La tragedia de la Puerta 12

Hace exactamente 56 años, sucedió, probablemente, la tragedia más dolorosa del fútbol argentino cuando más de 70 hinchas de Boca Juniors murieron aplastados. Se habían quedado encerrados entre la escalera y la puerta de salida en el marco de un clásico con River en Núñez. El tema sigue siendo tabú.

Tras el desastre, la Policía custodia el sector del estadio Monumental.
23 JUN 2024 - 16:24 | Actualizado 23 JUN 2024 - 16:32

Por Juan Miguel Bigrevich/ Redacción Jornada

Todos hablan de los papelones organizativos, de la verguenza que no se solucione el ingreso de los visitantes o de severos cuestionamientos a decisiones dirigenciales, como si nunca hubiera pasado nada de nada en el fútbol argento de años atrás porque "era otro país". Acá va un ejemplo del "otro país".

Tragedia de la puerta 12

La tragedia de la Puerta 12 sucedió el 23 de junio de 1968 en el Estadio de River Plate, cuando murieron aplastadas 71 personas, con un promedio de edad de 19 años, y resultaron heridas 113, a la salida del partido de fútbol disputado ese día entre el equipo local y su clásico rival Boca Juniors. Se trata de la mayor catástrofe de la historia del deporte argentino. Todos los muertos eran simpatizantes de Boca Juniors.

Pese a las fuertes sospechas sobre la actuación de la Policía Federal y el Club Atlético River Plate, las causas y responsabilidades de la tragedia nunca fueron adecuadamente establecidas.

El hecho adquirió las características de un tabú y no fue recordado ni por Boca, ni por River. En 2018, al cumplirse 50 años de las muertes, el Club Boca Juniors pidió perdón por no haber recordado a las víctimas, comprometiéndose a hacerlo en adelante. Nunca se cumplió.

El drama se produjo en medio del segundo tiempo de un partido de fútbol entre los dos grandes del fútbol nacional jugado en el Monumental y en la Puerta 12, una de las que facilitaban la salida de los simpatizantes visitantes, en ese caso de Boca. Por causas nunca aclaradas el sector de salida a la calle, luego de las escaleras, no se encontraba liberado, y la presión de la multitud que salía causó la muerte de las 71 víctimas, la mayoría de los cuales eran menores de edad.

La investigación penal finalizó sin que se hallaran culpables del siniestro. Algunos testimonios sostuvieron que los molinetes se encontraban colocados y que ello impidió la salida de la multitud. Otros afirmaron que la salida no fue posible porque la Policía Federal lo impidió (en 1968 el país estaba gobernado por la dictadura militar de la autodenominada Revolución Argentina del general Juan Carlos Onganía con edictos muy severos, incluido en el aspecto deportivo). Inicialmente, dos directivos de River fueron procesados por ser sospechosos de negligencia, pero la Cámara de Apelaciones dejó el procesamiento sin efecto y la causa fue archivada.

Con respecto a la responsabilidad civil, la Asociación del Fútbol Argentino y los clubes afrontaron la misma de manera colectiva, reuniendo un fondo de poco menos de 100 000 dólares, que significaban apenas poco más de 1.000 dólares por fallecido. A cambio de cobrar esa cifra se les exigió a los damnificados que renunciaran a cualquier reclamo judicial. Sólo dos damnificados, Nélida Oneto de Gianolli y Diógenes Zúgaro, iniciaron juicio contra River; el fallo condenó al club a raíz de su responsabilidad civil y le ordenó pagar alrededor de 50 000 dólares a cada uno.

Nada nuevo bajo el sol. Tampoco nada viejo. Cuando la Justicia castiga a las víctimas y beneficia a los victimarios. Mientras tanto los fantasmas irredentos de la Puerta 12 siguen andando por ahí.

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Tras el desastre, la Policía custodia el sector del estadio Monumental.
23 JUN 2024 - 16:24

Por Juan Miguel Bigrevich/ Redacción Jornada

Todos hablan de los papelones organizativos, de la verguenza que no se solucione el ingreso de los visitantes o de severos cuestionamientos a decisiones dirigenciales, como si nunca hubiera pasado nada de nada en el fútbol argento de años atrás porque "era otro país". Acá va un ejemplo del "otro país".

Tragedia de la puerta 12

La tragedia de la Puerta 12 sucedió el 23 de junio de 1968 en el Estadio de River Plate, cuando murieron aplastadas 71 personas, con un promedio de edad de 19 años, y resultaron heridas 113, a la salida del partido de fútbol disputado ese día entre el equipo local y su clásico rival Boca Juniors. Se trata de la mayor catástrofe de la historia del deporte argentino. Todos los muertos eran simpatizantes de Boca Juniors.

Pese a las fuertes sospechas sobre la actuación de la Policía Federal y el Club Atlético River Plate, las causas y responsabilidades de la tragedia nunca fueron adecuadamente establecidas.

El hecho adquirió las características de un tabú y no fue recordado ni por Boca, ni por River. En 2018, al cumplirse 50 años de las muertes, el Club Boca Juniors pidió perdón por no haber recordado a las víctimas, comprometiéndose a hacerlo en adelante. Nunca se cumplió.

El drama se produjo en medio del segundo tiempo de un partido de fútbol entre los dos grandes del fútbol nacional jugado en el Monumental y en la Puerta 12, una de las que facilitaban la salida de los simpatizantes visitantes, en ese caso de Boca. Por causas nunca aclaradas el sector de salida a la calle, luego de las escaleras, no se encontraba liberado, y la presión de la multitud que salía causó la muerte de las 71 víctimas, la mayoría de los cuales eran menores de edad.

La investigación penal finalizó sin que se hallaran culpables del siniestro. Algunos testimonios sostuvieron que los molinetes se encontraban colocados y que ello impidió la salida de la multitud. Otros afirmaron que la salida no fue posible porque la Policía Federal lo impidió (en 1968 el país estaba gobernado por la dictadura militar de la autodenominada Revolución Argentina del general Juan Carlos Onganía con edictos muy severos, incluido en el aspecto deportivo). Inicialmente, dos directivos de River fueron procesados por ser sospechosos de negligencia, pero la Cámara de Apelaciones dejó el procesamiento sin efecto y la causa fue archivada.

Con respecto a la responsabilidad civil, la Asociación del Fútbol Argentino y los clubes afrontaron la misma de manera colectiva, reuniendo un fondo de poco menos de 100 000 dólares, que significaban apenas poco más de 1.000 dólares por fallecido. A cambio de cobrar esa cifra se les exigió a los damnificados que renunciaran a cualquier reclamo judicial. Sólo dos damnificados, Nélida Oneto de Gianolli y Diógenes Zúgaro, iniciaron juicio contra River; el fallo condenó al club a raíz de su responsabilidad civil y le ordenó pagar alrededor de 50 000 dólares a cada uno.

Nada nuevo bajo el sol. Tampoco nada viejo. Cuando la Justicia castiga a las víctimas y beneficia a los victimarios. Mientras tanto los fantasmas irredentos de la Puerta 12 siguen andando por ahí.


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