá hay unos diez compañeros que son socios fundadores, yo sólo llevo cuatro años, pero viví el momento de la compra de la cooperativa”.
“Acá hay muchas irregularidades, nunca se nos pidió pagar una cuota social y ahora dicen que hace diez años están pagando. No entiendo cómo es posible. Entre compañeros no tenemos problema, sólo son dos personas las que están dificultando todo, por no perder el poder”, sentenció Arévalo.
Mientras tanto, continúan con la toma “pacifica” del lugar.