Putin es invitado a la cumbre de ese grupo de cinco grandes potencias emergentes (Sudáfrica, Brasil, China, India y Rusia) prevista del 22 al 24 de agosto en Johanesburgo.
Pero el presidente ruso es objeto desde marzo de una orden de arresto de la Corte Penal Internacional (CPI) por crimen de guerra ante la "deportación" de niños ucranianos tras la invasión al país vecino, en unas acusaciones rechazadas por su Gobierno.
Como miembro de la CPI, Sudáfrica teóricamente debería detener a Putin si ingresa a su territorio, lo que configura un gran dilema diplomático para el Ejecutivo, que rechaza condenar la invasión rusa a Ucrania alegando su preferencia a mantenerse neutral y preferir el diálogo para poner fin a la guerra.
El caso tomó un rumbo judicial, ya que el principal partido opositor sudafricano, la Alianza democrática (DA), trata a través de la Justicia de forzar al Gobierno a que Putin sea detenido y entregado a la CPI si pisa Sudáfrica.
Pero Ramaphosa calificó la petición de ese partido de "irresponsable", consignó la agencia de noticias AFP.
"Rusia claramente indicó que cualquier detención de su presidente en ejercicio equivaldría a una declaración de guerra. No sería coherente con nuestra constitución arriesgarse a involucrar al país en una guerra con Rusia", escribió en una declaración jurada.
Sudáfrica busca obtener una derogación de las reglas de la CPI, ya que la detención de Putin podría amenazar "la seguridad, la paz y el orden del Estado", precisó Ramaphosa en ese texto firmado en junio y clasificado en principio confidencial, antes de que la Corte lo difundiera hoy.
El grupo de los Brics busca influir más en las instituciones internacionales hasta ahora dominadas por Estados Unidos y Europa.
Esta será la 15ª cumbre y se realizará en Johannesburgo en un centro de convenciones.
Sudáfrica mantiene con Rusia estrechos vínculos, ya que en la época del apartheid el Kremlin apoyó a Nelson Mandela y a su partido, actualmente en el poder, en la lucha contra el régimen racista.
Nueve días atrás, Ramaphosa había confirmado que el evento sería "presencial", pese a la orden de arresto.
La cumbre de los Brics se mantiene y será un encuentro "presencial", dijo Ramaphosa a la prensa, y agregó que estaban finalizando "las discusiones sobre el formato".
"Todos nosotros estamos comprometidos en tener una cumbre donde seamos capaces de mirarnos unos a otros", explicó.
En medios locales, se publicaron versiones de que el Gobierno sudafricano se planteaba trasladar la cumbre a China para evitar involucrarse en un eventual arresto de Putin, quien aún no confirmó su presencia.
Putin es invitado a la cumbre de ese grupo de cinco grandes potencias emergentes (Sudáfrica, Brasil, China, India y Rusia) prevista del 22 al 24 de agosto en Johanesburgo.
Pero el presidente ruso es objeto desde marzo de una orden de arresto de la Corte Penal Internacional (CPI) por crimen de guerra ante la "deportación" de niños ucranianos tras la invasión al país vecino, en unas acusaciones rechazadas por su Gobierno.
Como miembro de la CPI, Sudáfrica teóricamente debería detener a Putin si ingresa a su territorio, lo que configura un gran dilema diplomático para el Ejecutivo, que rechaza condenar la invasión rusa a Ucrania alegando su preferencia a mantenerse neutral y preferir el diálogo para poner fin a la guerra.
El caso tomó un rumbo judicial, ya que el principal partido opositor sudafricano, la Alianza democrática (DA), trata a través de la Justicia de forzar al Gobierno a que Putin sea detenido y entregado a la CPI si pisa Sudáfrica.
Pero Ramaphosa calificó la petición de ese partido de "irresponsable", consignó la agencia de noticias AFP.
"Rusia claramente indicó que cualquier detención de su presidente en ejercicio equivaldría a una declaración de guerra. No sería coherente con nuestra constitución arriesgarse a involucrar al país en una guerra con Rusia", escribió en una declaración jurada.
Sudáfrica busca obtener una derogación de las reglas de la CPI, ya que la detención de Putin podría amenazar "la seguridad, la paz y el orden del Estado", precisó Ramaphosa en ese texto firmado en junio y clasificado en principio confidencial, antes de que la Corte lo difundiera hoy.
El grupo de los Brics busca influir más en las instituciones internacionales hasta ahora dominadas por Estados Unidos y Europa.
Esta será la 15ª cumbre y se realizará en Johannesburgo en un centro de convenciones.
Sudáfrica mantiene con Rusia estrechos vínculos, ya que en la época del apartheid el Kremlin apoyó a Nelson Mandela y a su partido, actualmente en el poder, en la lucha contra el régimen racista.
Nueve días atrás, Ramaphosa había confirmado que el evento sería "presencial", pese a la orden de arresto.
La cumbre de los Brics se mantiene y será un encuentro "presencial", dijo Ramaphosa a la prensa, y agregó que estaban finalizando "las discusiones sobre el formato".
"Todos nosotros estamos comprometidos en tener una cumbre donde seamos capaces de mirarnos unos a otros", explicó.
En medios locales, se publicaron versiones de que el Gobierno sudafricano se planteaba trasladar la cumbre a China para evitar involucrarse en un eventual arresto de Putin, quien aún no confirmó su presencia.