Sanación, trabajos y guías espirituales: el misterio de la desaparición de Marina

Los padres de Marina Champagna habían denunciado en febrero del 2022, que una especie de “secta” de Puerto Madryn la había cooptado. La chica, de 24 años, sigue sin aparecer. La Justicia federal está siguiendo la pista de esa enigmática organización. Jornada Web accedió a un testimonio revelador de una víctima que escapó

17 AGO 2023 - 18:38 | Actualizado 18 AGO 2023 - 13:00

Por Lisandro Aguirregabiría/Redacción Jornada

Poderes de sanación, guías espirituales, geriátricos y viajes a España, son algunas de las piezas que conforman el puzzle de la misteriosa desaparición de Marina Champagna, de 24 años, en Puerto Madryn, hace una semana, y aún no se sabe nada de ella.

La causa está en manos de la Justicia Federal con asiento en Rawson, y todo apunta a la misma secta que los padres denunciaron hace un año y medio que la había “cooptado” y separado de ellos cuando era adolescente.

Los padres, Marcela Hernández y Eduardo Champagna, de Comodoro Rivadavia, en febrero del año pasado, denunciaron por Jornada que una mujer dominicana, una psicóloga de Puerto Madryn y otras dos personas, le habían lavado el cerebro.

Los hilos de la trama conducen a un geriátrico de las Quintas del Mirador, un negocio de venta de filtros purificadores de agua y una quinta en el Doradillo. Detrás de estas fachadas hay un submundo de espiritismo, seres de otros mundos y poderes ocultos.

En 2015, en Comodoro Rivadavia, la familia conoce a la dominicana, una tal “J”, con quien entabla una relación muy cercana y descubre que Marina tiene “dones de sanación y curación y había que prepararla”. Entraron rápidamente en confianza y, al cabo de unos años, cayeron en que habían sido engañados y les habían sacado mucha plata.

Pero ellos perdieron mucho más que dinero. Marina, quien en aquel momento tenía 16 años, entabló una relación muy cercana con los espiritistas. Al parecer la chica, después de cierto tiempo, decide mudarse a Puerto Madryn y sigue en contacto la organización.

Los padres, Marcela y Eduardo, habían sido víctimas de esos juegos mentales, y se imaginaban lo que estaban haciendo con su hija.

“Te queremos hablar a vos, Marina, para decirte que durante este tiempo permanentemente intentamos saber de vos, jamás te olvidamos”, le imploraron a Marina que regresara en febrero del año pasado, a través de Jornada.

“Ellos siempre encuentran un motivo para pedir dinero. Desde dolencia física de la que ofrecen solución y un tratamiento con secuencia de días y horarios. Eran muy costosos. Fuimos siempre trabajadores públicos y no nos sobraba el dinero. Ellos vulneran tu voluntad. No es algo abrupto. Lo hacen con el tiempo”, revelaron en aquel momento.

No eran los únicos.

Una mujer que se contactó Jornada Web-pongámosle “Z”- vivió en carne propia lo que imagina que pudo haberle pasado a Marina. En aquel momento, cuando los padres imploraban que la hija regresara, ella sabía mejor que nadie el calvario que debían estar pasando.

“Z” estuvo diez años cooptada por esta organización que tiene su epicentro en Las Quintas del Mirador y ramificaciones en El Doradillo. Todo empezó con un trabajo cuidando abuelos que era demasiado bueno como para ser verdad.

Al cabo de unos años, “Z” estaba gerenciando una organización lucrativa que le permitía darse todos los gustos y codearse con lo más alto. A todo esto, “J,” liberada del trabajo del cuidado de los abuelos, iba y venía de España con perfumes importados.

El sueño a “Z” le duró lo suficiente como para engrosar su patrimonio hasta que, el día menos pensado, llegó la profecía: “una persona muy querida va a morir.” Así se lo revelaron los “guías espirituales” a la dominicana y ella se lo transmitió a “Z”, que se quedó paralizada.

Había que hacer un “trabajo” para salvarlo. ¿Cuánto dinero estaba dispuesta a perder por lo que más quería en el mundo? La dominicana hablaba “con Dios delante”, reforzando su fe. La psicóloga hacía el resto del trabajo.

“Z” estaba sugestionada y temblaba. No podía dormir por las noches. Juntó cada peso y la llamó a la dominicana dispuesta a pagar. Había un problema. Los guías no daban financiamiento en cuotas. Tampoco aceptaban tarjeta de crédito. Querían todo el dinero en efectivo.

Un día de sol “Z” se iluminó y tuvo una revelación: el hijo se iba a salvar, se iban a ir vacaciones y se iban a patinar juntos toda la plata. Nada en este mundo podría hacerles daño. Ellos eran buenos, honestos, gente de bien. “Dios no lo va a permitir”.

Después de un tiempo llegó el turno a Marina. “Z” ya había salido de esa red de espiritismo y había montado su propio negocio. Ahora no dependía de nadie.

Una persona en común le fue con el cuento que la chica que había entrado a trabajar a Las Quintas del Mirador estaba “loca” y era la “sobrina” de alguien importante en la organización. En algún momento la vieron vendiendo purificadores de agua.

Esto es lo último que se sabe de Marina.

Hace un par de días, la Policía hizo una serie de allanamientos en Puerto Madryn en una causa lleva adelante la Justicia Federal por trata de personas. Allí secuestraron elementos con los que practicaban rituales religiosos.

Este sería solo el principio.

Algunas pistas indican que Marina podría haberse ido de Chubut. No obstante, por ahora no hay nada que conecte su desaparición directamente con esta organización.

Hay dos detenidos, pero de la dominicana no se sabe nada.

“Z” no quiere imaginarse lo que pudo haber pasado.

Seguro que está en España”, arriesga la mujer que alguna vez estuvo ahí mientras le prende una vela a Marina.

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17 AGO 2023 - 18:38

Por Lisandro Aguirregabiría/Redacción Jornada

Poderes de sanación, guías espirituales, geriátricos y viajes a España, son algunas de las piezas que conforman el puzzle de la misteriosa desaparición de Marina Champagna, de 24 años, en Puerto Madryn, hace una semana, y aún no se sabe nada de ella.

La causa está en manos de la Justicia Federal con asiento en Rawson, y todo apunta a la misma secta que los padres denunciaron hace un año y medio que la había “cooptado” y separado de ellos cuando era adolescente.

Los padres, Marcela Hernández y Eduardo Champagna, de Comodoro Rivadavia, en febrero del año pasado, denunciaron por Jornada que una mujer dominicana, una psicóloga de Puerto Madryn y otras dos personas, le habían lavado el cerebro.

Los hilos de la trama conducen a un geriátrico de las Quintas del Mirador, un negocio de venta de filtros purificadores de agua y una quinta en el Doradillo. Detrás de estas fachadas hay un submundo de espiritismo, seres de otros mundos y poderes ocultos.

En 2015, en Comodoro Rivadavia, la familia conoce a la dominicana, una tal “J”, con quien entabla una relación muy cercana y descubre que Marina tiene “dones de sanación y curación y había que prepararla”. Entraron rápidamente en confianza y, al cabo de unos años, cayeron en que habían sido engañados y les habían sacado mucha plata.

Pero ellos perdieron mucho más que dinero. Marina, quien en aquel momento tenía 16 años, entabló una relación muy cercana con los espiritistas. Al parecer la chica, después de cierto tiempo, decide mudarse a Puerto Madryn y sigue en contacto la organización.

Los padres, Marcela y Eduardo, habían sido víctimas de esos juegos mentales, y se imaginaban lo que estaban haciendo con su hija.

“Te queremos hablar a vos, Marina, para decirte que durante este tiempo permanentemente intentamos saber de vos, jamás te olvidamos”, le imploraron a Marina que regresara en febrero del año pasado, a través de Jornada.

“Ellos siempre encuentran un motivo para pedir dinero. Desde dolencia física de la que ofrecen solución y un tratamiento con secuencia de días y horarios. Eran muy costosos. Fuimos siempre trabajadores públicos y no nos sobraba el dinero. Ellos vulneran tu voluntad. No es algo abrupto. Lo hacen con el tiempo”, revelaron en aquel momento.

No eran los únicos.

Una mujer que se contactó Jornada Web-pongámosle “Z”- vivió en carne propia lo que imagina que pudo haberle pasado a Marina. En aquel momento, cuando los padres imploraban que la hija regresara, ella sabía mejor que nadie el calvario que debían estar pasando.

“Z” estuvo diez años cooptada por esta organización que tiene su epicentro en Las Quintas del Mirador y ramificaciones en El Doradillo. Todo empezó con un trabajo cuidando abuelos que era demasiado bueno como para ser verdad.

Al cabo de unos años, “Z” estaba gerenciando una organización lucrativa que le permitía darse todos los gustos y codearse con lo más alto. A todo esto, “J,” liberada del trabajo del cuidado de los abuelos, iba y venía de España con perfumes importados.

El sueño a “Z” le duró lo suficiente como para engrosar su patrimonio hasta que, el día menos pensado, llegó la profecía: “una persona muy querida va a morir.” Así se lo revelaron los “guías espirituales” a la dominicana y ella se lo transmitió a “Z”, que se quedó paralizada.

Había que hacer un “trabajo” para salvarlo. ¿Cuánto dinero estaba dispuesta a perder por lo que más quería en el mundo? La dominicana hablaba “con Dios delante”, reforzando su fe. La psicóloga hacía el resto del trabajo.

“Z” estaba sugestionada y temblaba. No podía dormir por las noches. Juntó cada peso y la llamó a la dominicana dispuesta a pagar. Había un problema. Los guías no daban financiamiento en cuotas. Tampoco aceptaban tarjeta de crédito. Querían todo el dinero en efectivo.

Un día de sol “Z” se iluminó y tuvo una revelación: el hijo se iba a salvar, se iban a ir vacaciones y se iban a patinar juntos toda la plata. Nada en este mundo podría hacerles daño. Ellos eran buenos, honestos, gente de bien. “Dios no lo va a permitir”.

Después de un tiempo llegó el turno a Marina. “Z” ya había salido de esa red de espiritismo y había montado su propio negocio. Ahora no dependía de nadie.

Una persona en común le fue con el cuento que la chica que había entrado a trabajar a Las Quintas del Mirador estaba “loca” y era la “sobrina” de alguien importante en la organización. En algún momento la vieron vendiendo purificadores de agua.

Esto es lo último que se sabe de Marina.

Hace un par de días, la Policía hizo una serie de allanamientos en Puerto Madryn en una causa lleva adelante la Justicia Federal por trata de personas. Allí secuestraron elementos con los que practicaban rituales religiosos.

Este sería solo el principio.

Algunas pistas indican que Marina podría haberse ido de Chubut. No obstante, por ahora no hay nada que conecte su desaparición directamente con esta organización.

Hay dos detenidos, pero de la dominicana no se sabe nada.

“Z” no quiere imaginarse lo que pudo haber pasado.

Seguro que está en España”, arriesga la mujer que alguna vez estuvo ahí mientras le prende una vela a Marina.


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