En la carta agradeció a todos sus vecinos que tuvo desde que se mudó 42 años atrás, agregando que siempre lo trataron con respeto y con mucho cariño. Así mismo, dejó una foto suya sonriendo y un usuario de Twitter compartió la carta que rápidamente se viralizó en la red social.
Se despidió de sus vecinos con una carta que emocionó a todos.
En una hoja, José Ignacio plasmó lo que sentía al pasar sus últimos tres días en su hogar: “Hola vecinos. El viernes me ingresan en la residencia de ancianos y estos son mis últimos tres días aquí. Quería agradecerles por siempre haber sido respetuosos conmigo y haberme tratado con cariño. Haber vivido aquí 42 años de mi vida ha sido un placer”.
“Echaré de menos las blancas escaleras, recoger la carta del buzón cada mañana, e incluso los niños que juegan tocando a los timbres en las noches. Pero voy a estar bien. Espero que esta comunidad tan bonita que hemos creado siga existiendo muchas generaciones más. Os quiere, José Ignacio”.
Un usuario de Twitter lo compartió en su perfil y escribió: “Así se despidió de sus vecinos un señor que se marchaba a una residencia de ancianos”. En el mismo Tweet, sus seguidores respondieron: “No me hagan llorar porfa”, “alguna lagrimilla he soltado al leerlo”, “le enviamos algo para la fiesta de despedida”.
En la carta agradeció a todos sus vecinos que tuvo desde que se mudó 42 años atrás, agregando que siempre lo trataron con respeto y con mucho cariño. Así mismo, dejó una foto suya sonriendo y un usuario de Twitter compartió la carta que rápidamente se viralizó en la red social.
Se despidió de sus vecinos con una carta que emocionó a todos.
En una hoja, José Ignacio plasmó lo que sentía al pasar sus últimos tres días en su hogar: “Hola vecinos. El viernes me ingresan en la residencia de ancianos y estos son mis últimos tres días aquí. Quería agradecerles por siempre haber sido respetuosos conmigo y haberme tratado con cariño. Haber vivido aquí 42 años de mi vida ha sido un placer”.
“Echaré de menos las blancas escaleras, recoger la carta del buzón cada mañana, e incluso los niños que juegan tocando a los timbres en las noches. Pero voy a estar bien. Espero que esta comunidad tan bonita que hemos creado siga existiendo muchas generaciones más. Os quiere, José Ignacio”.
Un usuario de Twitter lo compartió en su perfil y escribió: “Así se despidió de sus vecinos un señor que se marchaba a una residencia de ancianos”. En el mismo Tweet, sus seguidores respondieron: “No me hagan llorar porfa”, “alguna lagrimilla he soltado al leerlo”, “le enviamos algo para la fiesta de despedida”.