El apoderado de "La Calera" culpa a los vecinos de su destrucción
El intendente de Trelew, Gerardo Merino, anunció que va a demoler La Calera. Hay un fallo del Tribunal de Faltas que lo avala. La Municipalidad prevé realizar una licitación para llevar adelante el proceso. Sin embargo, el apoderado, Gerardo Marzullo, advirtió a los concejales que “la medida es desacertada e implicaría un daño irreparable”. Acusa a vecinos que piden demolerla de "haber participado en hechos delictivos"
Jorge Marzullo responsabilizó a la Justicia, a las autoridades policiales y a la Municipalidad por la desidia que llevó a convertir la exfábrica "La Calera" en un aguantadero de delincuentes.
Además advierte que los mismos vecinos que piden “demoler ilegalmente un bien privado” son los que la “destruyeron y mandan a sus hijos a escalar y a divertirse como si fuera un lugar de esparcimiento”.
Marzullo, apoderado legal de "La Calera"envió un documento demoledor al Concejo Deliberante, el pasado 7 de junio, al que accedió Jornada, en el que expone las 30 denuncias realizadas por hechos vandálicos, que nunca prosperaron en la Justicia, y además advierte que allí hay bienes costosos.
“Dichas denuncias nunca fueron investigadas a fondo (…) Además de lo indicado muchos vecinos de los que hoy fueron denunciantes y promueven la ilegal demolición de un bien privado, participaron reiteradamente en los hechos delictivos arriba indicados, y además han enviado a sus hijos a divertirse en el lugar como si fuera un ámbito de esparcimiento”, dice el apoderado.
La dura respuesta se enmarca en la puja de la gestión de Gerardo Merino con los titulares que la exfábrica de Trelew, emplazada en el límite los barrios Menfa y Corradi.
En abril el juez de Faltas, Marcelo Gélvez, ordenó la demolición de La Calera y multó a los dueños con una suma de más de un millón de pesos. El intendente Merino, días más tarde, ratificó que va a tirarla abajo.
“En las instalaciones que equivocadamente se pretende demoler, existen dos hornos de calcinación vertical a gas de mampostería refractaria en perfecto estado de conservación, un horno metálicode calcinación vertical a gas, cuatro silos de mampostería, una oficina de laboratorio y un taller, estos dos últimos muy vandalizados que dan un aspecto para quien no entiende, de total destrucción (sic)”, avisa Marzullo.
Hace años que los vecinos de los barrios Menfa y Corradi, vienen reclamando que demuelan de una vez la exfábrica de la avenida Rawson y la calle Burmeister.
La estructura en ruinas hoy en día es un punto de reunión de delincuentes que se juntan para robar, tomar alcohol y drogarse.
En 2013 y en 2020 ocurrieron dos muertes en ese edificio en ruinas con las paredes pintadas donde se pueden encontrar botellas de cerveza, latas de cerveza, colchones, frazadas y todo lo que uno se pueda imaginar.
Jorge Marzullo responsabilizó a la Justicia, a las autoridades policiales y a la Municipalidad por la desidia que llevó a convertir la exfábrica "La Calera" en un aguantadero de delincuentes.
Además advierte que los mismos vecinos que piden “demoler ilegalmente un bien privado” son los que la “destruyeron y mandan a sus hijos a escalar y a divertirse como si fuera un lugar de esparcimiento”.
Marzullo, apoderado legal de "La Calera"envió un documento demoledor al Concejo Deliberante, el pasado 7 de junio, al que accedió Jornada, en el que expone las 30 denuncias realizadas por hechos vandálicos, que nunca prosperaron en la Justicia, y además advierte que allí hay bienes costosos.
“Dichas denuncias nunca fueron investigadas a fondo (…) Además de lo indicado muchos vecinos de los que hoy fueron denunciantes y promueven la ilegal demolición de un bien privado, participaron reiteradamente en los hechos delictivos arriba indicados, y además han enviado a sus hijos a divertirse en el lugar como si fuera un ámbito de esparcimiento”, dice el apoderado.
La dura respuesta se enmarca en la puja de la gestión de Gerardo Merino con los titulares que la exfábrica de Trelew, emplazada en el límite los barrios Menfa y Corradi.
En abril el juez de Faltas, Marcelo Gélvez, ordenó la demolición de La Calera y multó a los dueños con una suma de más de un millón de pesos. El intendente Merino, días más tarde, ratificó que va a tirarla abajo.
“En las instalaciones que equivocadamente se pretende demoler, existen dos hornos de calcinación vertical a gas de mampostería refractaria en perfecto estado de conservación, un horno metálicode calcinación vertical a gas, cuatro silos de mampostería, una oficina de laboratorio y un taller, estos dos últimos muy vandalizados que dan un aspecto para quien no entiende, de total destrucción (sic)”, avisa Marzullo.
Hace años que los vecinos de los barrios Menfa y Corradi, vienen reclamando que demuelan de una vez la exfábrica de la avenida Rawson y la calle Burmeister.
La estructura en ruinas hoy en día es un punto de reunión de delincuentes que se juntan para robar, tomar alcohol y drogarse.
En 2013 y en 2020 ocurrieron dos muertes en ese edificio en ruinas con las paredes pintadas donde se pueden encontrar botellas de cerveza, latas de cerveza, colchones, frazadas y todo lo que uno se pueda imaginar.