Martiniano Hernández, el recolector de goles
Es delantero de La Ribera, que juega el Regional. Y trabaja de recolector de residuos. "Todos mis compañeros se sacrifican mucho, yo no puedo dar menos”, narró "Martigol".
Por Francisco Caputo
El amor por el fútbol no entiende de fronteras. Ese amor implica sacrificios y exigencias, tanto de los equipos como de los individuos. Martiniano Hernández, delantero de La Ribera, es un claro ejemplo de ello.
Por las mañanas, de lunes a sábado, este delantero de 30 años trabaja en la recolección de residuos de Rawson. Por las tardes, asiste a las prácticas del “Canario”, que se encuentra disputando el Regional.
Es un trabajo que exige y condiciona sobremanera el rendimiento físico. Pero Martiniano no se amilana. “Todos mis compañeros se sacrifican mucho, yo no puedo dar menos”, le comentó "Martigol" a Jornada.
Su historia
Del barrio Gregorio Mayo, Martiniano debutó en Germinal, club con el que salió campeón de la Liga del Valle. Posteriormente, migró a Huracán y se alejó del fútbol oficial. Incursionó en los torneos interbarrios capitalinos, donde jugó en Defensores del Parque, club donde es ídolo.
En 2022, Isaías Aberasturi, quien lo tuvo en el “Globo”, lo reclutó para La Ribera. Es su segundo Regional con el “Canario” de Rawson. En el primero, el equipo avanzó de fase. La meta para esta temporada es la misma. “El objetivo es clasificar y dar todo lo mejor para dejar bien para al club. Este equipo viene demostrando que tiene garra para esta clase de torneos”, comentó.
El trabajo
El sueño deportivo convive con el trabajo. “Trabajo en el camión de la basura, entró a las seis de la mañana hasta las once. Como, descanso y voy a entrenar. Luego, estoy con mi familia”, indicó. “Es un trabajo desgastante, tenés que subir y bajar del camión a cada rato. La pasión hace que se sienta menos”, comentó el artillero.
Martiniano encuentra energías en su familia, un apoyo vital. “Vivo con mi pareja Rocío y mi hijo Lautaro, estamos siempre juntos, me acompañan a la cancha, en todo están ellos, me acompañan en todo momento”, remató.
Saludos
“Le doy gracias mi familia, a mis amigos del barrio Gregorio Mayo que me dan lo mejor, a La Ribera”, indicó Martiniano.
Por Francisco Caputo
El amor por el fútbol no entiende de fronteras. Ese amor implica sacrificios y exigencias, tanto de los equipos como de los individuos. Martiniano Hernández, delantero de La Ribera, es un claro ejemplo de ello.
Por las mañanas, de lunes a sábado, este delantero de 30 años trabaja en la recolección de residuos de Rawson. Por las tardes, asiste a las prácticas del “Canario”, que se encuentra disputando el Regional.
Es un trabajo que exige y condiciona sobremanera el rendimiento físico. Pero Martiniano no se amilana. “Todos mis compañeros se sacrifican mucho, yo no puedo dar menos”, le comentó "Martigol" a Jornada.
Su historia
Del barrio Gregorio Mayo, Martiniano debutó en Germinal, club con el que salió campeón de la Liga del Valle. Posteriormente, migró a Huracán y se alejó del fútbol oficial. Incursionó en los torneos interbarrios capitalinos, donde jugó en Defensores del Parque, club donde es ídolo.
En 2022, Isaías Aberasturi, quien lo tuvo en el “Globo”, lo reclutó para La Ribera. Es su segundo Regional con el “Canario” de Rawson. En el primero, el equipo avanzó de fase. La meta para esta temporada es la misma. “El objetivo es clasificar y dar todo lo mejor para dejar bien para al club. Este equipo viene demostrando que tiene garra para esta clase de torneos”, comentó.
El trabajo
El sueño deportivo convive con el trabajo. “Trabajo en el camión de la basura, entró a las seis de la mañana hasta las once. Como, descanso y voy a entrenar. Luego, estoy con mi familia”, indicó. “Es un trabajo desgastante, tenés que subir y bajar del camión a cada rato. La pasión hace que se sienta menos”, comentó el artillero.
Martiniano encuentra energías en su familia, un apoyo vital. “Vivo con mi pareja Rocío y mi hijo Lautaro, estamos siempre juntos, me acompañan a la cancha, en todo están ellos, me acompañan en todo momento”, remató.
Saludos
“Le doy gracias mi familia, a mis amigos del barrio Gregorio Mayo que me dan lo mejor, a La Ribera”, indicó Martiniano.