Un premio internacional para un artesano en madera de El Bolsón

Los trabajos de Rubén Rodríguez ya han sido distinguidos unas 40 veces en concursos nacionales e internacionales. En esta oportunidad, una nuez tallada sobre el tronco de un radal caído durante una tormenta mereció el primer lugar del “Premio al Lujo Sostenible en América Latina”, donde los participantes son artesanos que preservan la cultura y las tradiciones locales.

Foto de Fernando Bonansea.
30 OCT 2023 - 19:54 | Actualizado 30 OCT 2023 - 19:59

Por Fernando Bonansea.

El patio de Rubén Rodríguez, en Villa Turismo, está impregnado de los olores del bosque: los nogales, las retamas, las formas de la casa, del puente y del taller, al fondo. Sus perros celebran la llegada de visitantes y su mano se extiende franca en la bienvenida.

Su obra “Estudio de una nuez”, acaba de ganar la categoría “Arte en madera” del “Premio al Lujo Sostenible en América Latina”, una distinción de carácter exclusivamente sociocultural, cuyo propósito es reconocer anualmente la combinación de estética, belleza y calidad en la artesanía en el universo del lujo en Latinoamérica.

Foto de Fernando Bonansea.

El jurado está integrado por expertos de distintos países de Sudamérica y de Francia. En esta oportunidad, el artesano bolsonés se inspiró “en la topografía de la Patagonia para su realización y utilizó madera de un árbol de radal, nativo de la región, que se había caído en una tormenta. Su obra fue exhibida en la exposición de MATRIA y en este momento está en galerías de París y Ámsterdam”, indicaron.

Sentado entre sus gubias y formones, aclaró que “la palabra lujo es entre comillas, valorando la cuestión ecológica de la artesanía y la manera con que se llega a construir la pieza tallada, porque se utilizan las manos y detrás hay una historia para contar. Inclusive, hay artesanos que vienen con la transmisión de sus conocimientos de generación en generación”.

Subrayó enseguida que “el premio es importante observando quienes lo han ganado, como Máximo Laura (Perú), un verdadero maestro y un prócer en el telar, o el maestro orfebre en platería Emilio Petarca (Buenos Aires), entre otros”.

Acerca de su inspiración para tallar la nuez, Rubén Rodríguez recordó que “no es una copia literal del fruto seco, sino que una tarde a orillas del lago Puelo me puse a ver los pliegues geográficos que aparecían hacia el cerro Cuevas y bahía Las Lágrimas. Como siempre me llevo las gubias, comencé a tallar un tronco de maitén que encontré. En realidad, representa el paisaje de nuestra cordillera, y también este fruto de Dios que simboliza la producción de la zona. Las cosas que salen de la madera siempre tienen que ver con algo interior que se va construyendo, junto con la vida”.

Cabe recordar que el artesano lugareño tiene una vasta trayectoria en exposiciones nacionales e internacionales, con reconocimientos como el Fondo Nacional de las Artes; Premio internacional en la Rural 2006; 12 primeros premios en salones nacionales de artesanía (rubro madera) y otros tres primeros premios en esculturas. De igual modo, este año la Legislatura de Río Negro distinguió su trayectoria como escultor y artesano y declaró su obra de interés cultural y social. Asimismo, graficó que “estuve exponiendo en la Fiesta Nacional del Poncho (Catamarca), donde recibí un premio a la trayectoria”.

“Me considero un trabajador –agregó-, a quien cada tanto le sale algo más o menos artístico y lo pongo a consideración de la gente. Participar en concursos me permite hacer piezas exclusivas sin pensar en la venta”.

Señaló que “con esta actividad se puede sobrevivir. De hecho, mis ingresos son por las clases de enseñanza en mi taller, donde recibo a estudiantes todos los viernes. También estuve durante más de 20 años en la feria regional de artesanos de El Bolsón, pero con la pandemia dejé de ir”.

“Ojalá que este espacio sea una usina de nuevos artistas, hay quienes vienen a aprender para dedicarse a la artesanía, pero también otros que lo hacen por hobby o para relajarse y crear algo, quizás una escultura”, detalló.

Desde su óptica, “a la madera no hay que apurarla, uno empieza y la corteza no devuelve la fibra. Si uno la trata bien y comienza a tallarla con cuidado, con las herramientas bien afiladas y observando cada detalle, va saliendo de su primer abrigo y se entrega”.

“Es un contacto sensual entre el tallador y el material. En mi caso, pienso que en un tronco está el mundo, por ello hay que valorar aquello que no se ve, el espacio que se va liberando es parte del trabajo. Después, está en la búsqueda de cada uno poder plasmar lo que aparece en su espíritu y en su mente”, concluyó.

Ganadores

En esta oportunidad, además de Rubén Rodríguez en la categoría “Arte en madera”, las principales distinciones fueron para Magdalena Pedro Martínez (Oxaca, México), en la categoría “Cerámica”, quien utilizó “la técnica ancestral de más de 2500 años de cocción de reducción de oxígeno para hacer una maravillosa pieza de barro que representa los trajes típicos de las mujeres de su pueblo”.

En la categoría “Arte en metal”, el ganador fue Marcelo Toledo, un orfebre y artista contemporáneo rioplatense, “con el uso de piezas recuperadas de plata 925 para la realización de un plato divino”. En tanto, la categoría “Arte textil” distinguió “una pieza superlativa peruana, que representa los espacios mágicos y religiosos de la cosmovisión andina”, elaborada en alpaca y algodón por Alfonso Sulca Chávez.

Foto de Fernando Bonansea.
30 OCT 2023 - 19:54

Por Fernando Bonansea.

El patio de Rubén Rodríguez, en Villa Turismo, está impregnado de los olores del bosque: los nogales, las retamas, las formas de la casa, del puente y del taller, al fondo. Sus perros celebran la llegada de visitantes y su mano se extiende franca en la bienvenida.

Su obra “Estudio de una nuez”, acaba de ganar la categoría “Arte en madera” del “Premio al Lujo Sostenible en América Latina”, una distinción de carácter exclusivamente sociocultural, cuyo propósito es reconocer anualmente la combinación de estética, belleza y calidad en la artesanía en el universo del lujo en Latinoamérica.

Foto de Fernando Bonansea.

El jurado está integrado por expertos de distintos países de Sudamérica y de Francia. En esta oportunidad, el artesano bolsonés se inspiró “en la topografía de la Patagonia para su realización y utilizó madera de un árbol de radal, nativo de la región, que se había caído en una tormenta. Su obra fue exhibida en la exposición de MATRIA y en este momento está en galerías de París y Ámsterdam”, indicaron.

Sentado entre sus gubias y formones, aclaró que “la palabra lujo es entre comillas, valorando la cuestión ecológica de la artesanía y la manera con que se llega a construir la pieza tallada, porque se utilizan las manos y detrás hay una historia para contar. Inclusive, hay artesanos que vienen con la transmisión de sus conocimientos de generación en generación”.

Subrayó enseguida que “el premio es importante observando quienes lo han ganado, como Máximo Laura (Perú), un verdadero maestro y un prócer en el telar, o el maestro orfebre en platería Emilio Petarca (Buenos Aires), entre otros”.

Acerca de su inspiración para tallar la nuez, Rubén Rodríguez recordó que “no es una copia literal del fruto seco, sino que una tarde a orillas del lago Puelo me puse a ver los pliegues geográficos que aparecían hacia el cerro Cuevas y bahía Las Lágrimas. Como siempre me llevo las gubias, comencé a tallar un tronco de maitén que encontré. En realidad, representa el paisaje de nuestra cordillera, y también este fruto de Dios que simboliza la producción de la zona. Las cosas que salen de la madera siempre tienen que ver con algo interior que se va construyendo, junto con la vida”.

Cabe recordar que el artesano lugareño tiene una vasta trayectoria en exposiciones nacionales e internacionales, con reconocimientos como el Fondo Nacional de las Artes; Premio internacional en la Rural 2006; 12 primeros premios en salones nacionales de artesanía (rubro madera) y otros tres primeros premios en esculturas. De igual modo, este año la Legislatura de Río Negro distinguió su trayectoria como escultor y artesano y declaró su obra de interés cultural y social. Asimismo, graficó que “estuve exponiendo en la Fiesta Nacional del Poncho (Catamarca), donde recibí un premio a la trayectoria”.

“Me considero un trabajador –agregó-, a quien cada tanto le sale algo más o menos artístico y lo pongo a consideración de la gente. Participar en concursos me permite hacer piezas exclusivas sin pensar en la venta”.

Señaló que “con esta actividad se puede sobrevivir. De hecho, mis ingresos son por las clases de enseñanza en mi taller, donde recibo a estudiantes todos los viernes. También estuve durante más de 20 años en la feria regional de artesanos de El Bolsón, pero con la pandemia dejé de ir”.

“Ojalá que este espacio sea una usina de nuevos artistas, hay quienes vienen a aprender para dedicarse a la artesanía, pero también otros que lo hacen por hobby o para relajarse y crear algo, quizás una escultura”, detalló.

Desde su óptica, “a la madera no hay que apurarla, uno empieza y la corteza no devuelve la fibra. Si uno la trata bien y comienza a tallarla con cuidado, con las herramientas bien afiladas y observando cada detalle, va saliendo de su primer abrigo y se entrega”.

“Es un contacto sensual entre el tallador y el material. En mi caso, pienso que en un tronco está el mundo, por ello hay que valorar aquello que no se ve, el espacio que se va liberando es parte del trabajo. Después, está en la búsqueda de cada uno poder plasmar lo que aparece en su espíritu y en su mente”, concluyó.

Ganadores

En esta oportunidad, además de Rubén Rodríguez en la categoría “Arte en madera”, las principales distinciones fueron para Magdalena Pedro Martínez (Oxaca, México), en la categoría “Cerámica”, quien utilizó “la técnica ancestral de más de 2500 años de cocción de reducción de oxígeno para hacer una maravillosa pieza de barro que representa los trajes típicos de las mujeres de su pueblo”.

En la categoría “Arte en metal”, el ganador fue Marcelo Toledo, un orfebre y artista contemporáneo rioplatense, “con el uso de piezas recuperadas de plata 925 para la realización de un plato divino”. En tanto, la categoría “Arte textil” distinguió “una pieza superlativa peruana, que representa los espacios mágicos y religiosos de la cosmovisión andina”, elaborada en alpaca y algodón por Alfonso Sulca Chávez.


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