No lo dejaron vender choripanes y explotó de ira

Ocurrió el último sábado en el Polideportivo del Barrio Sur y la virulenta reacción del vecino obligó a la suspensión de un encuentro de fútbol de la categoría Reserva entre los clubes Juan Manuel de Rosas y Gaiman. Hubo piedrazos y la agresión con un fierro al encargado de la cancha.

10 JUN 2024 - 17:09 | Actualizado 10 JUN 2024 - 18:27

Un violento e inesperado hecho se desencandeó el último sábado después del mediodía en el Polideportivo del Barrio Sur de Trelew e incluso obligó a la suspensión del encuentro de fútbol de Reserva entre Juan Manuel de Rosas y Gaiman Fútbol Club.

Sobre el mediodía, el habitual vendedor de choripanes, un vecino del barrio, intentó ingresar al predio para armar su estructura culinaria, pero el encargado del lugar le prohibió la entrada por una apartente decisión del club que había alquilado la cancha, Juan Manuel de Rosas.

Enardecido, el individuo comenzó a los piedrazos primero, pero no conformecon su represalia, también atacó al canchero con un fierro y le provocó una herida en la cabeza. Su ataque de ira continuó con la amenaza de impedir la realización del encuentro de Primera división.

La llegada de la Policía aplacó los ánimos, aunque el árbitro designado para el encuentro consideró que no estaban dadas las garantías para comenzarlo y lo terminó suspendiendo.

La cuestión triste es que los chicos de ambos equipos se quedaron sin jugar, pero al mismo tiempo la gente que fue al Polideportivo también se quedó sin el clásico "chori de cancha".

10 JUN 2024 - 17:09

Un violento e inesperado hecho se desencandeó el último sábado después del mediodía en el Polideportivo del Barrio Sur de Trelew e incluso obligó a la suspensión del encuentro de fútbol de Reserva entre Juan Manuel de Rosas y Gaiman Fútbol Club.

Sobre el mediodía, el habitual vendedor de choripanes, un vecino del barrio, intentó ingresar al predio para armar su estructura culinaria, pero el encargado del lugar le prohibió la entrada por una apartente decisión del club que había alquilado la cancha, Juan Manuel de Rosas.

Enardecido, el individuo comenzó a los piedrazos primero, pero no conformecon su represalia, también atacó al canchero con un fierro y le provocó una herida en la cabeza. Su ataque de ira continuó con la amenaza de impedir la realización del encuentro de Primera división.

La llegada de la Policía aplacó los ánimos, aunque el árbitro designado para el encuentro consideró que no estaban dadas las garantías para comenzarlo y lo terminó suspendiendo.

La cuestión triste es que los chicos de ambos equipos se quedaron sin jugar, pero al mismo tiempo la gente que fue al Polideportivo también se quedó sin el clásico "chori de cancha".


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