Murió el reconocido buzo “Malevo” Medina

Tristeza por el fallecimiento de Medida. Foto / Mariano Di Giusto
10 JUN 2024 - 10:27 | Actualizado 10 JUN 2024 - 14:47

Profunda tristeza. Falleció este lunes a los 87 años, Mariano “Malevo” Medina, reconocido navegante y buzo profesional de Puerto Madryn. Además de ser histórico en su especialidad, fue un reconocido y querido vecino de la ciudad portuaria. Inclusive, algunos lo recuerdan como uno de los primeros "canillitas" de la ciudad del Golfo en vender Jornada.

"Malevo" se encontraba internado en el Hospital Ísola desde hacía unos días; deja una huella y un vacío profundo en la actividad del buzo al ser uno de los pioneros de esta especialización. Su pasión por el buceo llevó a traspasar las fronteras de la Argentina.


No obstante, fue esa misma fuerza y pasión que trasladó a su familia y sus seres queridos, así como por Guillermo Brown.

Su desaparición física genera un enorme dolor porque Puerto Madryn pierde a unos de sus hombres iconos. La entrega por el mar y el buceo lo llevó a impulsar junto a otros vecinos, la Hermandad del Escrófralo.

Además encabezó, entre sus reconocidos trabajos, la búsqueda de los restos del Villarino, buque que traslado los restos del general San Martin y cuya hélice se puede observar en la costa de Puerto Madryn.

Su vida, su pasión

Una de las más destacadas entrevistas con Medina, fue publicada en el suplemento "Madryn de hoy y siempre" de diciembre del 2012.

Los pormenores de su vida y su actividad, todos: nació en Puerto Madryn el 15 de Noviembre de 1940, cuando desde Gales al sur la ciudad era un mar de médanos, con algunas casas que cortaban la geografía. “Madryn tenía tres mil o cuatro mil habitantes, mi padre vino de España, se nacionalizó argentino y primero trabajó en el ferrocarril, en San Antonio, pero un día salió al campo y conoció a una mujer, que era mi madre”, dijo en esa entrevista.

También, se refirieron al apodo de “Malevo”: “Viene de aquellos primeros años, cuando la barra de pibes se juntaba a jugar a la pelota o hacer travesuras en un baldío ubicado donde actualmente se encuentra el Hotel Yanco, aproximadamente. Por ahí aparecían otros pibes, algunos que venían de la loma o de otra parte a jugar al fútbol y dos por tres nos peleábamos” contaba Medina y recordaba que el autor del apodo que lo identificó para siempre fue Aurelio “Lauchín” Torres, “se ve que era bastante camorrero” dijo “Malevo” sobre la asociación entre aquellas escaramuzas de pibe y su alías.


“Yo le tenía miedo al buceo” confesó, casi como una paradoja de su propia vida. Recuerda la llegada de Jules Rossi, el francés que introdujo el buceo en Puerto Madryn y que buceaba alrededor del viejo muelle Piedra Buena. “El vino e invitó a la comunidad a sumarse y ahí se prendieron Cacho Comes, Patané, Sabino Daniele, Hipólito Giménez, mi hermano también, ellos se sumaron, pero yo decía que estaban locos, los miraba como se sumergían en apnea en la punta del muelle y aparecían recién dos minutos después, yo pensaba estos se van a ahogar”. Fue su hermano y algunos amigos a través de los relatos que lo motivaron a investigar de que se trataba el buceo “y ahí descubrí que el mar es una cosa increíble” dijo “Malevo” con un brillo especial en los ojos que refleja la pasión del hombre por una actividad que sería su motivación y su medio de vida permanente.

Hablar de “Malevo” Medina (indicaba la entrevista) “es hablar de los inicios de la “Hermandad del Escrófalo”, de la búsqueda, localización y rescate de elementos del Vapor “Villarino”. Es recordar su trabajo en el rescate del remolcador “Ana Susana” en Punta Quilla o de las reparaciones realizadas junto a buzos norteamericanos en el Submarino Nuclear “Gato” de la Armada de los Estados Unidos.

Una de las más destacadas entrevistas con Medina, fue publicada en el suplemento "Madryn de hoy y siempre" de diciembre del 2012.
Los pormenores de su vida y su actividad, todos: nació en Puerto Madryn el 15 de Noviembre de 1940, cuando desde Gales al sur la ciudad era un mar de médanos, con algunas casas que cortaban la geografía. “Madryn tenía tres mil o cuatro mil habitantes, mi padre vino de España, se nacionalizó argentino y primero trabajó en el ferrocarril, en San Antonio, pero un día salió al campo y conoció a una mujer, que era mi madre”, dijo en esa entrevista.

También, se refirieron al apodo de “Malevo”: “Viene de aquellos primeros años, cuando la barra de pibes se juntaba a jugar a la pelota o hacer travesuras en un baldío ubicado donde actualmente se encuentra el Hotel Yanco, aproximadamente. Por ahí aparecían otros pibes, algunos que venían de la loma o de otra parte a jugar al fútbol y dos por tres nos peleábamos” contaba Medina y recordaba que el autor del apodo que lo identificó para siempre fue Aurelio “Lauchín” Torres, “se ve que era bastante camorrero” dijo “Malevo” sobre la asociación entre aquellas escaramuzas de pibe y su alías.


“Yo le tenía miedo al buceo” confesó, casi como una paradoja de su propia vida. Recuerda la llegada de Jules Rossi, el francés que introdujo el buceo en Puerto Madryn y que buceaba alrededor del viejo muelle Piedra Buena. “El vino e invitó a la comunidad a sumarse y ahí se prendieron Cacho Comes, Patané, Sabino Daniele, Hipólito Giménez, mi hermano también, ellos se sumaron, pero yo decía que estaban locos, los miraba como se sumergían en apnea en la punta del muelle y aparecían recién dos minutos después, yo pensaba estos se van a ahogar”. Fue su hermano y algunos amigos a través de los relatos que lo motivaron a investigar de que se trataba el buceo “y ahí descubrí que el mar es una cosa increíble” dijo “Malevo” con un brillo especial en los ojos que refleja la pasión del hombre por una actividad que sería su motivación y su medio de vida permanente.

Hablar de “Malevo” Medina (indicaba la entrevista) “es hablar de los inicios de la “Hermandad del Escrófalo”, de la búsqueda, localización y rescate de elementos del Vapor “Villarino”. Es recordar su trabajo en el rescate del remolcador “Ana Susana” en Punta Quilla o de las reparaciones realizadas junto a buzos norteamericanos en el Submarino Nuclear “Gato” de la Armada de los Estados Unidos.

Tristeza por el fallecimiento de Medida. Foto / Mariano Di Giusto
10 JUN 2024 - 10:27

Profunda tristeza. Falleció este lunes a los 87 años, Mariano “Malevo” Medina, reconocido navegante y buzo profesional de Puerto Madryn. Además de ser histórico en su especialidad, fue un reconocido y querido vecino de la ciudad portuaria. Inclusive, algunos lo recuerdan como uno de los primeros "canillitas" de la ciudad del Golfo en vender Jornada.

"Malevo" se encontraba internado en el Hospital Ísola desde hacía unos días; deja una huella y un vacío profundo en la actividad del buzo al ser uno de los pioneros de esta especialización. Su pasión por el buceo llevó a traspasar las fronteras de la Argentina.


No obstante, fue esa misma fuerza y pasión que trasladó a su familia y sus seres queridos, así como por Guillermo Brown.

Su desaparición física genera un enorme dolor porque Puerto Madryn pierde a unos de sus hombres iconos. La entrega por el mar y el buceo lo llevó a impulsar junto a otros vecinos, la Hermandad del Escrófralo.

Además encabezó, entre sus reconocidos trabajos, la búsqueda de los restos del Villarino, buque que traslado los restos del general San Martin y cuya hélice se puede observar en la costa de Puerto Madryn.

Su vida, su pasión

Una de las más destacadas entrevistas con Medina, fue publicada en el suplemento "Madryn de hoy y siempre" de diciembre del 2012.

Los pormenores de su vida y su actividad, todos: nació en Puerto Madryn el 15 de Noviembre de 1940, cuando desde Gales al sur la ciudad era un mar de médanos, con algunas casas que cortaban la geografía. “Madryn tenía tres mil o cuatro mil habitantes, mi padre vino de España, se nacionalizó argentino y primero trabajó en el ferrocarril, en San Antonio, pero un día salió al campo y conoció a una mujer, que era mi madre”, dijo en esa entrevista.

También, se refirieron al apodo de “Malevo”: “Viene de aquellos primeros años, cuando la barra de pibes se juntaba a jugar a la pelota o hacer travesuras en un baldío ubicado donde actualmente se encuentra el Hotel Yanco, aproximadamente. Por ahí aparecían otros pibes, algunos que venían de la loma o de otra parte a jugar al fútbol y dos por tres nos peleábamos” contaba Medina y recordaba que el autor del apodo que lo identificó para siempre fue Aurelio “Lauchín” Torres, “se ve que era bastante camorrero” dijo “Malevo” sobre la asociación entre aquellas escaramuzas de pibe y su alías.


“Yo le tenía miedo al buceo” confesó, casi como una paradoja de su propia vida. Recuerda la llegada de Jules Rossi, el francés que introdujo el buceo en Puerto Madryn y que buceaba alrededor del viejo muelle Piedra Buena. “El vino e invitó a la comunidad a sumarse y ahí se prendieron Cacho Comes, Patané, Sabino Daniele, Hipólito Giménez, mi hermano también, ellos se sumaron, pero yo decía que estaban locos, los miraba como se sumergían en apnea en la punta del muelle y aparecían recién dos minutos después, yo pensaba estos se van a ahogar”. Fue su hermano y algunos amigos a través de los relatos que lo motivaron a investigar de que se trataba el buceo “y ahí descubrí que el mar es una cosa increíble” dijo “Malevo” con un brillo especial en los ojos que refleja la pasión del hombre por una actividad que sería su motivación y su medio de vida permanente.

Hablar de “Malevo” Medina (indicaba la entrevista) “es hablar de los inicios de la “Hermandad del Escrófalo”, de la búsqueda, localización y rescate de elementos del Vapor “Villarino”. Es recordar su trabajo en el rescate del remolcador “Ana Susana” en Punta Quilla o de las reparaciones realizadas junto a buzos norteamericanos en el Submarino Nuclear “Gato” de la Armada de los Estados Unidos.

Una de las más destacadas entrevistas con Medina, fue publicada en el suplemento "Madryn de hoy y siempre" de diciembre del 2012.
Los pormenores de su vida y su actividad, todos: nació en Puerto Madryn el 15 de Noviembre de 1940, cuando desde Gales al sur la ciudad era un mar de médanos, con algunas casas que cortaban la geografía. “Madryn tenía tres mil o cuatro mil habitantes, mi padre vino de España, se nacionalizó argentino y primero trabajó en el ferrocarril, en San Antonio, pero un día salió al campo y conoció a una mujer, que era mi madre”, dijo en esa entrevista.

También, se refirieron al apodo de “Malevo”: “Viene de aquellos primeros años, cuando la barra de pibes se juntaba a jugar a la pelota o hacer travesuras en un baldío ubicado donde actualmente se encuentra el Hotel Yanco, aproximadamente. Por ahí aparecían otros pibes, algunos que venían de la loma o de otra parte a jugar al fútbol y dos por tres nos peleábamos” contaba Medina y recordaba que el autor del apodo que lo identificó para siempre fue Aurelio “Lauchín” Torres, “se ve que era bastante camorrero” dijo “Malevo” sobre la asociación entre aquellas escaramuzas de pibe y su alías.


“Yo le tenía miedo al buceo” confesó, casi como una paradoja de su propia vida. Recuerda la llegada de Jules Rossi, el francés que introdujo el buceo en Puerto Madryn y que buceaba alrededor del viejo muelle Piedra Buena. “El vino e invitó a la comunidad a sumarse y ahí se prendieron Cacho Comes, Patané, Sabino Daniele, Hipólito Giménez, mi hermano también, ellos se sumaron, pero yo decía que estaban locos, los miraba como se sumergían en apnea en la punta del muelle y aparecían recién dos minutos después, yo pensaba estos se van a ahogar”. Fue su hermano y algunos amigos a través de los relatos que lo motivaron a investigar de que se trataba el buceo “y ahí descubrí que el mar es una cosa increíble” dijo “Malevo” con un brillo especial en los ojos que refleja la pasión del hombre por una actividad que sería su motivación y su medio de vida permanente.

Hablar de “Malevo” Medina (indicaba la entrevista) “es hablar de los inicios de la “Hermandad del Escrófalo”, de la búsqueda, localización y rescate de elementos del Vapor “Villarino”. Es recordar su trabajo en el rescate del remolcador “Ana Susana” en Punta Quilla o de las reparaciones realizadas junto a buzos norteamericanos en el Submarino Nuclear “Gato” de la Armada de los Estados Unidos.


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