El presidente alemán pidió "perdón" por las masacres en Tanzania

Unos 100 años después del fin del sangriento dominio colonial alemán en África Oriental, el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, pidió hoy perdón a los descendientes de los varios cientos de miles de víctimas de los abusos cometidos por las fuerzas de su país en Tanzania, durante una visita a Songea, lugar de la masacre Mayi Mayi a principios del siglo XX.

01 NOV 2023 - 15:02 | Actualizado 01 NOV 2023 - 15:03

"Me inclino ante las víctimas del dominio colonial alemán. Y como presidente, quiero pedir perdón por lo que los alemanes han hecho sufrir aquí a sus antepasados", dijo el mandatario durante una visita a la ciudad tanzana de Songea, informó la agencia de noticais AFP.

En medio de aplausos, Steinmeier aseguró a los descendientes que Alemania estaba dispuesta a asumir juntos el pasado.

Entre 1905 y 1907, las tropas coloniales alemanas masacraron entre 200.000 y 300.000 representantes de los Mayi-Mayi después de un levantamiento de estos últimos, según estimaciones proporcionadas por los historiadores.

Steinmeier habló de la suerte del jefe Songea Mbano, un líder de la rebelión en ese momento, ahorcado y decapitado por los alemanes junto con 66 de sus combatientes.

"Cualquiera en Alemania que sepa más sobre la historia colonial alemana debe estar horrorizado por la magnitud de la crueldad con la que actuó el país", continuó.

"¡Me da tanta vergüenza! Me avergüenzo de lo que los soldados coloniales alemanes han hecho sufrir a vuestros antepasados", declaró ante los descendientes del jefe Songea, según el texto del discurso.

Steinmeier también se reunió con los descendientes de las víctimas del colonialismo y la guerra. El encuentro tuvo lugar en un pequeño grupo sin periodistas.

El mandatario escuchó las historias de los familiares de aquellas personas que fueron masacradas por las tropas coloniales del Imperio Alemán por resistirse a la opresión, los trabajos forzados y el saqueo. O que, como la mayoría, murieron de hambre porque los ocupantes utilizaron una estrategia de tierra arrasada, devastando campos, incendiando graneros y destruyendo pozos para sofocar el levantamiento africano.

"Lloro con ustedes por el jefe Songea y por los demás ejecutados. Me inclino ante las víctimas del dominio colonial alemán", declaró el jefe de Estado alemán, informó la agencia de noticias Europa Press.

Steinmeier visitó el Museo Mayi Mayi de Songea, uno de los principales escenarios de la guerra, y depositó una rosa roja en la tumba del jefe Songea Mbano y una corona de flores en la tumba colectiva de los demás combatientes.

La visita a Tanzania de Steinmeier, cuyo cargo es esencialmente honorario en Alemania, pero que tiene un papel de garante moral del país, tiene lugar al mismo tiempo que la del rey Carlos III en Kenia, que también condenó los abusos coloniales de su país, el Reino Unido.

Casi al mismo tiempo que la guerra en el África Oriental Alemana, fue sofocado también con derramamiento de sangre, un levantamiento de la población oprimida en el África del Sudoeste Alemana.

Los historiadores estiman que allí murieron entre 65.000 y 80.000 herero y al menos 10.000 a 20.000 nama, ambas etnias de Namibia.

El Gobierno alemán reconoció estas atrocidades como genocidio y se negoció un acuerdo de reconciliación entre Alemania y Namibia, que está a punto de firmarse.

En el mismo, se prevén ayudas para los descendientes por un valor de 1.160 millones de dólares.

01 NOV 2023 - 15:02

"Me inclino ante las víctimas del dominio colonial alemán. Y como presidente, quiero pedir perdón por lo que los alemanes han hecho sufrir aquí a sus antepasados", dijo el mandatario durante una visita a la ciudad tanzana de Songea, informó la agencia de noticais AFP.

En medio de aplausos, Steinmeier aseguró a los descendientes que Alemania estaba dispuesta a asumir juntos el pasado.

Entre 1905 y 1907, las tropas coloniales alemanas masacraron entre 200.000 y 300.000 representantes de los Mayi-Mayi después de un levantamiento de estos últimos, según estimaciones proporcionadas por los historiadores.

Steinmeier habló de la suerte del jefe Songea Mbano, un líder de la rebelión en ese momento, ahorcado y decapitado por los alemanes junto con 66 de sus combatientes.

"Cualquiera en Alemania que sepa más sobre la historia colonial alemana debe estar horrorizado por la magnitud de la crueldad con la que actuó el país", continuó.

"¡Me da tanta vergüenza! Me avergüenzo de lo que los soldados coloniales alemanes han hecho sufrir a vuestros antepasados", declaró ante los descendientes del jefe Songea, según el texto del discurso.

Steinmeier también se reunió con los descendientes de las víctimas del colonialismo y la guerra. El encuentro tuvo lugar en un pequeño grupo sin periodistas.

El mandatario escuchó las historias de los familiares de aquellas personas que fueron masacradas por las tropas coloniales del Imperio Alemán por resistirse a la opresión, los trabajos forzados y el saqueo. O que, como la mayoría, murieron de hambre porque los ocupantes utilizaron una estrategia de tierra arrasada, devastando campos, incendiando graneros y destruyendo pozos para sofocar el levantamiento africano.

"Lloro con ustedes por el jefe Songea y por los demás ejecutados. Me inclino ante las víctimas del dominio colonial alemán", declaró el jefe de Estado alemán, informó la agencia de noticias Europa Press.

Steinmeier visitó el Museo Mayi Mayi de Songea, uno de los principales escenarios de la guerra, y depositó una rosa roja en la tumba del jefe Songea Mbano y una corona de flores en la tumba colectiva de los demás combatientes.

La visita a Tanzania de Steinmeier, cuyo cargo es esencialmente honorario en Alemania, pero que tiene un papel de garante moral del país, tiene lugar al mismo tiempo que la del rey Carlos III en Kenia, que también condenó los abusos coloniales de su país, el Reino Unido.

Casi al mismo tiempo que la guerra en el África Oriental Alemana, fue sofocado también con derramamiento de sangre, un levantamiento de la población oprimida en el África del Sudoeste Alemana.

Los historiadores estiman que allí murieron entre 65.000 y 80.000 herero y al menos 10.000 a 20.000 nama, ambas etnias de Namibia.

El Gobierno alemán reconoció estas atrocidades como genocidio y se negoció un acuerdo de reconciliación entre Alemania y Namibia, que está a punto de firmarse.

En el mismo, se prevén ayudas para los descendientes por un valor de 1.160 millones de dólares.


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