Este observatorio espacial desarrollado a través de la colaboración de 14 países, construido y operado conjuntamente por la Agencia Espacial Europea, la Agencia Espacial Canadiense y la NASA, que empezó a funcionar en julio de 2022, identificó numerosas galaxias "candidatas" en el espectro infrarrojo, una longitud de onda invisible para el ojo humano que permite remontar mucho más en el tiempo.
Todas ellas están situadas en el extremo rojo del espectro, es decir que están muy lejos y con una edad que oscila entre los 300 y los 500 millones de años tras el Big Bang (que ocurrió hace 13.800 millones de años), según dos estudios publicados en Nature Astronomy.
Ambos documentos explican que en ese momento el Universo solo tenía el 2% de su edad actual, y atravesaba lo que los científicos denominan un periodo de reionización: después del periodo conocido como de las "épocas oscuras", se volvió a activar y empezó a producir una gran cantidad de estrellas.
La galaxia más lejana localizada por el JWST fue bautizada JADES-GS-z13-0 y, según los especialistas, se formó "320 millones de años después del Big Bang".
Su luz es “la más distante observada hasta la fecha” por los astrónomos, explicó Stéphane Charlot, del Instituto de Astrofísica de París, uno de los autores del estudio, según consignó un despacho de la agencia AFP.
El telescopio espacial también confirmó la existencia de la galaxia GM-z11, de unos 450 millones de años después del Big Bang, y que ya había sido detectada por el telescopio Hubble.
Las cuatro galaxias observadas son muy poco masivas -apenas un centenar de millones de masas solares, en comparación con los 1,5 billones de la Vía Láctea.
En cambio, estas galaxias son "muy activas a la hora de formar estrellas, en proporción con su masa", detalla este astrofísico.
La formación de las estrellas se está realizando "al mismo ritmo aproximadamente que la Vía Láctea" una rapidez "sorprendente en ese estadio inicial del Universo", comenta el investigador.
Según Pieter van Dokkum, astrónomo de la universidad de Yale, el aporte del JWST es "una proeza tecnológica” y “todos los meses" el telescopio supera "las fronteras de la exploración".
En febrero el James Webb localizó un grupo de seis galaxias de 500 a 700 millones de años de edad tras el Big Bang, aparentemente mucho más masivas de lo previsto.
Si la existencia de esas galaxias se viera confirmada por la espectroscopía, eso podría cuestionar parte de las teorías sobre la formación del universo.
Este observatorio espacial desarrollado a través de la colaboración de 14 países, construido y operado conjuntamente por la Agencia Espacial Europea, la Agencia Espacial Canadiense y la NASA, que empezó a funcionar en julio de 2022, identificó numerosas galaxias "candidatas" en el espectro infrarrojo, una longitud de onda invisible para el ojo humano que permite remontar mucho más en el tiempo.
Todas ellas están situadas en el extremo rojo del espectro, es decir que están muy lejos y con una edad que oscila entre los 300 y los 500 millones de años tras el Big Bang (que ocurrió hace 13.800 millones de años), según dos estudios publicados en Nature Astronomy.
Ambos documentos explican que en ese momento el Universo solo tenía el 2% de su edad actual, y atravesaba lo que los científicos denominan un periodo de reionización: después del periodo conocido como de las "épocas oscuras", se volvió a activar y empezó a producir una gran cantidad de estrellas.
La galaxia más lejana localizada por el JWST fue bautizada JADES-GS-z13-0 y, según los especialistas, se formó "320 millones de años después del Big Bang".
Su luz es “la más distante observada hasta la fecha” por los astrónomos, explicó Stéphane Charlot, del Instituto de Astrofísica de París, uno de los autores del estudio, según consignó un despacho de la agencia AFP.
El telescopio espacial también confirmó la existencia de la galaxia GM-z11, de unos 450 millones de años después del Big Bang, y que ya había sido detectada por el telescopio Hubble.
Las cuatro galaxias observadas son muy poco masivas -apenas un centenar de millones de masas solares, en comparación con los 1,5 billones de la Vía Láctea.
En cambio, estas galaxias son "muy activas a la hora de formar estrellas, en proporción con su masa", detalla este astrofísico.
La formación de las estrellas se está realizando "al mismo ritmo aproximadamente que la Vía Láctea" una rapidez "sorprendente en ese estadio inicial del Universo", comenta el investigador.
Según Pieter van Dokkum, astrónomo de la universidad de Yale, el aporte del JWST es "una proeza tecnológica” y “todos los meses" el telescopio supera "las fronteras de la exploración".
En febrero el James Webb localizó un grupo de seis galaxias de 500 a 700 millones de años de edad tras el Big Bang, aparentemente mucho más masivas de lo previsto.
Si la existencia de esas galaxias se viera confirmada por la espectroscopía, eso podría cuestionar parte de las teorías sobre la formación del universo.