Helen Mair Green y el encanto del arpa
La joven música, oriunda de Gaiman, brindó una entrevista exclusiva a Jornada. En la charla retrató su vida, siempre ligada al arte, su formación y su enorme talento, que se manifiesta en cada nota que sale de los instrumentos que toca.
Por Pedro Méndez
pedromendez@grupojornada.com
La historia de Helen Mair Green representa con fidelidad, la línea directa que recorre una herencia atesorada con amor y que se transmite con mandato de tradición, hasta alcanzar sus nuevos horizontes, bajo las luces y brillos de los nuevos tiempos.
Helen Mair Green (19 años) nació, creció, se desarrolló y dio sus primeros pasos como música, en Gaiman - Chubut, Patagonia Argentina. Y la descripción de su pueblo de origen pretende ser metafórica en el contexto de su arte y su instrumento.
Tiene características muy particulares y definidas. Se impone por la robustez de los nombres propios, por el color de los paisajes que evoca, y el sonido claro y expresivo que surge al pronunciarlo. Como un arpa.
Inicios
La tradición se impone al iniciar la charla con Helen. “Empecé a tocar el arpa a los 8 años con la profesora, Esyllt Nest Roberts. Y cuando venía algún Galés a Gaiman, me daba una mano. Me acuerdo que una vez vino Nest Jenkins y me enseñó a tocar armónicos. Y tuve una clase con Catrin Finch”.
“Fue Esyllt Nest Roberts que me recomendó tomar clases con Elinor Bennet. Tuve clases con ella durante la pandemia. Más adelante, fui a Gales a tomar cursos intensivos y recibí una beca por parte de Elinor y una por parte de la Asociación Cymru- Ariannin. Con ella aprendí a tocar el arpa clásica. Ese es el instrumento que toco en la actualidad, en la Facultad. En Argentina, no se puede estudiar profesionalmente el arpa celta. Sí se puede, a nivel básico, principiante”.
Como dato técnico, hay que mencionar que hay diferencias entre el arpa clásica y el arpa celta. La cantidad de cuerdas del arpa varía según el tamaño, modelo y origen. El arpa celta tiene (aproximadamente) 34, mientras que el arpa clásica o de orquesta entre 42 y 47. El arpa celta tiene un lever por cuerda, mientras que el arpa clásica posee un pedal por nota. Cada pedal mueve la misma nota en todas las octavas. Sin dudas, es un mecanismo complejo.
Influencia familiar
La influencia familiar estuvo presente desde su nacimiento y la llevó a interesarse por la música. “Mi mamá es Sylvia Baldor de Green, profesora de música y de Galés. Ella también enseña violín, toca el piano, canta y sabe tocar la guitarra. Y la influencia mayor fue verla a ella estudiar durante toda mi infancia. En el verano se levantaba y se ponía tocar y si podía por la tarde, también. Yo pude apreciar su disciplina y la perseverancia que tenía”.
“Eso fue lo que más me marcó con respecto a la idea de lo que debe ser un músico. Yo he notado que hay mucha gente que piensa que es fácil ser músico, pero no se da cuenta de todo el trabajo que hay detrás. La disciplina que hay que tener para dominar un instrumento, aprender y aplicar una técnica. Yo aprendí eso, de mi mama”.
Helen y el arpa
En la era de las super estrellas adolescentes, los influencers y el auge de la tecnología, la particularidad de Helen Mair Green destaca, sin mencionarla. Y nos lleva a la gran pregunta ¿Por qué el arpa?.
“Cuando era chica, mi mamá trabajaba en la Escuela de Música de Gaiman. Entonces, cuando yo salía de la Escuela primaria tenía que merendar algo rapidito, a veces en la YPF, otras veces en el auto o antes entrar a la clase. Y después, tomaba mis clases de música mientras mi mamá trabajaba. Durante ese tiempo probé muchos instrumentos: violín, piano, violoncello, guitarra, flauta dulce y teclado”.
Aunque sigue desarrollándose en otros instrumentos como el piano porque es una de las materias de la Carrera, al igual que práctica coral y música de cámara, como continuación del ensamble de cuerdas del que era parte en la Escuela de Música de Gaiman y que era dirigido por Sylvia Baldor de Green.
Esa fue una etapa importante para su formación como intérprete, ya que marcó el inicio de Helen tocando música en grupo. Vale mencionar que, a diferencia de tocar como solista, la performance grupal requiere de otras necesidades como escuchar y seguir al director y a los compañeros de grupo.Y aún mantiene su espíritu coral al día y en forma, ya que canta y toca el violín en la iglesia, IPSA, en Olivos - Buenos Aires.
Música, estilos y técnica
En este segmento de la charla abordamos la música que toca, los estilos y la técnica. “La música y el estilo que toco depende del profesor y del programa que él desarrolle. A veces podés elegir qué tocar, si el profesor te da la opción, claro. En su mayoría, el repertorio que estudiaba con Esyllt Nest Roberts es de origen galés y celta, alguna que otra obra latina. Con Elinor Bennet toqué una milonga de Alfredo Rolando Ortiz, un blues y el resto en su mayoría fue repertorio Galés y Celta. Ahora en la Facultad toco repertorio clásico”.
“Como aprendí de chica, la técnica y el vocabulario no fue difícil. Después cuando me fui perfeccionando el cambio venía de parte del profesor, ya que todos tienen distinta técnica y manejan un distinto vocabulario”.
“Es verdad que sentí cierto desbalance al pasar de un profesor a otro por eso que comentaba que tiene formas de trabajar distintas. Y, hasta que te adaptas al profesor puede ser difícil”.
Maestras y Maestros
Su actual Maestro es Oscar Rodríguez Do Campo, es Profesor de arpa, arreglador de folklore, música latinoamericana y música clásica, investigador, pedagogo y el corresponsal en Argentina del World Harp Congress (Congreso Mundial de Arpa). Es egresado con la máxima calificación y el reconocimiento académico del Conservatorio Alberto Ginastera de la Provincia de Buenos Aires y Licenciado en Artes Musicales orientación Arpa por la Universidad Nacional de las Artes, Es profesor de la Universidad Nacional de las Artes, y de la escuela de música de la UADER, de Concepción del Uruguay.
Sobre el trabajo con el gran maestro, Helen Mair Green cuenta: “Rodríguez Do Campo, es un maestro de maestros en el país y en Latinoamérica. Tiene libros escritos que se usan en todo el mundo. Bueno, cuando empecé con él, estuve medio año con clases de técnica, sin tocar obras, porque me renovó la forma de tocar mediante ejercicios de técnica. es un proceso que puede ser agobiante porque el músico debe abstenerse de hacer música para poder tocar mejor en un futuro”.
“y cuando se vuelve a tocar, no se puede tocar el repertorio antiguo, porque la memoria muscular activaría la técnica anterior y eso anularía todo el proceso y el trabajo realizado para renovar la técnica. Fue difícil, pero fue un cambio positivo. Ahora, puedo disfrutar de esta técnica mejorada y seguir aprendiendo”.
Recientemente tomó clases con Baltazar Juárez y Felipe Martini.Baltazar Juárez, es arpista principal de la Orquesta Sinfónica Nacional de México, que se ha presentado tanto como concertista, como músico de orquesta.
Felipe Martini, es rionegrino y se convirtió en uno de los arpistas más destacados del país, luego de ganar el concurso para ser parte de la Orquesta Sinfónica Nacional en Buenos Aires, en 2023.
Al hablar de maestras, mentoras y guías dos personastocan las cuerdas más sensibles en el corazón y la memoria de Helen Mair Green. “Las profesoras, tanto Esyllt Nest Roberts y Elinor Bennet, me dejaron mucho. Principalmente como persona. Su forma de tratar a sus alumnos, su generosidad y la simpatía fueron únicas. Con ellas sentí que compartían conmigo su alma y su amor por el arte”.
La música es un arte prodigioso que se manifiesta a la vida con su magia poderosa. El estudio es un sabio director, que logra que el talento y el arte compartan la mejor orquesta posible.
Y el arpa, es un instrumento tan único y que exige muchas cualidades a su intérprete. Al ser tocado el arpa devuelve “ese” sonido: claro, cristalino, amplio en colores y de armonía catalizadora. El genio del intérprete puede encontrar en su universo de sonidos, maravillosos tesoros escondidos para el resto de los mortales. Y el arpa, en manos de Helen Mair Green, encanta.
Por Pedro Méndez
pedromendez@grupojornada.com
La historia de Helen Mair Green representa con fidelidad, la línea directa que recorre una herencia atesorada con amor y que se transmite con mandato de tradición, hasta alcanzar sus nuevos horizontes, bajo las luces y brillos de los nuevos tiempos.
Helen Mair Green (19 años) nació, creció, se desarrolló y dio sus primeros pasos como música, en Gaiman - Chubut, Patagonia Argentina. Y la descripción de su pueblo de origen pretende ser metafórica en el contexto de su arte y su instrumento.
Tiene características muy particulares y definidas. Se impone por la robustez de los nombres propios, por el color de los paisajes que evoca, y el sonido claro y expresivo que surge al pronunciarlo. Como un arpa.
Inicios
La tradición se impone al iniciar la charla con Helen. “Empecé a tocar el arpa a los 8 años con la profesora, Esyllt Nest Roberts. Y cuando venía algún Galés a Gaiman, me daba una mano. Me acuerdo que una vez vino Nest Jenkins y me enseñó a tocar armónicos. Y tuve una clase con Catrin Finch”.
“Fue Esyllt Nest Roberts que me recomendó tomar clases con Elinor Bennet. Tuve clases con ella durante la pandemia. Más adelante, fui a Gales a tomar cursos intensivos y recibí una beca por parte de Elinor y una por parte de la Asociación Cymru- Ariannin. Con ella aprendí a tocar el arpa clásica. Ese es el instrumento que toco en la actualidad, en la Facultad. En Argentina, no se puede estudiar profesionalmente el arpa celta. Sí se puede, a nivel básico, principiante”.
Como dato técnico, hay que mencionar que hay diferencias entre el arpa clásica y el arpa celta. La cantidad de cuerdas del arpa varía según el tamaño, modelo y origen. El arpa celta tiene (aproximadamente) 34, mientras que el arpa clásica o de orquesta entre 42 y 47. El arpa celta tiene un lever por cuerda, mientras que el arpa clásica posee un pedal por nota. Cada pedal mueve la misma nota en todas las octavas. Sin dudas, es un mecanismo complejo.
Influencia familiar
La influencia familiar estuvo presente desde su nacimiento y la llevó a interesarse por la música. “Mi mamá es Sylvia Baldor de Green, profesora de música y de Galés. Ella también enseña violín, toca el piano, canta y sabe tocar la guitarra. Y la influencia mayor fue verla a ella estudiar durante toda mi infancia. En el verano se levantaba y se ponía tocar y si podía por la tarde, también. Yo pude apreciar su disciplina y la perseverancia que tenía”.
“Eso fue lo que más me marcó con respecto a la idea de lo que debe ser un músico. Yo he notado que hay mucha gente que piensa que es fácil ser músico, pero no se da cuenta de todo el trabajo que hay detrás. La disciplina que hay que tener para dominar un instrumento, aprender y aplicar una técnica. Yo aprendí eso, de mi mama”.
Helen y el arpa
En la era de las super estrellas adolescentes, los influencers y el auge de la tecnología, la particularidad de Helen Mair Green destaca, sin mencionarla. Y nos lleva a la gran pregunta ¿Por qué el arpa?.
“Cuando era chica, mi mamá trabajaba en la Escuela de Música de Gaiman. Entonces, cuando yo salía de la Escuela primaria tenía que merendar algo rapidito, a veces en la YPF, otras veces en el auto o antes entrar a la clase. Y después, tomaba mis clases de música mientras mi mamá trabajaba. Durante ese tiempo probé muchos instrumentos: violín, piano, violoncello, guitarra, flauta dulce y teclado”.
Aunque sigue desarrollándose en otros instrumentos como el piano porque es una de las materias de la Carrera, al igual que práctica coral y música de cámara, como continuación del ensamble de cuerdas del que era parte en la Escuela de Música de Gaiman y que era dirigido por Sylvia Baldor de Green.
Esa fue una etapa importante para su formación como intérprete, ya que marcó el inicio de Helen tocando música en grupo. Vale mencionar que, a diferencia de tocar como solista, la performance grupal requiere de otras necesidades como escuchar y seguir al director y a los compañeros de grupo.Y aún mantiene su espíritu coral al día y en forma, ya que canta y toca el violín en la iglesia, IPSA, en Olivos - Buenos Aires.
Música, estilos y técnica
En este segmento de la charla abordamos la música que toca, los estilos y la técnica. “La música y el estilo que toco depende del profesor y del programa que él desarrolle. A veces podés elegir qué tocar, si el profesor te da la opción, claro. En su mayoría, el repertorio que estudiaba con Esyllt Nest Roberts es de origen galés y celta, alguna que otra obra latina. Con Elinor Bennet toqué una milonga de Alfredo Rolando Ortiz, un blues y el resto en su mayoría fue repertorio Galés y Celta. Ahora en la Facultad toco repertorio clásico”.
“Como aprendí de chica, la técnica y el vocabulario no fue difícil. Después cuando me fui perfeccionando el cambio venía de parte del profesor, ya que todos tienen distinta técnica y manejan un distinto vocabulario”.
“Es verdad que sentí cierto desbalance al pasar de un profesor a otro por eso que comentaba que tiene formas de trabajar distintas. Y, hasta que te adaptas al profesor puede ser difícil”.
Maestras y Maestros
Su actual Maestro es Oscar Rodríguez Do Campo, es Profesor de arpa, arreglador de folklore, música latinoamericana y música clásica, investigador, pedagogo y el corresponsal en Argentina del World Harp Congress (Congreso Mundial de Arpa). Es egresado con la máxima calificación y el reconocimiento académico del Conservatorio Alberto Ginastera de la Provincia de Buenos Aires y Licenciado en Artes Musicales orientación Arpa por la Universidad Nacional de las Artes, Es profesor de la Universidad Nacional de las Artes, y de la escuela de música de la UADER, de Concepción del Uruguay.
Sobre el trabajo con el gran maestro, Helen Mair Green cuenta: “Rodríguez Do Campo, es un maestro de maestros en el país y en Latinoamérica. Tiene libros escritos que se usan en todo el mundo. Bueno, cuando empecé con él, estuve medio año con clases de técnica, sin tocar obras, porque me renovó la forma de tocar mediante ejercicios de técnica. es un proceso que puede ser agobiante porque el músico debe abstenerse de hacer música para poder tocar mejor en un futuro”.
“y cuando se vuelve a tocar, no se puede tocar el repertorio antiguo, porque la memoria muscular activaría la técnica anterior y eso anularía todo el proceso y el trabajo realizado para renovar la técnica. Fue difícil, pero fue un cambio positivo. Ahora, puedo disfrutar de esta técnica mejorada y seguir aprendiendo”.
Recientemente tomó clases con Baltazar Juárez y Felipe Martini.Baltazar Juárez, es arpista principal de la Orquesta Sinfónica Nacional de México, que se ha presentado tanto como concertista, como músico de orquesta.
Felipe Martini, es rionegrino y se convirtió en uno de los arpistas más destacados del país, luego de ganar el concurso para ser parte de la Orquesta Sinfónica Nacional en Buenos Aires, en 2023.
Al hablar de maestras, mentoras y guías dos personastocan las cuerdas más sensibles en el corazón y la memoria de Helen Mair Green. “Las profesoras, tanto Esyllt Nest Roberts y Elinor Bennet, me dejaron mucho. Principalmente como persona. Su forma de tratar a sus alumnos, su generosidad y la simpatía fueron únicas. Con ellas sentí que compartían conmigo su alma y su amor por el arte”.
La música es un arte prodigioso que se manifiesta a la vida con su magia poderosa. El estudio es un sabio director, que logra que el talento y el arte compartan la mejor orquesta posible.
Y el arpa, es un instrumento tan único y que exige muchas cualidades a su intérprete. Al ser tocado el arpa devuelve “ese” sonido: claro, cristalino, amplio en colores y de armonía catalizadora. El genio del intérprete puede encontrar en su universo de sonidos, maravillosos tesoros escondidos para el resto de los mortales. Y el arpa, en manos de Helen Mair Green, encanta.