Por Ismael Tebes
Juliana Gribaudo escribió su primer cuento “formal” a los siete años. Y su imaginación la llevó entonces a narrar las desventuras de un cormorán rescatado en el mar por otra ave marina en una rara muestra de “solidaridad” animal. Nada es casual en la mirada que tiene ésta niña caletense de 11 años, que acaba de editar “Aventuras en la Patagonia”, su primer libro que quiere dar a conocer la diversidad de especies autóctonas y generar conciencia sobre el cuidado de la avifauna nativa.
Inclusive el trabajo incluye una lámina con una descripción de los animales de la región, una especie de guía de especies autóctonas con todas las características.
“El libro tiene 7 cuentos y 36 páginas en total. Incluye una biografía y por supuesto una dedicatoria. Los que más me ayudaron fueron mis papás que me impulsaron a concretar el proyecto y hasta me corrigieron detalles de escritura y ortografía”, cuenta Juliana a Jornadaa pocos días de festejar su cumpleaños número 12.
Sobre su particular hábito, la niña detalla: “El primer libro que empecé a hacer lo hice por hacerlo, informal. Pero en la medida que fui escribiendo más cuentos tuvimos la idea de hacer el libro. La idea es que los chicos conozcan sobre los animales”.
Tampoco es casual que el mar sea la inspiración de Juliana Gribaudo, ya que nació y se crió frente al Oceano Atlántico, en la Costanera de Caleta Olivia en el barrio Costa del Sol. Ni hablar de las pasiones heredadas, la de César –su papá- quien es investigador de animales en el Museo Patagónico y es referente de Patagonia Red Global ni mucho menos, la de su abuelo Edgar quien alguna vez, supo escribir un libro en la misma editorial que ahora eligió su nieto como homenaje.
“Lo estamos vendiendo para recaudar el dinero de lo que salió el libro pero no es lo más importante. Quiero que se conozca el trabajo pero especialmente que la gente tenga conocimiento sobre los animales que habitan en la región. Me gustaría que todos los chicos conozcan sobre el lugar en el que viven”.
“Son historias –describe Juliana- que en todos los casos, tienen una moraleja. En la mayoría de los casos se incluye animales de la región desde ballenas, pingüinos, guanacos, cormoranes, piches y otros.
Hay dos cuentos que son reales pero la mayoría son historias ficticias. Las ballenas de Santa Cruz por ejemplo que antes acá eran cazadas ahora están volviendo para que las gente las vea. No solo que ya no las matan sino que las cuidan”.
Para la precoz escritora, los libros representan un vehículo motivador pero no necesariamente, el camino definitivo. “Me gustan los animales. Quizás más que escribir. Debe haber influído el trabajo de mi papá y que yo viva frente al mar”.
Agregó que los dibujos e ilustraciones de su libro fueron realizados por Gabriela Burman, de El Bolsón y que si bien, es su primer obra no sería la última. “Me va a gustar escribir otras cosas seguro. Leo poesía y literatura; me gustan leer de todos los temas pero por ahora me apasionan los animales. Si me veo como escritoria. Podría ser”.
Juliana pasó a séptimo grado de la Escuela Adventista “Perito Moreno” de Caleta Olivia, la misma en la que estudiará el nivel secundario. “Después iré a la Universidad aunque no tengo nada definido. Haré algo que tenga que ver con los animales o la música porque también canto y toco el ukelele”.
A su multiplicidad de gustos, la jóven practicfa arquería; acrobacia en tela y es además fanática del kayak y el buceo. Más aire libre y naturaleza, imposible. “Me gusta el pop pero no el nuevo porque tiene algún parecido al reggaetón que no me gusta”. Juliana reconoce el soporte familiar y el apoyo de sus padres César y Andrea y de sus hermanos Yanina y Luis.
“Me gusta Caleta Olivia. Yo nací acá y me gusta la ciudad. Me encantaría que se conozcan más las diferentes especies que habitan la zona porque hay tantas que ni siquiera se sabe que existen. Hay gente que no cree que tenemos ballenas”, remarca.
“El libro se comercializa a través de la página de mi papá, Patagonia Red Global, donde la gente llama y lo pasa a buscar por mi casa. Llevamos vendidos como 14 ejemplares. Lo compran los chicos pero también los grandes para regalar. Había mucha gente que conozco que también quería tener un ejemplar del libro.#
Con su primer libro quiere dar a conocer la diversidad de especies autóctonas y generar conciencia sobre el cuidado de la avifauna nativa.
Por Ismael Tebes
Juliana Gribaudo escribió su primer cuento “formal” a los siete años. Y su imaginación la llevó entonces a narrar las desventuras de un cormorán rescatado en el mar por otra ave marina en una rara muestra de “solidaridad” animal. Nada es casual en la mirada que tiene ésta niña caletense de 11 años, que acaba de editar “Aventuras en la Patagonia”, su primer libro que quiere dar a conocer la diversidad de especies autóctonas y generar conciencia sobre el cuidado de la avifauna nativa.
Inclusive el trabajo incluye una lámina con una descripción de los animales de la región, una especie de guía de especies autóctonas con todas las características.
“El libro tiene 7 cuentos y 36 páginas en total. Incluye una biografía y por supuesto una dedicatoria. Los que más me ayudaron fueron mis papás que me impulsaron a concretar el proyecto y hasta me corrigieron detalles de escritura y ortografía”, cuenta Juliana a Jornadaa pocos días de festejar su cumpleaños número 12.
Sobre su particular hábito, la niña detalla: “El primer libro que empecé a hacer lo hice por hacerlo, informal. Pero en la medida que fui escribiendo más cuentos tuvimos la idea de hacer el libro. La idea es que los chicos conozcan sobre los animales”.
Tampoco es casual que el mar sea la inspiración de Juliana Gribaudo, ya que nació y se crió frente al Oceano Atlántico, en la Costanera de Caleta Olivia en el barrio Costa del Sol. Ni hablar de las pasiones heredadas, la de César –su papá- quien es investigador de animales en el Museo Patagónico y es referente de Patagonia Red Global ni mucho menos, la de su abuelo Edgar quien alguna vez, supo escribir un libro en la misma editorial que ahora eligió su nieto como homenaje.
“Lo estamos vendiendo para recaudar el dinero de lo que salió el libro pero no es lo más importante. Quiero que se conozca el trabajo pero especialmente que la gente tenga conocimiento sobre los animales que habitan en la región. Me gustaría que todos los chicos conozcan sobre el lugar en el que viven”.
“Son historias –describe Juliana- que en todos los casos, tienen una moraleja. En la mayoría de los casos se incluye animales de la región desde ballenas, pingüinos, guanacos, cormoranes, piches y otros.
Hay dos cuentos que son reales pero la mayoría son historias ficticias. Las ballenas de Santa Cruz por ejemplo que antes acá eran cazadas ahora están volviendo para que las gente las vea. No solo que ya no las matan sino que las cuidan”.
Para la precoz escritora, los libros representan un vehículo motivador pero no necesariamente, el camino definitivo. “Me gustan los animales. Quizás más que escribir. Debe haber influído el trabajo de mi papá y que yo viva frente al mar”.
Agregó que los dibujos e ilustraciones de su libro fueron realizados por Gabriela Burman, de El Bolsón y que si bien, es su primer obra no sería la última. “Me va a gustar escribir otras cosas seguro. Leo poesía y literatura; me gustan leer de todos los temas pero por ahora me apasionan los animales. Si me veo como escritoria. Podría ser”.
Juliana pasó a séptimo grado de la Escuela Adventista “Perito Moreno” de Caleta Olivia, la misma en la que estudiará el nivel secundario. “Después iré a la Universidad aunque no tengo nada definido. Haré algo que tenga que ver con los animales o la música porque también canto y toco el ukelele”.
A su multiplicidad de gustos, la jóven practicfa arquería; acrobacia en tela y es además fanática del kayak y el buceo. Más aire libre y naturaleza, imposible. “Me gusta el pop pero no el nuevo porque tiene algún parecido al reggaetón que no me gusta”. Juliana reconoce el soporte familiar y el apoyo de sus padres César y Andrea y de sus hermanos Yanina y Luis.
“Me gusta Caleta Olivia. Yo nací acá y me gusta la ciudad. Me encantaría que se conozcan más las diferentes especies que habitan la zona porque hay tantas que ni siquiera se sabe que existen. Hay gente que no cree que tenemos ballenas”, remarca.
“El libro se comercializa a través de la página de mi papá, Patagonia Red Global, donde la gente llama y lo pasa a buscar por mi casa. Llevamos vendidos como 14 ejemplares. Lo compran los chicos pero también los grandes para regalar. Había mucha gente que conozco que también quería tener un ejemplar del libro.#
Con su primer libro quiere dar a conocer la diversidad de especies autóctonas y generar conciencia sobre el cuidado de la avifauna nativa.