El imputado, Claudio Herz, asesorado por el defensor oficial Juan Martín Hermida, no aceptó ser interrogado por el juez federal Daniel Rafecas, que lo había convocado para las 12.30 en los tribunales federales de Comodoro Py, según detallaron las fuentes.
A pesar de negarse a responder en sede judicial, al salir del edificio emplazado en el barrio porteño de Retiro, Herz habló con los medios que fueron a cubrir su indagatoria y afirmó que se arrepentía de la amenaza, aunque dijo que aquella tarde "había 30, 40 o 50 personas que avalaron" lo que dijo.
"Ya dije que me arrepentía por las amenazas", sostuvo ante la pregunta de un periodista y luego refirió que es un "autoconvocado", que oficialismo y oposición "son la misma basura" y que entregaron a la población a una enfermedad "que no existió", en referencia al coronavirus.
Herz está acusado de haber cometido los delitos de intimidación pública y amenazas debido a que frente a la sede del Instituto Patria, ubicado en Rodríguez Peña 80, dijo que "la horca" era "el único camino para deshacerse" de Fernández de Kirchner.
Los mismos ataques verbales le lanzó a otros referentes del oficialismo, a los que prometió "matarlos a todos" porque "son ratas inmundas", además de dirigir sus invectivas a la gestión gubernamental en materia de salud pública.
El fuero nacional en lo Criminal y Correccional de la ciudad de Buenos Aires intervino en lo ocurrido ante una denuncia que presentó la fiscal Mónica Cuñarro al día siguiente de los hechos y que quedó sorteada en el juzgado de Manuel De Campos con la actuación del fiscal Leonel Gómez Barbella.
La Justicia ordenó entonces el allanamiento del domicilio de Herz -una habitación de un hotel ubicado en Moreno 1352, en el barrio porteño de Monserrat- donde se secuestró su teléfono celular, cuatro pendrives y carteles usados en distintas manifestaciones, con leyendas tales como "Dictadura sanitaria" y "No es una vacuna, es un experimento", entre otras.
Por los mismos incidentes, Fernando Castiglioni, abogado del Instituto Patria, radicó otra denuncia por "intimidación y amenazas" en los tribunales federales de Retiro, a cargo de Rafecas con intervención del fiscal Carlos Stornelli.
En esa denuncia, Castiglioni advirtió que a la gravedad de las intimidaciones se le sumó "la actitud pasiva de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, que se aprecia en el video acompañado, que permite que las personas que se encuentran en el lugar arrojen basura, pinten paredes y cuelguen carteles con todo tipo de carteles amenazantes".
"Del mencionado link con el video, se desprende también un afectuoso saludo entre el uniformado y quien encabeza las agresiones, lo que nos estaría demostrando que se conocerían con anterioridad", sostuvo el texto de la denuncia, la cual fue acompañada por un link realizado en la cuenta de la red social Twitter del diario de distribución gratuita El Argentino, en el que se adjuntaron fotos, videos y texto de los hechos acontecidos el pasado 21 de julio.
Si bien en un primer momento tanto De Campos como Rafecas se declararon incompetentes, la causa finalmente quedó a cargo de este último.
Según informaron fuentes judiciales, Rafecas ordenó la realización de una pericia sobre el teléfono y los pendrives secuestrados para acceder a su contenido, además de un informe sobre las llamadas entrantes y salientes de dicho celular.
También informaron que se ordenó la certificación de las actuaciones por parte de la Policía de la Ciudad, presente en el lugar de los hechos, ante la Justicia Contravencional de la ciudad.
El imputado, Claudio Herz, asesorado por el defensor oficial Juan Martín Hermida, no aceptó ser interrogado por el juez federal Daniel Rafecas, que lo había convocado para las 12.30 en los tribunales federales de Comodoro Py, según detallaron las fuentes.
A pesar de negarse a responder en sede judicial, al salir del edificio emplazado en el barrio porteño de Retiro, Herz habló con los medios que fueron a cubrir su indagatoria y afirmó que se arrepentía de la amenaza, aunque dijo que aquella tarde "había 30, 40 o 50 personas que avalaron" lo que dijo.
"Ya dije que me arrepentía por las amenazas", sostuvo ante la pregunta de un periodista y luego refirió que es un "autoconvocado", que oficialismo y oposición "son la misma basura" y que entregaron a la población a una enfermedad "que no existió", en referencia al coronavirus.
Herz está acusado de haber cometido los delitos de intimidación pública y amenazas debido a que frente a la sede del Instituto Patria, ubicado en Rodríguez Peña 80, dijo que "la horca" era "el único camino para deshacerse" de Fernández de Kirchner.
Los mismos ataques verbales le lanzó a otros referentes del oficialismo, a los que prometió "matarlos a todos" porque "son ratas inmundas", además de dirigir sus invectivas a la gestión gubernamental en materia de salud pública.
El fuero nacional en lo Criminal y Correccional de la ciudad de Buenos Aires intervino en lo ocurrido ante una denuncia que presentó la fiscal Mónica Cuñarro al día siguiente de los hechos y que quedó sorteada en el juzgado de Manuel De Campos con la actuación del fiscal Leonel Gómez Barbella.
La Justicia ordenó entonces el allanamiento del domicilio de Herz -una habitación de un hotel ubicado en Moreno 1352, en el barrio porteño de Monserrat- donde se secuestró su teléfono celular, cuatro pendrives y carteles usados en distintas manifestaciones, con leyendas tales como "Dictadura sanitaria" y "No es una vacuna, es un experimento", entre otras.
Por los mismos incidentes, Fernando Castiglioni, abogado del Instituto Patria, radicó otra denuncia por "intimidación y amenazas" en los tribunales federales de Retiro, a cargo de Rafecas con intervención del fiscal Carlos Stornelli.
En esa denuncia, Castiglioni advirtió que a la gravedad de las intimidaciones se le sumó "la actitud pasiva de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, que se aprecia en el video acompañado, que permite que las personas que se encuentran en el lugar arrojen basura, pinten paredes y cuelguen carteles con todo tipo de carteles amenazantes".
"Del mencionado link con el video, se desprende también un afectuoso saludo entre el uniformado y quien encabeza las agresiones, lo que nos estaría demostrando que se conocerían con anterioridad", sostuvo el texto de la denuncia, la cual fue acompañada por un link realizado en la cuenta de la red social Twitter del diario de distribución gratuita El Argentino, en el que se adjuntaron fotos, videos y texto de los hechos acontecidos el pasado 21 de julio.
Si bien en un primer momento tanto De Campos como Rafecas se declararon incompetentes, la causa finalmente quedó a cargo de este último.
Según informaron fuentes judiciales, Rafecas ordenó la realización de una pericia sobre el teléfono y los pendrives secuestrados para acceder a su contenido, además de un informe sobre las llamadas entrantes y salientes de dicho celular.
También informaron que se ordenó la certificación de las actuaciones por parte de la Policía de la Ciudad, presente en el lugar de los hechos, ante la Justicia Contravencional de la ciudad.