Sportivo Victoria de San Luis, tras los incidentes padecidos por los futbolistas de Peñarol de San Juan el pasado fin de semana por el Torneo Regional, fue sancionado con severidad, al ser "desafiliado o expulsado" del Consejo Federal según reza el boletín oficial 33/19 del Tribunal de Disciplina de dicho ente.
Pablo Toviggino, presidente del Consejo Federal, ha adoptado la tolerancia cero con la violencia como política de gestión. Hay una acumulación de penas referidas a disturbios graves en las canchas que avalan esta afirmación.
El caso de Sarmiento
El espejo donde debe mirarse Sportivo Victoria es la sanción aplicada a Sarmiento de Ayacucho a finales del 2016, por el partido de vuelta de la final la Región Bonaerense Sur Pampeana ante Sansinena del Federal B.
A mediados del segundo tiempo, el árbitro Claudio Elichiri fue agredido por futbolistas y por Carlos Didio, presidente del club local.
Por esta hecatombe, Sarmiento recibió múltiples castigos. Fue descalificado del torneo, descendido de categoría y eliminado de la Copa Argentina. Además, se le prohibió competir a nivel afista por un año y fue multado con $300.000.
Además, Didio fue suspendido por dos años para ejercer como presidente, mientras que cuatro jugadores y el DT recibieron penas que oscilaron entre los 10 partidos y el año de sanción.
Otros ejemplos
En ese mismo torneo, Huracán de Comodoro fue multado con $300.000 por disturbios graves que forzaron la conclusión del encuentro ante Germinal de Rawson, válido por las semifinales de la Patagonia.
Otro caso se registró en el Federal C 2016. El encuentro de Del Bono y Árbol Verde, ambos de la provincia de San Juan, no pudo continuar por incidentes. El Tribunal de Disciplina del Consejo Federal eliminó a los dos conjuntos del certamen y les aplicó una multa económica.
En el Regional, también
En el Regional, también hay casos. Talleres de Perico, en el Regional, también recibió un castigo contundente, tras la agresión que sufrieron futbolistas de Central Norte en el partido de ida, jugado en Jujuy.
Los futbolistas del “Cuervo” padecieron el lanzamiento de objetos contundentes tras el final del partido desde las tribunas.
Además, desde el interior de la cancha, un auxiliar arrojó una bomba de estruendo que cayó en las cercanías de jugadores visitantes y la terna.
Por estos episodios, el club de Perico fue descalificado del torneo, suspendido por cuatro meses y fue multado con a 1.800 entradas. El equivalente en pesos de $360.000. Además, su estadio fue inhabilitado por tres jornadas.
En otro hecho, Las Palmas, fue penado con 200 entradas, el equivalente a $40.000, por disturbios.
Necesaria mano dura
Podrá afirmarse que el enfoque del Consejo Federal hacia la violencia es punitivo. Esto es correcto. Tal como se estipula en el reglamento del Regional, en los artículos 5 y 62, el operativo de seguridad así como las habilitaciones del estadio, recaen sobre el club local y eventualmente de las ligas.
Por ende, la prevención de incidentes y el mantenimiento del orden reside en los actores citados y en los órganos de seguridad de cada una de las provincias.
A la luz de los hechos y de la manifiesta incapacidad policial para prevenir disturbios, el Consejo Federal aplica una doctrina necesaria para despabilar a quien corresponda.
Sportivo Victoria de San Luis, tras los incidentes padecidos por los futbolistas de Peñarol de San Juan el pasado fin de semana por el Torneo Regional, fue sancionado con severidad, al ser "desafiliado o expulsado" del Consejo Federal según reza el boletín oficial 33/19 del Tribunal de Disciplina de dicho ente.
Pablo Toviggino, presidente del Consejo Federal, ha adoptado la tolerancia cero con la violencia como política de gestión. Hay una acumulación de penas referidas a disturbios graves en las canchas que avalan esta afirmación.
El caso de Sarmiento
El espejo donde debe mirarse Sportivo Victoria es la sanción aplicada a Sarmiento de Ayacucho a finales del 2016, por el partido de vuelta de la final la Región Bonaerense Sur Pampeana ante Sansinena del Federal B.
A mediados del segundo tiempo, el árbitro Claudio Elichiri fue agredido por futbolistas y por Carlos Didio, presidente del club local.
Por esta hecatombe, Sarmiento recibió múltiples castigos. Fue descalificado del torneo, descendido de categoría y eliminado de la Copa Argentina. Además, se le prohibió competir a nivel afista por un año y fue multado con $300.000.
Además, Didio fue suspendido por dos años para ejercer como presidente, mientras que cuatro jugadores y el DT recibieron penas que oscilaron entre los 10 partidos y el año de sanción.
Otros ejemplos
En ese mismo torneo, Huracán de Comodoro fue multado con $300.000 por disturbios graves que forzaron la conclusión del encuentro ante Germinal de Rawson, válido por las semifinales de la Patagonia.
Otro caso se registró en el Federal C 2016. El encuentro de Del Bono y Árbol Verde, ambos de la provincia de San Juan, no pudo continuar por incidentes. El Tribunal de Disciplina del Consejo Federal eliminó a los dos conjuntos del certamen y les aplicó una multa económica.
En el Regional, también
En el Regional, también hay casos. Talleres de Perico, en el Regional, también recibió un castigo contundente, tras la agresión que sufrieron futbolistas de Central Norte en el partido de ida, jugado en Jujuy.
Los futbolistas del “Cuervo” padecieron el lanzamiento de objetos contundentes tras el final del partido desde las tribunas.
Además, desde el interior de la cancha, un auxiliar arrojó una bomba de estruendo que cayó en las cercanías de jugadores visitantes y la terna.
Por estos episodios, el club de Perico fue descalificado del torneo, suspendido por cuatro meses y fue multado con a 1.800 entradas. El equivalente en pesos de $360.000. Además, su estadio fue inhabilitado por tres jornadas.
En otro hecho, Las Palmas, fue penado con 200 entradas, el equivalente a $40.000, por disturbios.
Necesaria mano dura
Podrá afirmarse que el enfoque del Consejo Federal hacia la violencia es punitivo. Esto es correcto. Tal como se estipula en el reglamento del Regional, en los artículos 5 y 62, el operativo de seguridad así como las habilitaciones del estadio, recaen sobre el club local y eventualmente de las ligas.
Por ende, la prevención de incidentes y el mantenimiento del orden reside en los actores citados y en los órganos de seguridad de cada una de las provincias.
A la luz de los hechos y de la manifiesta incapacidad policial para prevenir disturbios, el Consejo Federal aplica una doctrina necesaria para despabilar a quien corresponda.