“Uno puede ser un buen entrenador, pero si los jugadores no te entienden o no te aceptan, no hay tu tía, hay que irse. Hemos visto fracasos de grandes entrenadores a nivel nacional e internacional, y no es porque no tenían plantel, sino porque a veces el mensaje no llega”, dijo sobre su experiencia con Dolavon.
“Yo decidí aceptar un desafío totalmente nuevo porque se trata de un equipo único de un pueblo, donde primero hay que entender la idiosincrasia, yo tenía una idea de lo que era la gente de Dolavon y me di la cabeza contra la pared, es totalmente distinto”, sorprendió Jaime.
“Al galenso como decimos nosotros lo conocemos, pero en Dolavon también tenemos descendientes de mapuche y también gente del norte, son distintas etnias, no son de hablar mucho. Sí te escuchan, pero no sabés si a pesar de que escuchó, te entendió o te aceptó”, explicó.
CONVENCIMIENTO
“Con el paso de los días y del tiempo me di cuenta que me fueron escuchando y el grupo que quedó, porque algunos se fueron, está contento, uno ve que escuchan, me tuve que adecuar a ellos es cierto, no estaban acostumbrados a entrenar tanto, pero de a poco lo vamos convenciendo”, admitió.
“El problema es que no pueden entrenar toda la semana. Dolavon es un equipo de 60 minutos y después a aguantar el partido porque no nos da lo físico. Puedo traer al mejor profesor, pero de los cinco días de la semana los jugadores entrenan dos, porque no están acostumbrados o porque no pueden por el trabajo”, analizó.
“Es un trabajo a largo plazo, de convencimiento, algunos están convencidos, pero no pueden porque trabajan, el caso de Rodrigo Mendoza, que entra a las 5 de la mañana al Matadero y no sabe a la hora que va a salir; a veces sale a la 1, otras a las 4 y otras a las 8 de la noche, y a veces lo llaman a la 1 de la mañana y tiene que ir a trabajar.
Son muy sufridos también, hacen un esfuerzo enorme”, reconoció Giordanella.
PLANTEL REDUCIDO
“A mí me gustaría tener 20 jugadores, pero ahora estaba haciendo el listado para mañana y tengo los 11 y tres suplentes por las bajas de lesionados y suspendidos. Entonces tengo que ver que chicos de Reserva puedo subir a Primera”, señaló respecto del partido de este sábado con el invicto CEC.
“El que más nos superó fue Madryn, en Dolavon y en el primer tiempo allá que nos goleaba 3-0, pero en el segundo nos pusimos 2-3 y lo podríamos haber empatado”, consideró.
“Tengo uno de los centrales que tiene 43 años, Cristian Ghigliotto, y juega no porque no hay otro, sino porque rinde, pero si lo agarra mano a mano Gonzalo Sosa, ¿cómo lo corrés? Tenés que tirarle un piedrazo”, justificó con broma incluida.
UN EJEMPLO
“Pero lo de Cristian es loable, no falta nunca a entrenar, se levanta a las 6 de la mañana para ir a la chacra, viene, se cambia y arranca, nunca dice que está cansado, lo tenemos que sacar nosotros porque no se queja jamás”, ponderó.
“Después de tantos años de verlos a los Ghigliotto jugar en todos los puestos, tuve que empezar a ver yo donde los ponía, porque no me sobra mucho y les preguntaba y me decían que sentían cómodos en todos lados. Cristian empezó de cuatro, pero le costaba, y en vez de central arriba es impasable, el otro día con Racing el cabezazo fue de él y el Mellizo la empujó en el rebote”, dijo también en referencia a Juan Pablo Ghigliotto.
CLASIFICAR, CUESTE LO QUE CUESTE
“La idea es clasificar, aunque sabíamos que nos iba a costar mucho. Trajimos solamente a tres jugadores; Cottet, Pablo Chiquichano y Kevin Fernández y después queríamos ver lo que teníamos acá, algunos no han sido constantes y han dejado, y buenos jugadores, pero también sabemos que él que nos gane le va a costar mucho porque vamos a dar pelea constantemente”, ratificó Jaime.
“A Mauro (Uribe) lo acercó el presidente como coordinador, yo era la idea de tener un nexo que ordenara de abajo para arriba, no es que estaba todo desordenado, pero necesitamos mejorar las conductas de entrenamientos, hay chicos en el plantel de Primera que están acostumbrados a no venir dos días a la semana”, planteó sobre el regreso al club del anterior entrenador.
BAJAS
“Nos van a faltar Mandy Iribarren, Rodrigo Mendoza, Chiquichano y el Churu Ghigliotto, que lo mandaron a trabajar afuera y no llega. Mendoza está lesionado en el aductor, lo mismo que Chiquichano en la rodilla, y Mandy expulsado”, precisó sobre las bajas que tendrá el equipo este sábado.
“Hoy cuesta llevar los chicos de Trelew, el único que va todos los días es Kevin Fernández, pero Cotett y Chiquichano van sólo dos días, Nico es el arquero, pero Pablo ha jugado la mitad de los partidos por ese tema. Mañana Chiqui va a querer jugar, pero prefiero que recupere la rodilla”, esgrimió.
DIENTES APRETADOS
“Estuvo duro con Racing, le había pedido al árbitro que en el banco estuvieran solamente los tres, cuatro de la planilla, pero en el banco de ellos había nueve. Y entonces se complica, con la gente de Racing tengo excelente relación, pero no con todos. Por eso le hablaba a Andy (Price), y también con mis jugadores para que no hablaran”, aludió sobre el ríspido encuentro anterior con la Academia.
“Fue un partido de dientes apretados, y se jugó lealmente, metiendo. Además uno juega con la historia. A nosotros siempre nos costó Dolavon, nos ganaba o nos empataba, y del otro lado sentía que debía pasar lo mismo. Nos podían haber empatado, como nosotros podríamos haber anotado algún gol más”, sostuvo.
“Le dije lo mismo al árbitro, si tiene que expulsar a un jugador al minuto o a los seis minutos de juego, como debió haber pasado el sábado, lo tiene que hacer”, sentenció en el final sobre la actuación del árbitro Emanuel Conejero.
Foto: Alberto Evans (Jornada Medios).
“Uno puede ser un buen entrenador, pero si los jugadores no te entienden o no te aceptan, no hay tu tía, hay que irse. Hemos visto fracasos de grandes entrenadores a nivel nacional e internacional, y no es porque no tenían plantel, sino porque a veces el mensaje no llega”, dijo sobre su experiencia con Dolavon.
“Yo decidí aceptar un desafío totalmente nuevo porque se trata de un equipo único de un pueblo, donde primero hay que entender la idiosincrasia, yo tenía una idea de lo que era la gente de Dolavon y me di la cabeza contra la pared, es totalmente distinto”, sorprendió Jaime.
“Al galenso como decimos nosotros lo conocemos, pero en Dolavon también tenemos descendientes de mapuche y también gente del norte, son distintas etnias, no son de hablar mucho. Sí te escuchan, pero no sabés si a pesar de que escuchó, te entendió o te aceptó”, explicó.
CONVENCIMIENTO
“Con el paso de los días y del tiempo me di cuenta que me fueron escuchando y el grupo que quedó, porque algunos se fueron, está contento, uno ve que escuchan, me tuve que adecuar a ellos es cierto, no estaban acostumbrados a entrenar tanto, pero de a poco lo vamos convenciendo”, admitió.
“El problema es que no pueden entrenar toda la semana. Dolavon es un equipo de 60 minutos y después a aguantar el partido porque no nos da lo físico. Puedo traer al mejor profesor, pero de los cinco días de la semana los jugadores entrenan dos, porque no están acostumbrados o porque no pueden por el trabajo”, analizó.
“Es un trabajo a largo plazo, de convencimiento, algunos están convencidos, pero no pueden porque trabajan, el caso de Rodrigo Mendoza, que entra a las 5 de la mañana al Matadero y no sabe a la hora que va a salir; a veces sale a la 1, otras a las 4 y otras a las 8 de la noche, y a veces lo llaman a la 1 de la mañana y tiene que ir a trabajar.
Son muy sufridos también, hacen un esfuerzo enorme”, reconoció Giordanella.
PLANTEL REDUCIDO
“A mí me gustaría tener 20 jugadores, pero ahora estaba haciendo el listado para mañana y tengo los 11 y tres suplentes por las bajas de lesionados y suspendidos. Entonces tengo que ver que chicos de Reserva puedo subir a Primera”, señaló respecto del partido de este sábado con el invicto CEC.
“El que más nos superó fue Madryn, en Dolavon y en el primer tiempo allá que nos goleaba 3-0, pero en el segundo nos pusimos 2-3 y lo podríamos haber empatado”, consideró.
“Tengo uno de los centrales que tiene 43 años, Cristian Ghigliotto, y juega no porque no hay otro, sino porque rinde, pero si lo agarra mano a mano Gonzalo Sosa, ¿cómo lo corrés? Tenés que tirarle un piedrazo”, justificó con broma incluida.
UN EJEMPLO
“Pero lo de Cristian es loable, no falta nunca a entrenar, se levanta a las 6 de la mañana para ir a la chacra, viene, se cambia y arranca, nunca dice que está cansado, lo tenemos que sacar nosotros porque no se queja jamás”, ponderó.
“Después de tantos años de verlos a los Ghigliotto jugar en todos los puestos, tuve que empezar a ver yo donde los ponía, porque no me sobra mucho y les preguntaba y me decían que sentían cómodos en todos lados. Cristian empezó de cuatro, pero le costaba, y en vez de central arriba es impasable, el otro día con Racing el cabezazo fue de él y el Mellizo la empujó en el rebote”, dijo también en referencia a Juan Pablo Ghigliotto.
CLASIFICAR, CUESTE LO QUE CUESTE
“La idea es clasificar, aunque sabíamos que nos iba a costar mucho. Trajimos solamente a tres jugadores; Cottet, Pablo Chiquichano y Kevin Fernández y después queríamos ver lo que teníamos acá, algunos no han sido constantes y han dejado, y buenos jugadores, pero también sabemos que él que nos gane le va a costar mucho porque vamos a dar pelea constantemente”, ratificó Jaime.
“A Mauro (Uribe) lo acercó el presidente como coordinador, yo era la idea de tener un nexo que ordenara de abajo para arriba, no es que estaba todo desordenado, pero necesitamos mejorar las conductas de entrenamientos, hay chicos en el plantel de Primera que están acostumbrados a no venir dos días a la semana”, planteó sobre el regreso al club del anterior entrenador.
BAJAS
“Nos van a faltar Mandy Iribarren, Rodrigo Mendoza, Chiquichano y el Churu Ghigliotto, que lo mandaron a trabajar afuera y no llega. Mendoza está lesionado en el aductor, lo mismo que Chiquichano en la rodilla, y Mandy expulsado”, precisó sobre las bajas que tendrá el equipo este sábado.
“Hoy cuesta llevar los chicos de Trelew, el único que va todos los días es Kevin Fernández, pero Cotett y Chiquichano van sólo dos días, Nico es el arquero, pero Pablo ha jugado la mitad de los partidos por ese tema. Mañana Chiqui va a querer jugar, pero prefiero que recupere la rodilla”, esgrimió.
DIENTES APRETADOS
“Estuvo duro con Racing, le había pedido al árbitro que en el banco estuvieran solamente los tres, cuatro de la planilla, pero en el banco de ellos había nueve. Y entonces se complica, con la gente de Racing tengo excelente relación, pero no con todos. Por eso le hablaba a Andy (Price), y también con mis jugadores para que no hablaran”, aludió sobre el ríspido encuentro anterior con la Academia.
“Fue un partido de dientes apretados, y se jugó lealmente, metiendo. Además uno juega con la historia. A nosotros siempre nos costó Dolavon, nos ganaba o nos empataba, y del otro lado sentía que debía pasar lo mismo. Nos podían haber empatado, como nosotros podríamos haber anotado algún gol más”, sostuvo.
“Le dije lo mismo al árbitro, si tiene que expulsar a un jugador al minuto o a los seis minutos de juego, como debió haber pasado el sábado, lo tiene que hacer”, sentenció en el final sobre la actuación del árbitro Emanuel Conejero.
Foto: Alberto Evans (Jornada Medios).