LAS 5 SENTENCIAS DE ESTEBAN sobre el empate de Brown en el Conti
Nuestro columnista habitual, Esteban Gallo (de cumpleaños por estas horas), analiza la actuación de la Banda ante Deportivo Maipú de Mendoza en el encuentro que se jugó este domingo en el "Raúl Conti" y que terminó igualado 1-1.
-Un bodrio
No hay otra palabra para definir el primer tiempo de Brown y Maipú. Las únicas situaciones de gol fueron un par de remates desde afuera del área, que no pasaron muy cerca de los palos. Luayza primero y Mauro Fernández remataron para “la Banda” y Ortiz para la visita. Salvo eso, el partido fue de una ordinariez absoluta. Brown fue un poco mejor, porque asumió el protagonismo del partido, pero vimos lo que ya hemos visto desde que comenzó el campeonato. No es una cuestión de actitud sino de aptitudes.
Otra cosa
El segundo tiempo fue distinto, entre otras cosas porque el gol de Brown, que llegó a los 10 minutos, a través de Bazzana, a quien la pelota le rebotó después de pegar en Ostachuck, cambió totalmente la fisonomía del juego. “La Banda” se defendió bien, aunque la enjundia del rival lo puso en aprietos, hasta que llegó el empate a través de Viguet en la última jugada del partido.
Un buen rato
Después de la conquista, “La Banda” jugó con criterio y dominó al rival con claridad. No contó con situaciones claras para sellar el resultado, pero nada hacía prever que Maipú pudiera empatar el juego. Pero al final, el carácter de Maipú y algunas distracciones defensivas fueron aprovechadas por la visita.
Un descarado
El arbitraje de Monzón Brizuela fue un espanto y tuvo incidencia en el resultado del partido. En el primer cuarto de hora del segundo período, Ostachuk, que ya estaba amonestado, cortó un avance de Brown, tocando una pelota con la mano. Debió haber sido expulsado. Minutos después, el ex independiente de Avellaneda revoleó por el aire a Mauro Fernández y tampoco recibió la roja. Una vergüenza. Después, todos los pitazos fueron para los mendocinos.
Nada que no hayamos visto tantas veces en la Primera Nacional.
Un empate que duele
Brown tenía que ganar, porque ante rivales ganables, de local, no se pueden desaprovechar oportunidades. Mereció llevarse los tres puntos, pero con merecimientos no se ganan partidos. De la posibilidad de quedar noveno, volvió a quedar entre los del fondo de la tabla. Duele.
-Un bodrio
No hay otra palabra para definir el primer tiempo de Brown y Maipú. Las únicas situaciones de gol fueron un par de remates desde afuera del área, que no pasaron muy cerca de los palos. Luayza primero y Mauro Fernández remataron para “la Banda” y Ortiz para la visita. Salvo eso, el partido fue de una ordinariez absoluta. Brown fue un poco mejor, porque asumió el protagonismo del partido, pero vimos lo que ya hemos visto desde que comenzó el campeonato. No es una cuestión de actitud sino de aptitudes.
Otra cosa
El segundo tiempo fue distinto, entre otras cosas porque el gol de Brown, que llegó a los 10 minutos, a través de Bazzana, a quien la pelota le rebotó después de pegar en Ostachuck, cambió totalmente la fisonomía del juego. “La Banda” se defendió bien, aunque la enjundia del rival lo puso en aprietos, hasta que llegó el empate a través de Viguet en la última jugada del partido.
Un buen rato
Después de la conquista, “La Banda” jugó con criterio y dominó al rival con claridad. No contó con situaciones claras para sellar el resultado, pero nada hacía prever que Maipú pudiera empatar el juego. Pero al final, el carácter de Maipú y algunas distracciones defensivas fueron aprovechadas por la visita.
Un descarado
El arbitraje de Monzón Brizuela fue un espanto y tuvo incidencia en el resultado del partido. En el primer cuarto de hora del segundo período, Ostachuk, que ya estaba amonestado, cortó un avance de Brown, tocando una pelota con la mano. Debió haber sido expulsado. Minutos después, el ex independiente de Avellaneda revoleó por el aire a Mauro Fernández y tampoco recibió la roja. Una vergüenza. Después, todos los pitazos fueron para los mendocinos.
Nada que no hayamos visto tantas veces en la Primera Nacional.
Un empate que duele
Brown tenía que ganar, porque ante rivales ganables, de local, no se pueden desaprovechar oportunidades. Mereció llevarse los tres puntos, pero con merecimientos no se ganan partidos. De la posibilidad de quedar noveno, volvió a quedar entre los del fondo de la tabla. Duele.