Por: Daniela Moraga
Hoy, como cada 31 de marzo a nivel mundial desde el año 2009, se conmemora el Día Internacional de la Visibilidad Travesti/Trans. Lejos de ser una cuestión de encasillar en género, binario o no binario, “visibilizarse travesti/trans es mucho más que eso”, sintetizó Nadia Jazmín Del Rosario Zuñiga Sánchez, parida por la Ley N° 26.743. Así es como se presenta Nadia, a donde va, porque su identidad tiene historia, historia de lucha, ni mujer ni hombre, ella es travesti y con orgullo lo hace saber.
Nacida en la ciudad cordillerana de Esquel, finalmente echó raíces en la ciudad de Trelew, se formó como Psicóloga Social, estuvo a cargo de la Dirección de Diversidad y Género (2015-2022), convirtiéndose en la primera travesti en ocupar un cargo municipal. Actualmente, desempeña labor en el Centro de Referencia de Trelew, que, por cierto, corre riesgo de cierre debido a las últimas medidas nacionales.
Si bien, el calendario LGBTQI+ marca para hoy el día de la Visibilidad Trans, Zuñiga agregó “Travesti/Trans” a un posteo que realizó en la red social Facebook en la mañana de este domingo. “En lo personal porque es político, y es necesario expresarlo así resaltando algo que se dice como consigna de lucha ‘lo personal es político’. Justo en tiempos donde vuelve, parece ser el no te metas en política; no obstante, mi cuerpo, mi pensamiento, mi conducta, mi espiritualidad, mi ser todo dice gritalo: SOY ORGULLOSAMENTE TRAVESTI, ni varón ni mujer, TRAVESTI. TIA TRAVESTI, para envolverme en afectos y entonces agrego amiga, compañera, vecina, ciudadana, trabajadora travesti”, declaró en su perfil de red social.
Nadia comentó a Jornada que de lo contrario las personas travestis/trans, “pasamos desapercibidas”. Justamente, su lucha se basa en alejarse de los márgenes y la periferia donde siempre fueron alojados “allá en la esquina”. De un tiempo a esta parte, la realidad es otra, porque su vida entera se basa en estar presente en lugares y establecimientos donde a Nadia y a tantos otros, los esperan con las puertas y brazos abiertos: en la barriada, las escuelas, los hospitales, en los juzgados, donde fueron poco a poco sembrando semillas, vínculos, que se convirtieron en redes de amor, escucha y acompañamiento.
“Lo cierto es que existimos y no desde la ley de identidad de género, no desde la vuelta de la democracia en nuestro país, sino que pueden relatar las calles de cada pueblo, aldea, ciudad nuestra existencia, la que ha transcurrido luchando por sobrevivir. En lo particular estoy militando para vivir una vejez travesti, como lo sueño, en medio de todo ese romanticismo que le pongo. Pero como activista travesti pienso en las otras generaciones, a las que a veces las veo tan binarizadas, desconozco porque ocurre eso, puedo intuir que sea por el temor al ataque, pero además porque nadie debe ser heroína/héroe, y entonces solo invito a relatarnos ante el mundo en primera persona con todo ese orgullo de ser travesti/trans”.
Por último, Nadia explicó “muchas veces se hace referencia a qué somos (mujer/varón), en cuestión de la genitalidad y va mucho más allá que todo eso ser travesti en esta sociedad. Yo soy una orgullosa tía travesti porque eso implica que en una sociedad donde aún todavía se siguen expulsando a las personas travestis/trans de las familias, por la vergüenza o por esta idea de que en algo falló la familia por eso se desviaron del binarismo; hoy es necesario vivir con orgullo ese ser travesti. Pero no solamente para decir: no soy varón ni mujer, soy travesti, sino para poder vivir como una persona trans/travesti porque no vivimos de la misma forma que viven las otras personas”.
Actualmente, en el contexto sociopolítico que atraviesa la Argentina “vivimos en una sociedad donde vuelve otra vez a impulsar el odio hacia las personas trans, sin ir más lejos, es lo que vemos a diario en redes sociales. Y vuelvo al tema de la genitalidad con la que nacimos por eso se hace necesario tomar nuevamente ese orgullo esa fuerza para posicionarnos, política, social y culturalmente. Sobre todo, para poder vivir nuestra vida, sin pedir prestado a lo masculino a lo femenino y a ver qué nos ponemos que no nos podemos poner, que espacios habitar y que no, porque viene todo un cuestionamiento a nuestra identidad en cuanto a qué somos en base a esa autopercepción de la que hablamos desde la teoría de género. Somos mucho más que eso”, sentenció Nadia Zuñiga.
Por: Daniela Moraga
Hoy, como cada 31 de marzo a nivel mundial desde el año 2009, se conmemora el Día Internacional de la Visibilidad Travesti/Trans. Lejos de ser una cuestión de encasillar en género, binario o no binario, “visibilizarse travesti/trans es mucho más que eso”, sintetizó Nadia Jazmín Del Rosario Zuñiga Sánchez, parida por la Ley N° 26.743. Así es como se presenta Nadia, a donde va, porque su identidad tiene historia, historia de lucha, ni mujer ni hombre, ella es travesti y con orgullo lo hace saber.
Nacida en la ciudad cordillerana de Esquel, finalmente echó raíces en la ciudad de Trelew, se formó como Psicóloga Social, estuvo a cargo de la Dirección de Diversidad y Género (2015-2022), convirtiéndose en la primera travesti en ocupar un cargo municipal. Actualmente, desempeña labor en el Centro de Referencia de Trelew, que, por cierto, corre riesgo de cierre debido a las últimas medidas nacionales.
Si bien, el calendario LGBTQI+ marca para hoy el día de la Visibilidad Trans, Zuñiga agregó “Travesti/Trans” a un posteo que realizó en la red social Facebook en la mañana de este domingo. “En lo personal porque es político, y es necesario expresarlo así resaltando algo que se dice como consigna de lucha ‘lo personal es político’. Justo en tiempos donde vuelve, parece ser el no te metas en política; no obstante, mi cuerpo, mi pensamiento, mi conducta, mi espiritualidad, mi ser todo dice gritalo: SOY ORGULLOSAMENTE TRAVESTI, ni varón ni mujer, TRAVESTI. TIA TRAVESTI, para envolverme en afectos y entonces agrego amiga, compañera, vecina, ciudadana, trabajadora travesti”, declaró en su perfil de red social.
Nadia comentó a Jornada que de lo contrario las personas travestis/trans, “pasamos desapercibidas”. Justamente, su lucha se basa en alejarse de los márgenes y la periferia donde siempre fueron alojados “allá en la esquina”. De un tiempo a esta parte, la realidad es otra, porque su vida entera se basa en estar presente en lugares y establecimientos donde a Nadia y a tantos otros, los esperan con las puertas y brazos abiertos: en la barriada, las escuelas, los hospitales, en los juzgados, donde fueron poco a poco sembrando semillas, vínculos, que se convirtieron en redes de amor, escucha y acompañamiento.
“Lo cierto es que existimos y no desde la ley de identidad de género, no desde la vuelta de la democracia en nuestro país, sino que pueden relatar las calles de cada pueblo, aldea, ciudad nuestra existencia, la que ha transcurrido luchando por sobrevivir. En lo particular estoy militando para vivir una vejez travesti, como lo sueño, en medio de todo ese romanticismo que le pongo. Pero como activista travesti pienso en las otras generaciones, a las que a veces las veo tan binarizadas, desconozco porque ocurre eso, puedo intuir que sea por el temor al ataque, pero además porque nadie debe ser heroína/héroe, y entonces solo invito a relatarnos ante el mundo en primera persona con todo ese orgullo de ser travesti/trans”.
Por último, Nadia explicó “muchas veces se hace referencia a qué somos (mujer/varón), en cuestión de la genitalidad y va mucho más allá que todo eso ser travesti en esta sociedad. Yo soy una orgullosa tía travesti porque eso implica que en una sociedad donde aún todavía se siguen expulsando a las personas travestis/trans de las familias, por la vergüenza o por esta idea de que en algo falló la familia por eso se desviaron del binarismo; hoy es necesario vivir con orgullo ese ser travesti. Pero no solamente para decir: no soy varón ni mujer, soy travesti, sino para poder vivir como una persona trans/travesti porque no vivimos de la misma forma que viven las otras personas”.
Actualmente, en el contexto sociopolítico que atraviesa la Argentina “vivimos en una sociedad donde vuelve otra vez a impulsar el odio hacia las personas trans, sin ir más lejos, es lo que vemos a diario en redes sociales. Y vuelvo al tema de la genitalidad con la que nacimos por eso se hace necesario tomar nuevamente ese orgullo esa fuerza para posicionarnos, política, social y culturalmente. Sobre todo, para poder vivir nuestra vida, sin pedir prestado a lo masculino a lo femenino y a ver qué nos ponemos que no nos podemos poner, que espacios habitar y que no, porque viene todo un cuestionamiento a nuestra identidad en cuanto a qué somos en base a esa autopercepción de la que hablamos desde la teoría de género. Somos mucho más que eso”, sentenció Nadia Zuñiga.