Autos del Sur se infla el pecho con el patrocinio, resuelto en la casa central de Trelew, de los pilotos oficiales Toyota del equipo Arana Ingeniería Sport, Mariano Pernía y Antonio García, a los que presentó este viernes antes de la primera fecha del Turismo Nacional en el autódromo de la ciudad.
La presentación estuvo comandada por el gerente local de Autos del Sur, Carlos Pérez Gómez, y el responsable de la división Usados, Emiliano Scandroglio.
Mariano Pernía, pronto a cumplir 47 años, tiene una foja de ruta muy ligada al fútbol profesional y luego al automovilismo, como un calco a la trayectoria de su padre, Vicente “El Tano” Pernía, el ex defensor de Boca y después piloto del Turismo Carretera.
Pernía hijo debutó en la Primera de Independiente, después jugó en el Atlético Madrid, se nacionalizó español e incluso vistió la camiseta de la selección ibérica en el Mundial de Alemania de 2006, antes de regresar a Tigre, donde finalizó su carrera como futbolista profesional.
En septiembre de 2011 debutó como piloto de carreras en el autódromo “Mar y Valle” de Trelew, donde se dio el lujo de ganar la carrera de la mononarca Fiat Línea que acompañaba por entonces al TC 2000, con su hermano Leonel, actual campeón del Turismo Nacional, festejando con él subido al guard rail.
Luego de la enfática presentación del periodista y relator de automovilismo, Hugo Sfiligoy, Mariano habló de las sensaciones de correr y admitió que nunca dimensionó los riesgos del automovilismo hasta que vio debutar a su sobrino Tiago, el hijo de su hermano Lionel, con quienes debe competir en la pista.
Precisamente habló de la preparación de la escudería Toyota, cuyo modelo Corolla, tratará de equiparar fuerzas con el Ford Focus, que con su hermano a bordo, dominó la temporada pasada.
“La categoría es muy diferente a la que conocíamos años atrás, hoy está muy profesionalizada, cuenta cada detalle”, analizó.
Después, ante una consulta de Jornada, sobre la diferencia de emociones entre el fútbol y el automovilismo, aclaró que “para mí el fútbol fue una cosa más natural porque lo practiqué desde chiquito, en cambio en el automovilismo, si bien acompañaba a mi viejo a todos lados cuando los las carreras se hacían incluso en la ruta, lo empecé a hacer de grande, hay un montón de errores que debí haber cometido en el karting o en el fórmula, obviamente fue mucho más tranquilo mi debut en el fútbol que en el automovilismo”.
“Es un desafío hermoso, la categoría está trabajando mucho para que haya una gran paridad entre las marcas, y creo que en Toyota tenemos todo para competir de igual a igual con todas las marcas, no solamente con Ford, sino con las otras como Chevrolet. El profesionalismo es lo principal, en el deporte y en la vida, darlo todo, vaciarse dentro lo que hacés y acá estamos en un equipo que hace eso y con pilotos que viven por y para esto y con marcas que nos apoyan para dejarlo todo y lograr los mejores resultados”, dijo sobre la rivalidad que incluso deberá dejar de lado lo familiar.
El perfil de Antonino García, el rionegrino dela “isla” Fray Luis Beltrán es diferente, decididamente de un ingeniero. El piloto de 32 años se dedicó a explicar detalles técnicos, se refirió a la ardua tarea que significa limar centésimas, milésimas, para lograr equipararse con las otras marcas, e incluso a la hora de acelerar el auto, lo hizo con más calma, de manera más metódica.
“Estamos bien, pero hay que seguir trabajando, en la primera fecha lo importante es puntuar, por un montón de cosas, siempre es importante un buen resultado desde el arranque”, admitió.
“El circuito de Trelew es especial porque ninguna vuelta sale igual y si bien tenemos a los ingenieros, lo primero que debe que mirar el piloto son las banderas para ver de qué lado está el viento, porque puede haber una diferencia de velocidad de 10 o más kilómetros y si te olvidás del viento, podés pasar tres metros de largo en una curva y arruinás la vuelta, eso no pasa en trazados más trabados”, precisó.
“En la recta podés llegar en promedio a 240 kilómetros por hora, pero incluso hemos llegado al límite de corte, a los 260 kms/h”, aseguró García.
Enseguida se agregó Pernía para darle mayor dimensión a la velocidad final: “imagínate cuando tenés que frenar en diagonal o con un salto a 260 kms/h con un loco adelante y con otros tres atrás, en este circuito cada vuelta es impredecible”, remarcó.
Las autoridades de Autos del Sur prefirieron el bajo perfil para que los pilotos pudieran interactuar con el público, que no sólo disfrutó de la presentación, del encendido de los autos, de la amabilidad de los corredores, sino que además fue beneficiario de sorteos de entradas y vouchers que dispuso la firma.
Autos del Sur se infla el pecho con el patrocinio, resuelto en la casa central de Trelew, de los pilotos oficiales Toyota del equipo Arana Ingeniería Sport, Mariano Pernía y Antonio García, a los que presentó este viernes antes de la primera fecha del Turismo Nacional en el autódromo de la ciudad.
La presentación estuvo comandada por el gerente local de Autos del Sur, Carlos Pérez Gómez, y el responsable de la división Usados, Emiliano Scandroglio.
Mariano Pernía, pronto a cumplir 47 años, tiene una foja de ruta muy ligada al fútbol profesional y luego al automovilismo, como un calco a la trayectoria de su padre, Vicente “El Tano” Pernía, el ex defensor de Boca y después piloto del Turismo Carretera.
Pernía hijo debutó en la Primera de Independiente, después jugó en el Atlético Madrid, se nacionalizó español e incluso vistió la camiseta de la selección ibérica en el Mundial de Alemania de 2006, antes de regresar a Tigre, donde finalizó su carrera como futbolista profesional.
En septiembre de 2011 debutó como piloto de carreras en el autódromo “Mar y Valle” de Trelew, donde se dio el lujo de ganar la carrera de la mononarca Fiat Línea que acompañaba por entonces al TC 2000, con su hermano Leonel, actual campeón del Turismo Nacional, festejando con él subido al guard rail.
Luego de la enfática presentación del periodista y relator de automovilismo, Hugo Sfiligoy, Mariano habló de las sensaciones de correr y admitió que nunca dimensionó los riesgos del automovilismo hasta que vio debutar a su sobrino Tiago, el hijo de su hermano Lionel, con quienes debe competir en la pista.
Precisamente habló de la preparación de la escudería Toyota, cuyo modelo Corolla, tratará de equiparar fuerzas con el Ford Focus, que con su hermano a bordo, dominó la temporada pasada.
“La categoría es muy diferente a la que conocíamos años atrás, hoy está muy profesionalizada, cuenta cada detalle”, analizó.
Después, ante una consulta de Jornada, sobre la diferencia de emociones entre el fútbol y el automovilismo, aclaró que “para mí el fútbol fue una cosa más natural porque lo practiqué desde chiquito, en cambio en el automovilismo, si bien acompañaba a mi viejo a todos lados cuando los las carreras se hacían incluso en la ruta, lo empecé a hacer de grande, hay un montón de errores que debí haber cometido en el karting o en el fórmula, obviamente fue mucho más tranquilo mi debut en el fútbol que en el automovilismo”.
“Es un desafío hermoso, la categoría está trabajando mucho para que haya una gran paridad entre las marcas, y creo que en Toyota tenemos todo para competir de igual a igual con todas las marcas, no solamente con Ford, sino con las otras como Chevrolet. El profesionalismo es lo principal, en el deporte y en la vida, darlo todo, vaciarse dentro lo que hacés y acá estamos en un equipo que hace eso y con pilotos que viven por y para esto y con marcas que nos apoyan para dejarlo todo y lograr los mejores resultados”, dijo sobre la rivalidad que incluso deberá dejar de lado lo familiar.
El perfil de Antonino García, el rionegrino dela “isla” Fray Luis Beltrán es diferente, decididamente de un ingeniero. El piloto de 32 años se dedicó a explicar detalles técnicos, se refirió a la ardua tarea que significa limar centésimas, milésimas, para lograr equipararse con las otras marcas, e incluso a la hora de acelerar el auto, lo hizo con más calma, de manera más metódica.
“Estamos bien, pero hay que seguir trabajando, en la primera fecha lo importante es puntuar, por un montón de cosas, siempre es importante un buen resultado desde el arranque”, admitió.
“El circuito de Trelew es especial porque ninguna vuelta sale igual y si bien tenemos a los ingenieros, lo primero que debe que mirar el piloto son las banderas para ver de qué lado está el viento, porque puede haber una diferencia de velocidad de 10 o más kilómetros y si te olvidás del viento, podés pasar tres metros de largo en una curva y arruinás la vuelta, eso no pasa en trazados más trabados”, precisó.
“En la recta podés llegar en promedio a 240 kilómetros por hora, pero incluso hemos llegado al límite de corte, a los 260 kms/h”, aseguró García.
Enseguida se agregó Pernía para darle mayor dimensión a la velocidad final: “imagínate cuando tenés que frenar en diagonal o con un salto a 260 kms/h con un loco adelante y con otros tres atrás, en este circuito cada vuelta es impredecible”, remarcó.
Las autoridades de Autos del Sur prefirieron el bajo perfil para que los pilotos pudieran interactuar con el público, que no sólo disfrutó de la presentación, del encendido de los autos, de la amabilidad de los corredores, sino que además fue beneficiario de sorteos de entradas y vouchers que dispuso la firma.