Hace 45 años, River hacía su última presentación en Trelew ganándole a Huracán por 4 a 0

Fue ante un estadio colmado. Tres goles de Galletti y uno de Azzolini le dieron la victoria a los de Ángel Amadeo Labruna, que no vino con sus principales figuras. Igual fue una fiesta futbolera. Ya habían pasado por el campo del “Globito” trelewense, Ferro y Unión y lo visitarían Racing y Platense.

18 FEB 2024 - 15:32 | Actualizado 18 FEB 2024 - 20:17

Por Juan Miguel Bigrevich / Redacción Jornada

Carlos mira sin ver. Sus ojos de particular vivacidad no lo pueden creer. Con un poco más de 12 años escucha azorado a su viejo, José, "Pepe", que River viene a Trelew y va a jugar un amistoso con Huracán.

En su cancha; esa que está a sólo metros de donde vive. Carlos, recién llegado de Puerto Deseado, reside en el predio del “Globito”; pues su viejo, José, es el canchero de la única cancha de césped de la zona y el enemigo de todos los técnicos, porque sólo se las deja usar un día, los jueves. Para cuidarla.

Pero para Carlos no es un día más: River viene a jugar por estos lares y lo tendrá cerca. A su equipo. “Su” equipo. Al que nada más escuchaba por la radio; ya que por esa época ni televisión había. Ni allá ni acá. Y ahora los verá en vivo y en directo como en la televisión. O mejor. Más cerca.

“No lo hagas ilusionar al chico”; espeta su madre, Luisa al amor de sus noches y sus días para evitar una ilusión desvanecida. “No, es cierto”, remata "Pepe . Y era cierto. Fue cierto.

River en Trelew

Es que hace exactamente cuarenta y cinco años, River Plate hacía su última presentación en Trelew. Fue un 13 de abril de 1979, cuando el equipo del
legendario Ángel Amadeo Labruna se midió ante Huracán de esa ciudad en el estadio de este último que lució lleno.

Por ese entonces, el “Globito” trelewense era uno de los conjuntos más fuertes del competitivo certamen local y que peleaba la supremacía con el Gaiman FC de los Género, Calderón y compañía, y el duro Racing de Benicio Acosta.

Fue un viernes por la tarde donde el equipo dirigido por el recordado Osvaldo Spizirri se vistió de rojo para recibir al Millonario, que no vino ni con sus cinco campeones mundiales de un año antes. Ni Fillol, Passarella, Luque, Alonso y Ortíz ni con otro emblema como lo fue Juan José López.

Los reemplazaron, algunos que tuvieron una dilatada trayectoria y otros que pasaron al olvido con más penas que gloria.

Goleada

El resultado fue, en definitiva, una anécdota. La Banda ganó 4 a 0 con tres tantos de Rubén Horacio Galleti, un tanque con pasado en Boca y Estudiantes y padre del también jugador Luciano Galleti, y Francisco Azzolini, un marcador de punta derecho con antecedentes destacables de un Atlanta que aún estaba en primera.

Huracán pudo descontar, pero Mario Yennerich, un largo delantero estrelló un penal en uno de los palos que defendía Luis Landaburu, el eterno suplente del mítico “Pato”. Al golero riverplatense, lo reemplazó, ya casi al final del juego, Hugo Tocalli, uno de los armadores de los juveniles de José Pekerman años después.

La figura estelar del espectáculo que arrancó con una presentación de la “Escuela del Mar” de Rawson, y la presentación de las reinas del club Huracán y del Cordero- fue el uruguayo Juan Ramón Carrasco, que con su compatriota Francisco De los Santos habían llegado a River desde Nacional de Montevideo con el objetivo de armar un equipo largo que quería competir en torneos nacionales, donde era un ganador habitual e internacionales, a los que le era esquivo por ese entonces.

El “charrúa” (que después tuvo un paso más feliz por Racing) le peleaba el puesto al Norberto Osvaldo “Beto” Alonso, que era un intocable para Labruna y por lo que tuvo conflictos permanentes, incluso yéndose de la cancha de Vélez en pleno partido.

River ganó con comodidad. Con un Galletti intratable y un Ramón Díaz picante que esperaba su consagración a la sombra de Leopoldo Jacinto Luque.

La vida siguió

La diferencia, previsible, fue una excusa para ver a quienes serían bicampeones en el fútbol nacional en ese 1979, derrotando a Vélez y Unión en las finales de los Metro y Nacional disputados.

Huracán jugó dos días después ante Gaiman FC e igualó 2 a 2 en la cancha de Independiente para encaramarse, más tarde, como el mejor del “Preparación” y caer en el “Oficial” y en la gran final del año ante Racing.

Extrañaba a Marcelo Pérez Álvarez y al “Beto” Gargini, que ya no estaban en el plantel, pero le dio una alegría a la población del valle con ese juego, uno de varios que tuvo por esos años. Ferro, Unión, Racing y Platense pisaron la verde gramilla del primer estadio de césped de la zona y cuando las canchas se llenaban para ver quién representaba a la Liga de Fútbol en los ya extintos Torneos Regionales que eran dominados en la región por el Huracán comodorense o los del Alto Valle rionegrino.

River llegó a Buenos Aires y perdió con el Argentinos Juniors de un tal Diego Armando Maradona por 3 a 1; aunque fue una anécdota por cómo terminó el año.

Pero, para Carlos, aquella jornada fue imperecedera. Como alcanzapelotas se convirtió en la primera (y única) vez que no hinchó para el equipo de sus amores. Y cómo toda primera vez, es inolvidable. Como lo son los olores, los colores y su gente.

Su viejo le había dicho la verdad: River había jugado en Trelew Al fútbol. Una disciplina artística que hace música con los pies y se escucha con los ojos.

La visita de 2 bicampeones que engalanaron Trelew

Durante la década del 70, dos de los tres bicampeones del fútbol argentino visitaron Trelew. Primero fue el San Lorenzo de Almagro de Juan Carlos Lorenzo.

El equipo del “Toto” llegó para enfrentarse a Independiente en el campeonato Nacional de 1972. Los azulgranas ya habían obtenido el título del certamen Metropolitano y se aprestaban a dar la vuelta olímpica por segunda vez en una apretada final ante River en el José Amalfitani de Liniers.

Con gol de Enrique Chazarreta sobre la hora, el Cuervo se llevó los dos puntos de Trelew en la segunda fecha de un campeonato en donde los Rojinegros de Higinio Restelli hicieron historia en el Valle del Chubut Y el segundo fue el River de Labruna.

Después, los de Núñez le ganaron a Vélez en la final del Metro goleando en Liniers y Núñez y obtuvieron el segundo torneo de la temporada al derrotar a Unión, tras igualar 1 a 1 en Santa Fe y 0 a 0 en el Monumental.

Un Unión que meses antes también había pisado el césped del Huracán trelewense. En esa oportunidad, un futuro campeón ecuménico sí estuvo presente: Nery Alberto Pumpido ataja para los “Tatangues” y sufrió el tanto de penal del “Beto” Barreiro para la derota por 1 a 0; aunque afuera
de Chubut se informó exactamente al revés (y que ya se ha publicado en ediciones pasadas). El “Camello” pasó a Vélez Sarsfiled y más tarde a River, donde ganaría todo lo que jugó durante ese inolvidable 1986; tanto a nivel clubes como en la selección argentina.

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18 FEB 2024 - 15:32

Por Juan Miguel Bigrevich / Redacción Jornada

Carlos mira sin ver. Sus ojos de particular vivacidad no lo pueden creer. Con un poco más de 12 años escucha azorado a su viejo, José, "Pepe", que River viene a Trelew y va a jugar un amistoso con Huracán.

En su cancha; esa que está a sólo metros de donde vive. Carlos, recién llegado de Puerto Deseado, reside en el predio del “Globito”; pues su viejo, José, es el canchero de la única cancha de césped de la zona y el enemigo de todos los técnicos, porque sólo se las deja usar un día, los jueves. Para cuidarla.

Pero para Carlos no es un día más: River viene a jugar por estos lares y lo tendrá cerca. A su equipo. “Su” equipo. Al que nada más escuchaba por la radio; ya que por esa época ni televisión había. Ni allá ni acá. Y ahora los verá en vivo y en directo como en la televisión. O mejor. Más cerca.

“No lo hagas ilusionar al chico”; espeta su madre, Luisa al amor de sus noches y sus días para evitar una ilusión desvanecida. “No, es cierto”, remata "Pepe . Y era cierto. Fue cierto.

River en Trelew

Es que hace exactamente cuarenta y cinco años, River Plate hacía su última presentación en Trelew. Fue un 13 de abril de 1979, cuando el equipo del
legendario Ángel Amadeo Labruna se midió ante Huracán de esa ciudad en el estadio de este último que lució lleno.

Por ese entonces, el “Globito” trelewense era uno de los conjuntos más fuertes del competitivo certamen local y que peleaba la supremacía con el Gaiman FC de los Género, Calderón y compañía, y el duro Racing de Benicio Acosta.

Fue un viernes por la tarde donde el equipo dirigido por el recordado Osvaldo Spizirri se vistió de rojo para recibir al Millonario, que no vino ni con sus cinco campeones mundiales de un año antes. Ni Fillol, Passarella, Luque, Alonso y Ortíz ni con otro emblema como lo fue Juan José López.

Los reemplazaron, algunos que tuvieron una dilatada trayectoria y otros que pasaron al olvido con más penas que gloria.

Goleada

El resultado fue, en definitiva, una anécdota. La Banda ganó 4 a 0 con tres tantos de Rubén Horacio Galleti, un tanque con pasado en Boca y Estudiantes y padre del también jugador Luciano Galleti, y Francisco Azzolini, un marcador de punta derecho con antecedentes destacables de un Atlanta que aún estaba en primera.

Huracán pudo descontar, pero Mario Yennerich, un largo delantero estrelló un penal en uno de los palos que defendía Luis Landaburu, el eterno suplente del mítico “Pato”. Al golero riverplatense, lo reemplazó, ya casi al final del juego, Hugo Tocalli, uno de los armadores de los juveniles de José Pekerman años después.

La figura estelar del espectáculo que arrancó con una presentación de la “Escuela del Mar” de Rawson, y la presentación de las reinas del club Huracán y del Cordero- fue el uruguayo Juan Ramón Carrasco, que con su compatriota Francisco De los Santos habían llegado a River desde Nacional de Montevideo con el objetivo de armar un equipo largo que quería competir en torneos nacionales, donde era un ganador habitual e internacionales, a los que le era esquivo por ese entonces.

El “charrúa” (que después tuvo un paso más feliz por Racing) le peleaba el puesto al Norberto Osvaldo “Beto” Alonso, que era un intocable para Labruna y por lo que tuvo conflictos permanentes, incluso yéndose de la cancha de Vélez en pleno partido.

River ganó con comodidad. Con un Galletti intratable y un Ramón Díaz picante que esperaba su consagración a la sombra de Leopoldo Jacinto Luque.

La vida siguió

La diferencia, previsible, fue una excusa para ver a quienes serían bicampeones en el fútbol nacional en ese 1979, derrotando a Vélez y Unión en las finales de los Metro y Nacional disputados.

Huracán jugó dos días después ante Gaiman FC e igualó 2 a 2 en la cancha de Independiente para encaramarse, más tarde, como el mejor del “Preparación” y caer en el “Oficial” y en la gran final del año ante Racing.

Extrañaba a Marcelo Pérez Álvarez y al “Beto” Gargini, que ya no estaban en el plantel, pero le dio una alegría a la población del valle con ese juego, uno de varios que tuvo por esos años. Ferro, Unión, Racing y Platense pisaron la verde gramilla del primer estadio de césped de la zona y cuando las canchas se llenaban para ver quién representaba a la Liga de Fútbol en los ya extintos Torneos Regionales que eran dominados en la región por el Huracán comodorense o los del Alto Valle rionegrino.

River llegó a Buenos Aires y perdió con el Argentinos Juniors de un tal Diego Armando Maradona por 3 a 1; aunque fue una anécdota por cómo terminó el año.

Pero, para Carlos, aquella jornada fue imperecedera. Como alcanzapelotas se convirtió en la primera (y única) vez que no hinchó para el equipo de sus amores. Y cómo toda primera vez, es inolvidable. Como lo son los olores, los colores y su gente.

Su viejo le había dicho la verdad: River había jugado en Trelew Al fútbol. Una disciplina artística que hace música con los pies y se escucha con los ojos.

La visita de 2 bicampeones que engalanaron Trelew

Durante la década del 70, dos de los tres bicampeones del fútbol argentino visitaron Trelew. Primero fue el San Lorenzo de Almagro de Juan Carlos Lorenzo.

El equipo del “Toto” llegó para enfrentarse a Independiente en el campeonato Nacional de 1972. Los azulgranas ya habían obtenido el título del certamen Metropolitano y se aprestaban a dar la vuelta olímpica por segunda vez en una apretada final ante River en el José Amalfitani de Liniers.

Con gol de Enrique Chazarreta sobre la hora, el Cuervo se llevó los dos puntos de Trelew en la segunda fecha de un campeonato en donde los Rojinegros de Higinio Restelli hicieron historia en el Valle del Chubut Y el segundo fue el River de Labruna.

Después, los de Núñez le ganaron a Vélez en la final del Metro goleando en Liniers y Núñez y obtuvieron el segundo torneo de la temporada al derrotar a Unión, tras igualar 1 a 1 en Santa Fe y 0 a 0 en el Monumental.

Un Unión que meses antes también había pisado el césped del Huracán trelewense. En esa oportunidad, un futuro campeón ecuménico sí estuvo presente: Nery Alberto Pumpido ataja para los “Tatangues” y sufrió el tanto de penal del “Beto” Barreiro para la derota por 1 a 0; aunque afuera
de Chubut se informó exactamente al revés (y que ya se ha publicado en ediciones pasadas). El “Camello” pasó a Vélez Sarsfiled y más tarde a River, donde ganaría todo lo que jugó durante ese inolvidable 1986; tanto a nivel clubes como en la selección argentina.


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