Muchos de ellos se percataron de la presencia de la criatura por el fuerte ladrido de sus perros.
Si bien la leyenda del lobizón data de varios y se fue pasando de generación en generación, muchas personas argumentan fervientemente que la criatura existe y que ellos mismos la vieron.
En las últimas horas, una mujer del barrio de Prat contó que ante los ladridos de los perros se levantó de la cama y fue a ver qué pasaba, pero al asomarse a la ventana se llevó una gran sorpresa.
“Era el lobizón que estaba afuera de su casa provocando la alteración de los perros y las gallinas”, le comentó al resto de la cuadra.
Según pudo conocer el medio local Misiones OnLine, este hecho sobrenatural ocurrió el miércoles pasada la media noche y los vecinos lograron avisarse a través de un grupo de WhatsApp que tienen entre ellos.
Uno de ellos, quien es sereno en la zona, le contó al medio que “el animal se habría metido en el lago que existe en el barrio”.
“Esto ocurrió en la zona de la calle 75A y 178. Hay un lago, ahí se mete el bicho, es mucho más grande que un perro negro”, dijo en diálogo con Misiones OnLine cuando le consultaron por el hecho sobrenatural.
Aunque en esa oportunidad no pudieron fotografiar al animal, son varios los vecinos que aseguran haber visto lo mismo: un perro enorme y negro que al pasar alteraba a los perros del barrio.
El hecho se volvió viral y una señora explicó que podría tratarse de un Aguará guazú, el zorro más grande de América Latina, quien vive por estas zonas y es muy parecido a la idea que se tiene del lobizón.
“Debe ser un Aguará guazú, pobrecito. Hace años en Campo Largo apareció uno, casi lo matan con garrotes”, explicó con tristeza la señora a través de Twitter.
La leyenda del lobizón
Es un mito paraguayo que tiene similitud con el “hombre lobo” como se lo conoce en países de Europa y América del Norte.
Este, por su parte, se refiere a uno de los siete monstruos de la mitología guaraní, es el séptimo hijo de Tau y Keraná sobre quien cayó la maldición que tenían sus padres.
Al llegar a la adolescencia, en las noches de luna llena se transforma en Luizón, este monstruo que se confunde con un perro negro gigante y aterroriza a la sociedad.
Esta es una creencia muy difundida en las provincias del interior del país, sobre todo en el norte.
Muchos de ellos se percataron de la presencia de la criatura por el fuerte ladrido de sus perros.
Si bien la leyenda del lobizón data de varios y se fue pasando de generación en generación, muchas personas argumentan fervientemente que la criatura existe y que ellos mismos la vieron.
En las últimas horas, una mujer del barrio de Prat contó que ante los ladridos de los perros se levantó de la cama y fue a ver qué pasaba, pero al asomarse a la ventana se llevó una gran sorpresa.
“Era el lobizón que estaba afuera de su casa provocando la alteración de los perros y las gallinas”, le comentó al resto de la cuadra.
Según pudo conocer el medio local Misiones OnLine, este hecho sobrenatural ocurrió el miércoles pasada la media noche y los vecinos lograron avisarse a través de un grupo de WhatsApp que tienen entre ellos.
Uno de ellos, quien es sereno en la zona, le contó al medio que “el animal se habría metido en el lago que existe en el barrio”.
“Esto ocurrió en la zona de la calle 75A y 178. Hay un lago, ahí se mete el bicho, es mucho más grande que un perro negro”, dijo en diálogo con Misiones OnLine cuando le consultaron por el hecho sobrenatural.
Aunque en esa oportunidad no pudieron fotografiar al animal, son varios los vecinos que aseguran haber visto lo mismo: un perro enorme y negro que al pasar alteraba a los perros del barrio.
El hecho se volvió viral y una señora explicó que podría tratarse de un Aguará guazú, el zorro más grande de América Latina, quien vive por estas zonas y es muy parecido a la idea que se tiene del lobizón.
“Debe ser un Aguará guazú, pobrecito. Hace años en Campo Largo apareció uno, casi lo matan con garrotes”, explicó con tristeza la señora a través de Twitter.
La leyenda del lobizón
Es un mito paraguayo que tiene similitud con el “hombre lobo” como se lo conoce en países de Europa y América del Norte.
Este, por su parte, se refiere a uno de los siete monstruos de la mitología guaraní, es el séptimo hijo de Tau y Keraná sobre quien cayó la maldición que tenían sus padres.
Al llegar a la adolescencia, en las noches de luna llena se transforma en Luizón, este monstruo que se confunde con un perro negro gigante y aterroriza a la sociedad.
Esta es una creencia muy difundida en las provincias del interior del país, sobre todo en el norte.