Retrocede la inflación en Europa, pero la economía se estanca

La inflación en Alemania, España y Francia presentó un nuevo retroceso en julio, informaron sus respectivos institutos de estadística pero, al mismo tiempo, el crecimiento en el segundo trimestre se mantuvo estancado, de la mano de las sucesivas subas de tasas de interés del Banco Central Europeo (BCE).

28 JUL 2023 - 16:19 | Actualizado 28 JUL 2023 - 16:20

En el caso de Alemania, la inflación se debilitó ligeramente, totalizando 6,2% en julio, tras el 6,4% del mes anterior; mientras que la variación mensual fue del 0,3%, indicó la Oficina Federal de Estadística (Destatis).

Fritzi Koehler-Geib, economista jefe del banco de desarrollo KfW, destacó a la agencia de noticias France Presse que la inflación, pese a ser elevada, retomó “una tendencia a la baja”.

En tanto, el instituto económico IFO, con sede en Berlín, proyecta que el descenso de la inflación será lento con nuevas subas en los próximos meses, en especial, en el sector minorista y alimentario, que contrasta con el sector manufacturero en donde, en general, ya se detuvieron.

La industria alemana es una de las que más resultó afectadas por la caída de la demanda interna y externa.

Esta situación contribuyó para que el Producto Bruto Interno (PBI) se mantuviera sin ningún tipo de variación en el segundo trimestre, respecto a los tres meses previos, según indicó Destatis.

La cifra fue peor de la esperada por que el consenso de los analistas, que apostaba por un repunte más fuerte del 0,3%.

La economía alemana salió de la recesión tras contraerse 0,4% en el cuarto trimestre del año pasado y 0,1% en el primer trimestre de este año.

Numerosos economistas prevén que la principal economía europea volverá a contraerse en el resto del año: de hecho, tanto el banco central (Bundesbank) como el Fondo Monetario Internacional (FMI) estiman que cerrará el año con un resultado negativo del 0,3%, siendo así la única economía del G7 cuya economía caería este año.

La situación es ligeramente distinta en Francia, cuya economía creció 0,5% en el segundo trimestre respecto al anterior, frente a la expansión del 0,1% del periodo enero-marzo, según el dato preliminar del Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos (Insee), que fue superior al anticipado, según indicó la agencia Bloomberg.

La aceleración del crecimiento se debió, sobre todo, al aporte de las exportaciones, mientras que, por el contrario, la demanda interna final volvió a contribuir negativamente al PBI debido a la caída del consumo de los hogares.

En tanto, en lo que hace a la inflación, hubo una nueva moderación en julio tras marcar 4,3% anual, dos décimas por debajo que, en el mes anterior, con la energía contrayéndose 3,8% y los alimentos y los servicios encareciéndose 12,6% y 3,1%, respectivamente.

En España, por su parte, el PBI del segundo trimestre creció 0,4%, una décima menos que en el primero, impulsada por el consumo, los servicios y la inversión, frente al retroceso en el comercio exterior y los malos resultados del sector agrícola.

El FMI y el gobierno español prevén que este año España crezca 2,5% y 2,1% respectivamente.

La inflación, en tanto, repuntó en julio ligeramente de 1,9% anual a 2,3%, por un repunte en los precios de los combustibles, pero, aun así, sigue ubicándose entre las más bajas de la Eurozona.

Al momento de anunciar la decisión, la titular del BCE, Christine Lagarde admitió que la economía de la Eurozona “continuará débil en el corto plazo”, especialmente por el “debilitamiento de la demanda doméstica”, que encuentra una de sus raíces en la suba de tasas.

Para los próximos meses, la mayoría de los economistas espera una última suba de tasas en septiembre, llevando la tasa de depósitos al 4%, aunque algunos creen que el BCE hará dicha alza más adelante en el año.

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28 JUL 2023 - 16:19

En el caso de Alemania, la inflación se debilitó ligeramente, totalizando 6,2% en julio, tras el 6,4% del mes anterior; mientras que la variación mensual fue del 0,3%, indicó la Oficina Federal de Estadística (Destatis).

Fritzi Koehler-Geib, economista jefe del banco de desarrollo KfW, destacó a la agencia de noticias France Presse que la inflación, pese a ser elevada, retomó “una tendencia a la baja”.

En tanto, el instituto económico IFO, con sede en Berlín, proyecta que el descenso de la inflación será lento con nuevas subas en los próximos meses, en especial, en el sector minorista y alimentario, que contrasta con el sector manufacturero en donde, en general, ya se detuvieron.

La industria alemana es una de las que más resultó afectadas por la caída de la demanda interna y externa.

Esta situación contribuyó para que el Producto Bruto Interno (PBI) se mantuviera sin ningún tipo de variación en el segundo trimestre, respecto a los tres meses previos, según indicó Destatis.

La cifra fue peor de la esperada por que el consenso de los analistas, que apostaba por un repunte más fuerte del 0,3%.

La economía alemana salió de la recesión tras contraerse 0,4% en el cuarto trimestre del año pasado y 0,1% en el primer trimestre de este año.

Numerosos economistas prevén que la principal economía europea volverá a contraerse en el resto del año: de hecho, tanto el banco central (Bundesbank) como el Fondo Monetario Internacional (FMI) estiman que cerrará el año con un resultado negativo del 0,3%, siendo así la única economía del G7 cuya economía caería este año.

La situación es ligeramente distinta en Francia, cuya economía creció 0,5% en el segundo trimestre respecto al anterior, frente a la expansión del 0,1% del periodo enero-marzo, según el dato preliminar del Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos (Insee), que fue superior al anticipado, según indicó la agencia Bloomberg.

La aceleración del crecimiento se debió, sobre todo, al aporte de las exportaciones, mientras que, por el contrario, la demanda interna final volvió a contribuir negativamente al PBI debido a la caída del consumo de los hogares.

En tanto, en lo que hace a la inflación, hubo una nueva moderación en julio tras marcar 4,3% anual, dos décimas por debajo que, en el mes anterior, con la energía contrayéndose 3,8% y los alimentos y los servicios encareciéndose 12,6% y 3,1%, respectivamente.

En España, por su parte, el PBI del segundo trimestre creció 0,4%, una décima menos que en el primero, impulsada por el consumo, los servicios y la inversión, frente al retroceso en el comercio exterior y los malos resultados del sector agrícola.

El FMI y el gobierno español prevén que este año España crezca 2,5% y 2,1% respectivamente.

La inflación, en tanto, repuntó en julio ligeramente de 1,9% anual a 2,3%, por un repunte en los precios de los combustibles, pero, aun así, sigue ubicándose entre las más bajas de la Eurozona.

Al momento de anunciar la decisión, la titular del BCE, Christine Lagarde admitió que la economía de la Eurozona “continuará débil en el corto plazo”, especialmente por el “debilitamiento de la demanda doméstica”, que encuentra una de sus raíces en la suba de tasas.

Para los próximos meses, la mayoría de los economistas espera una última suba de tasas en septiembre, llevando la tasa de depósitos al 4%, aunque algunos creen que el BCE hará dicha alza más adelante en el año.


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