La Cooperativa UVA comenzó a funcionar hace cuatro años y se compone de 10 viñedos de la zona de Bryn Gwyn y La Angostura. Todos forman parte de la producción vitivinícolas que se benefician del suelo fértil del Valle Inferior del Río Chubut. En esta zona de la provincia se elaboran más de 1.000 botellas de vino de dos variedades: Pinot y Malbec.
La cosecha llega en marzo, por supuesto dependiendo del clima y el terreno. Así que los amantes del vino, entre los muchos vinos tan buenos que tiene la región, están esperando lo que traerá la nueva campaña. Mientras tanto, Eudocio Calfunao, miembro de la Cooperativa, invitó a disfrutar de la producción de este 2021.
Se trata de un vino joven y orgánico, elaborado con productos naturales. Antonio Daroca, integrante de la asociación de vecinos de la zona de chacras, señaló: “Gracias a la ayuda de Cambio Rural y de INTA pudimos avanzar y llegamos a tener la primera producción. Tuvimos una cosecha de 750 kilos en 2019 y en total salieron unas 580 botellas. Y la segunda producción que corresponde a la cosecha de este año sacamos 1.200 kilos. Por ahora no utilizamos barricas y al vino se le da un pequeño toque de madera con duelas pero la esencia del vino es la fruta”.
La Cooperativa UVA comenzó a funcionar hace cuatro años y se compone de 10 viñedos de la zona de Bryn Gwyn y La Angostura. Todos forman parte de la producción vitivinícolas que se benefician del suelo fértil del Valle Inferior del Río Chubut. En esta zona de la provincia se elaboran más de 1.000 botellas de vino de dos variedades: Pinot y Malbec.
La cosecha llega en marzo, por supuesto dependiendo del clima y el terreno. Así que los amantes del vino, entre los muchos vinos tan buenos que tiene la región, están esperando lo que traerá la nueva campaña. Mientras tanto, Eudocio Calfunao, miembro de la Cooperativa, invitó a disfrutar de la producción de este 2021.
Se trata de un vino joven y orgánico, elaborado con productos naturales. Antonio Daroca, integrante de la asociación de vecinos de la zona de chacras, señaló: “Gracias a la ayuda de Cambio Rural y de INTA pudimos avanzar y llegamos a tener la primera producción. Tuvimos una cosecha de 750 kilos en 2019 y en total salieron unas 580 botellas. Y la segunda producción que corresponde a la cosecha de este año sacamos 1.200 kilos. Por ahora no utilizamos barricas y al vino se le da un pequeño toque de madera con duelas pero la esencia del vino es la fruta”.