Motosierra en Género: por falta de políticas bajaron las denuncias

El año pasado en la Comisaría de la Mujer de Trelew se habían registrado 795 denuncias asociadas a la violencia y abusos sexuales. Este año, 546. O sea, 250 menos. Un promedio de 25 de esa cifra, son mujeres que aún se animan a buscar ayuda para que su agresor tenga una condena. La falta de políticas de género, garantías de seguridad y sostenimiento económico pegó fuerte. La motosierra de Javier Milei hizo estragos con quienes atraviesan su peor estado de vulnerabilidad.

Foto : Daniel Feldman / Diario Jornada
21 SEP 2024 - 10:11 | Actualizado 21 SEP 2024 - 11:25

Por Lorena Leeming / Redacción Jornada

No. La violencia y menos de género no bajó. Los escalofriantes casos siguen sucediendo y una mujer muere cada 32 horas en la Argentina producto de un femicidio. No obstante, las políticas del Gobierno lideradas por el presidente Javier Milei aplicó fuerte la motosierra en esta área. Del vamos despidió al 80% del personal de la Subsecretaría de Protección Contra la Violencia de Género y claramente, como lo había dicho, cerró el Ministerio de las Mujeres, arrastrando con Programas de contención y financiamiento para personas en estado de vulnerabilidad.

Acá se produce una situación bisagra. Por un lado, aclaran que la línea 144 sigue funcionando para la asistencia y asesoramiento de quienes estén en estado de vulnerabilidad y por otro lado se evidencia un bochornoso desabastecimiento que pone en jaque la ejecución de políticas públicas destinadas a la protección justamente, de mujeres y diversidades en Argentina: subsidios para víctimas de femicidios, refugios y hasta la implementación de Ley Micaela, que llevaba un manto para la igualdad y la aplicación de conductas que se traducen en garantizar ambientes laborales libres de violencias de género, entre otras.

Trelew no escapa a esta situación a nivel nacional. Si bien desde el Gobierno Provincial y Municipal las áreas se siguen manteniendo, la falta de garantías para las mujeres, los discursos de odio que llueven de todos lados y los anuncios que desde el Ejecutivo Nacional se hacen periódicamente sobre cuestiones como prohibición de aplicar perspectiva de género en ámbitos públicos hacen que las personas retrotraigan la confianza para radicar la denuncia. Y el tema escala cada vez peor. Y las situaciones se invisibilizan poniendo hasta en tela de juicio la existencia de la violencia de género cuando sobra legislación que avala la sanción de agresiones hacia las mujeres como por ejemplo, la ley 26485, la convención de Belém Do Pará y tanta otra jurisprudencia.

El miedo volvió. El amedrentamiento también. Y los números hablan por sí solos. El año pasado en Trelew se registraron a esta altura del año 795 denuncias en la Comisaría de la Mujer. Este año, mismo periodo hablamos de una baja sustancial: cuentan 546. Unas 250 menos. Claro que en ese número se engloban distintas situaciones de agresiones intrafamiliares y abusos, pero de violencia de género hablaríamos de unas 25 mensuales (en promedio).

Argentina es un país donde una de cada dos mujeres que está o estuvo en pareja atravesó violencia doméstica en algún momento de sus vidas, en un país donde una mujer es asesinada cada 32 horas (según los datos de la Corte Suprema), en un país donde los femicidios se incrementaron un 11% con respecto al año pasado, en un país donde tres lesbianas fueron prendidas fuego y asesinadas por su identidad de género, las principales políticas públicas están paralizadas o con escasa ejecución.

Según un monitoreo realizado por el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), se registró una caída del 80% en la ejecución interanual del presupuesto del Programa Acompañar, que asiste psicosocial y económicamente a mujeres en situación de violencia de género. Además se redujo un 25,52% del presupuesto de la Línea 144 de atención telefónica en todo el país.

Más allá del panorama desalentador el mensaje sigue siendo el mismo: denunciar. Las leyes están en vigencia y las condenas para quienes ejercen violencia tienen ejecución y amplia jurisprudencia.

Foto : Daniel Feldman / Diario Jornada
21 SEP 2024 - 10:11

Por Lorena Leeming / Redacción Jornada

No. La violencia y menos de género no bajó. Los escalofriantes casos siguen sucediendo y una mujer muere cada 32 horas en la Argentina producto de un femicidio. No obstante, las políticas del Gobierno lideradas por el presidente Javier Milei aplicó fuerte la motosierra en esta área. Del vamos despidió al 80% del personal de la Subsecretaría de Protección Contra la Violencia de Género y claramente, como lo había dicho, cerró el Ministerio de las Mujeres, arrastrando con Programas de contención y financiamiento para personas en estado de vulnerabilidad.

Acá se produce una situación bisagra. Por un lado, aclaran que la línea 144 sigue funcionando para la asistencia y asesoramiento de quienes estén en estado de vulnerabilidad y por otro lado se evidencia un bochornoso desabastecimiento que pone en jaque la ejecución de políticas públicas destinadas a la protección justamente, de mujeres y diversidades en Argentina: subsidios para víctimas de femicidios, refugios y hasta la implementación de Ley Micaela, que llevaba un manto para la igualdad y la aplicación de conductas que se traducen en garantizar ambientes laborales libres de violencias de género, entre otras.

Trelew no escapa a esta situación a nivel nacional. Si bien desde el Gobierno Provincial y Municipal las áreas se siguen manteniendo, la falta de garantías para las mujeres, los discursos de odio que llueven de todos lados y los anuncios que desde el Ejecutivo Nacional se hacen periódicamente sobre cuestiones como prohibición de aplicar perspectiva de género en ámbitos públicos hacen que las personas retrotraigan la confianza para radicar la denuncia. Y el tema escala cada vez peor. Y las situaciones se invisibilizan poniendo hasta en tela de juicio la existencia de la violencia de género cuando sobra legislación que avala la sanción de agresiones hacia las mujeres como por ejemplo, la ley 26485, la convención de Belém Do Pará y tanta otra jurisprudencia.

El miedo volvió. El amedrentamiento también. Y los números hablan por sí solos. El año pasado en Trelew se registraron a esta altura del año 795 denuncias en la Comisaría de la Mujer. Este año, mismo periodo hablamos de una baja sustancial: cuentan 546. Unas 250 menos. Claro que en ese número se engloban distintas situaciones de agresiones intrafamiliares y abusos, pero de violencia de género hablaríamos de unas 25 mensuales (en promedio).

Argentina es un país donde una de cada dos mujeres que está o estuvo en pareja atravesó violencia doméstica en algún momento de sus vidas, en un país donde una mujer es asesinada cada 32 horas (según los datos de la Corte Suprema), en un país donde los femicidios se incrementaron un 11% con respecto al año pasado, en un país donde tres lesbianas fueron prendidas fuego y asesinadas por su identidad de género, las principales políticas públicas están paralizadas o con escasa ejecución.

Según un monitoreo realizado por el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), se registró una caída del 80% en la ejecución interanual del presupuesto del Programa Acompañar, que asiste psicosocial y económicamente a mujeres en situación de violencia de género. Además se redujo un 25,52% del presupuesto de la Línea 144 de atención telefónica en todo el país.

Más allá del panorama desalentador el mensaje sigue siendo el mismo: denunciar. Las leyes están en vigencia y las condenas para quienes ejercen violencia tienen ejecución y amplia jurisprudencia.


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