Otro hecho de crueldad animal impacta a la comunidad
Un vecino encontró una yegua muerta y depostada, y otra con una puntada en el pecho que deambulaba sin rumbo y temblaba.
Este viernes por la mañana, un vecino que transitaba en bicicleta por una pasarela sobre el río Quemquemtreu, a la altura del barrio Irigoyen en El Bolsón, observó entre los arbustos una yegua rosilla muerta y despostada (en forma rudimentaria le habían sacado los cuartos), mientras que varios perros consumían los restos.
A pocos metros, otra yegua blanca presentaba una puntada en el pecho y manaba sangre, al tiempo que deambulaba sin rumbo y temblaba. En pocos minutos llegó personal policial y comenzó una investigación sobre el hecho de abigeato, aunque la prioridad fue convocar a un veterinario para salvar la vida del animal herido. Una vez estabilizada y puesta a salvo, quedó a resguardo de varios vecinos que se acercaron a ayudar.
También arribó hasta el lugar el propietario de los equinos, quien confirmó que “robaron las yeguas anoche de la chacra Micó (a unos tres kilómetros), cortaron el alambrado y las trajeron hasta la costa del río para matarlas”.
Rápidamente, la trascendencia de lo ocurrido causó honda conmoción en toda la región, al tiempo que recordó que “el fin de semana pasado ocurrió algo similar a pocos metros de aquí, cuando carnearon otros dos equinos”, en relación a una denuncia radicada por un poblador de Mallín Ahogado y los allanamientos que hizo luego la policía en el barrio Valle Nuevo, donde hallaron varios enseres utilizados para la faena, aunque la carne ya la habían vendido.
En esta oportunidad, se acercó hasta el sector ribereño la referente de la Sociedad Protectora de Animales de la Comarca Andina, Nivia Dalpian, quien calificó el hecho como “tremendo”, al tiempo que opinó que “mientras las autoridades no se muevan, esto se va a seguir repitiendo. Todos los años es el mismo problema: roban los animales y venden abiertamente la carne, incluso lo publican en Facebook. Esto no es hambre, esto es comercio”, recalcó.
Desde su punto de vista, “muchas veces, matan haciéndolos sufrir y los compradores no saben en qué condiciones sanitarias se encuentra. En este caso, la persona que hizo el trabajo es un novato, ya que la yegua muerta está muy mal sacrificada. Esto se soluciona controlando a quienes venden carne de caballo, todo es una cuestión de dinero”, remarcó.
Cabe destacar que, en promedio, el kilo de carne equina se comercializa a $3.000.
Este viernes por la mañana, un vecino que transitaba en bicicleta por una pasarela sobre el río Quemquemtreu, a la altura del barrio Irigoyen en El Bolsón, observó entre los arbustos una yegua rosilla muerta y despostada (en forma rudimentaria le habían sacado los cuartos), mientras que varios perros consumían los restos.
A pocos metros, otra yegua blanca presentaba una puntada en el pecho y manaba sangre, al tiempo que deambulaba sin rumbo y temblaba. En pocos minutos llegó personal policial y comenzó una investigación sobre el hecho de abigeato, aunque la prioridad fue convocar a un veterinario para salvar la vida del animal herido. Una vez estabilizada y puesta a salvo, quedó a resguardo de varios vecinos que se acercaron a ayudar.
También arribó hasta el lugar el propietario de los equinos, quien confirmó que “robaron las yeguas anoche de la chacra Micó (a unos tres kilómetros), cortaron el alambrado y las trajeron hasta la costa del río para matarlas”.
Rápidamente, la trascendencia de lo ocurrido causó honda conmoción en toda la región, al tiempo que recordó que “el fin de semana pasado ocurrió algo similar a pocos metros de aquí, cuando carnearon otros dos equinos”, en relación a una denuncia radicada por un poblador de Mallín Ahogado y los allanamientos que hizo luego la policía en el barrio Valle Nuevo, donde hallaron varios enseres utilizados para la faena, aunque la carne ya la habían vendido.
En esta oportunidad, se acercó hasta el sector ribereño la referente de la Sociedad Protectora de Animales de la Comarca Andina, Nivia Dalpian, quien calificó el hecho como “tremendo”, al tiempo que opinó que “mientras las autoridades no se muevan, esto se va a seguir repitiendo. Todos los años es el mismo problema: roban los animales y venden abiertamente la carne, incluso lo publican en Facebook. Esto no es hambre, esto es comercio”, recalcó.
Desde su punto de vista, “muchas veces, matan haciéndolos sufrir y los compradores no saben en qué condiciones sanitarias se encuentra. En este caso, la persona que hizo el trabajo es un novato, ya que la yegua muerta está muy mal sacrificada. Esto se soluciona controlando a quienes venden carne de caballo, todo es una cuestión de dinero”, remarcó.
Cabe destacar que, en promedio, el kilo de carne equina se comercializa a $3.000.