Carlos Ñancucheo dejó a su familia en La Pampa, Río Curacó, compuesta por sus dos hijos y su esposa, para “buscar trabajo rural en el sur”, así como muchos de sus compañeros dejaron su pueblo luego de que la empresa donde trabajaba presentó quiebra. Hoy llegó a Trelew y con un cartel se colocó en San Martín y Rivadavia para pedir trabajo “la situación esta difícil para todos”, deslizó.
Días atrás, Carlos estuvo en Puerto Madryn “los tres días que estuve, los tres me robaron, quedé con lo puesto. Lo que más lamento es que se llevaron hasta el cargador de mi celular y lo tengo apagado”. Su número de contacto es 2804-634447.
En diálogo con Jornada, comentó que este año, la empresa para la que trabajaba presentó quiebra dejando a 900 personas en la calle. “A mi no me indemnizaron, trabajé 27 años en la compañía San Eduardo y yo como otros compañeros andamos dando vueltas por todo el país y eso no lo reconoce ni el Gobierno. Dejar a la familia es muy triste, pero yo tengo que salir a buscar un trabajo para tener un futuro mejor”, dijo entre lágrimas.
Él desempeña su labor en el campo “todo lo que sea tarea rural, me manejo a caballo, con animales, alambrado, hacienda, molineros, entre otros trabajos que se hacer. Yo no busco faltarle el respeto a nadie porque soy un trabajador como cualquiera, quiero mandarle plata limpia a mi familia, claro que se extrañan mucho. Espero que la gente de campo se ponga la mano en el corazón y me de una oportunidad”, finalizó.
Lamentablemente, Carlos pasó la noche en la Plaza Independencia, al no conocer Trelew ni su gente, no le quedó otra alternativa. Hoy, fue recibido en la Catedral María Auxiliadora, allí pudo cargar su celular y almorzar, ya que los miércoles ofrecen ese servicio a las personas en situación de calle.
Carlos Ñancucheo dejó a su familia en La Pampa, Río Curacó, compuesta por sus dos hijos y su esposa, para “buscar trabajo rural en el sur”, así como muchos de sus compañeros dejaron su pueblo luego de que la empresa donde trabajaba presentó quiebra. Hoy llegó a Trelew y con un cartel se colocó en San Martín y Rivadavia para pedir trabajo “la situación esta difícil para todos”, deslizó.
Días atrás, Carlos estuvo en Puerto Madryn “los tres días que estuve, los tres me robaron, quedé con lo puesto. Lo que más lamento es que se llevaron hasta el cargador de mi celular y lo tengo apagado”. Su número de contacto es 2804-634447.
En diálogo con Jornada, comentó que este año, la empresa para la que trabajaba presentó quiebra dejando a 900 personas en la calle. “A mi no me indemnizaron, trabajé 27 años en la compañía San Eduardo y yo como otros compañeros andamos dando vueltas por todo el país y eso no lo reconoce ni el Gobierno. Dejar a la familia es muy triste, pero yo tengo que salir a buscar un trabajo para tener un futuro mejor”, dijo entre lágrimas.
Él desempeña su labor en el campo “todo lo que sea tarea rural, me manejo a caballo, con animales, alambrado, hacienda, molineros, entre otros trabajos que se hacer. Yo no busco faltarle el respeto a nadie porque soy un trabajador como cualquiera, quiero mandarle plata limpia a mi familia, claro que se extrañan mucho. Espero que la gente de campo se ponga la mano en el corazón y me de una oportunidad”, finalizó.
Lamentablemente, Carlos pasó la noche en la Plaza Independencia, al no conocer Trelew ni su gente, no le quedó otra alternativa. Hoy, fue recibido en la Catedral María Auxiliadora, allí pudo cargar su celular y almorzar, ya que los miércoles ofrecen ese servicio a las personas en situación de calle.