Por Lorena Leeming / @loreleeming
Gabriela Mansilla es una mujer incansable. Lucha hace varios años por una justa causa y se ha convertido en referente de miles de personas. Hablamos de miles porque su hija es la primera nena trans en el mundo que logró obtener su DNI. Luana tenía 6 años cuando pudo hacer el cambio de identidad. “El ser mujer o varón no pasa por los genitales, es una construcción sociocultural. Luana es una guerrera”.
Mansilla visitó Trelew para presentar dos libros de su autoría. Son los únicos en el país que abordan la temática de la niñez trans. “Yo nena, yo princesa” y “Mariposas libres”. Fueron declarados “de interés” por el Senado de la Nación y serán traducidos a varios idiomas, lo que habla de la falta de información y bibliografía en el mundo sobre lo que vive a diario Luana, que es lo mismo que viven a diario miles de niños y niñas trans.
Gabriela es presidenta de la Asociación Civil Infancias Libres. A través de esa Asociación acompaña a 50 familias de niños , niñas y adolescentes trans en todo el país. “Es para que no se maltrate las infancias. Una de ellas es mi hija Luana”, deslizó en una entrevista concedida a Jornada.
Es una mujer que cuenta un mil veces su historia. Tiene un lenguaje muy rico y responde cada pregunta sin el menor tapujo. Es para que el mensaje llegue. Para que cada vez menos personas en el mundo dejen de violentar o maltratar a quienes solamente rompen un esquema pero en su propia vida, sin perjudicar a nadie. Define a Luana como una “guerrera”.
Relató que en 2012 cuando se aprobó la Ley de Identidad de género, ambos representantes legales, el papá de la nena y ella, hicieron una presentación en forma conjunta con la representante legal.
“Nos negaron inscribirla en ese momento. Salimos a reclamar a través de los medios a la comunidad. Era la identidad autopercibida de una nena tenía 6 años. Luego de 2 meses presentamos un recurso de reconsideración en Registro Civil. Exigíamos que se respetara la ley de Identidad de Género. No existía en el mundo una nena de 6 años que pidiera un DNI porque no existía una ley de identidad de género que ampare a los menores de 14 años. En 2013, cuando tiene 6, se lo entregan. Fue la primera nena transgénero del mundo que tuvo el DNI sin instancia judicial”.
La ignorancia
La historia no terminó ahí. Cuenta Gabriela que luego de tener Luana su DNI en la manos, las preguntas internas fueron múltiples. Qué hacer con la ignorancia de la gente en la escuela, en los barrios y hasta con los médicos cuando la revisan.
La urgencia de tener su propia identidad acreditada se dio por la necesidad de Luana de ser atendida en institutos médicos por padecer broncoespamos. “No querían atenderla en la guardia porque veían a una nena con la identidad de un varón. Necesitaba el DNI para salvarle la vida a mi hija. Se moría sin el oxigeno en la guardia. Y la ley, en el artículo 12 establece el trato digno. La sociedad eso no lo entiende”.
Estigmatización
“La estigmatización está para trans, travestis, transexuales, transgéneros, etcétera. Muchas veces las mamás no saben lo que le pasa a ese niño o niña que se comporta de otra manera, confunden identidad con orientación sexual, consideran que la criatura no tiene capacidad a esa edad de transmitir como se autopercibe y que en realidad es la edad en que cualquier niño o niña construye el Yo y manifiesta quién es y cómo se siente”.
Gabriela reitera el concepto social que califica como “errado” todo el tiempo. “Se entiende que hay que seguir los genitales. Y los genitales no construyen una persona, la identidad no es en base a al genitalidad. La cultura está basada en esos genitales. Si tenés pene, te tenés que comportar de tal manera porque sos varón y corresponden determinadas actividades. Si rompés con esa norma, recibís violencia. Hablamos de niños y niñas de 2 y 4 años que manifiestan ya su identidad”.
Habló de los libros de su autoría. “Yo nena, yo princesa” fue declarado de interés institucional en el Senado de la Nación. “Es lectura obligatoria en muchos institutos de formación docente. Está traducido al italiano, se compraron los derechos. También al inglés y francés. Se llega a ese alcance porque no hay libros que hablen de esta temática. Tenemos que apuntar a la educación. Hoy es binaria, biologista. Si tenés pene, tenés que ser varón y entonces, qué hacemos con todas las mujeres con pene que existen. Una de ellas es mi hija. El ser mujer o varón no pasa por los genitales es una construcción socioculcutural. En ´Mariposas libres´ hablo de eso. Con ´Yo nena. yo princesa´, se filmará una película producida por Jorge Maestro, vamos a ir al cine ver esta temática”.
Promedio de vida
Se refirió a una problemática en particular del colectivo trans. “Existe un promedio de vida de 35 años. Son expulsadas a la prostitución. No tienen vivienda digna, trabajo, salud. Hay que hacerse cargo como Estado del abandono de esas personas. No existía una nena trans abrazada por medio de una mamá que exigiera sus derechos. A través mío y de Luana se comienza con este camino de lucha”.
Llena de orgullo y pausando el tono de su voz en su relato definió a Luana. “Cumple 11 en julio. Es maravillosa. Es binaria, confirma esa femeneidad como estereotipo. Es una guerrera, todos los días se para frente a un mundo que no la entiende, dividido en dos. Con la capacidad de razonar que tiene que es mejor que cualquier adulto. Con la simplicidad e inocencia. El que le pone la morbosidad y la vergüenza es el adulto”.
6 años
“La identidad de género ya cumplió 6 años, existe la ley de matrimonio igualitario y tiene media sanción la despenalización del aborto. La infancia trans está reclamando su lugar y las familias se lo están dando”.
Concluyó que “muchas mamás y papás están identificandoi en las historias que fueron regando. Ahora va a cumplir 11 años, hace mucho que vengo dando vueltas por el país para exigir los derechos de mi hija”.
Por Lorena Leeming / @loreleeming
Gabriela Mansilla es una mujer incansable. Lucha hace varios años por una justa causa y se ha convertido en referente de miles de personas. Hablamos de miles porque su hija es la primera nena trans en el mundo que logró obtener su DNI. Luana tenía 6 años cuando pudo hacer el cambio de identidad. “El ser mujer o varón no pasa por los genitales, es una construcción sociocultural. Luana es una guerrera”.
Mansilla visitó Trelew para presentar dos libros de su autoría. Son los únicos en el país que abordan la temática de la niñez trans. “Yo nena, yo princesa” y “Mariposas libres”. Fueron declarados “de interés” por el Senado de la Nación y serán traducidos a varios idiomas, lo que habla de la falta de información y bibliografía en el mundo sobre lo que vive a diario Luana, que es lo mismo que viven a diario miles de niños y niñas trans.
Gabriela es presidenta de la Asociación Civil Infancias Libres. A través de esa Asociación acompaña a 50 familias de niños , niñas y adolescentes trans en todo el país. “Es para que no se maltrate las infancias. Una de ellas es mi hija Luana”, deslizó en una entrevista concedida a Jornada.
Es una mujer que cuenta un mil veces su historia. Tiene un lenguaje muy rico y responde cada pregunta sin el menor tapujo. Es para que el mensaje llegue. Para que cada vez menos personas en el mundo dejen de violentar o maltratar a quienes solamente rompen un esquema pero en su propia vida, sin perjudicar a nadie. Define a Luana como una “guerrera”.
Relató que en 2012 cuando se aprobó la Ley de Identidad de género, ambos representantes legales, el papá de la nena y ella, hicieron una presentación en forma conjunta con la representante legal.
“Nos negaron inscribirla en ese momento. Salimos a reclamar a través de los medios a la comunidad. Era la identidad autopercibida de una nena tenía 6 años. Luego de 2 meses presentamos un recurso de reconsideración en Registro Civil. Exigíamos que se respetara la ley de Identidad de Género. No existía en el mundo una nena de 6 años que pidiera un DNI porque no existía una ley de identidad de género que ampare a los menores de 14 años. En 2013, cuando tiene 6, se lo entregan. Fue la primera nena transgénero del mundo que tuvo el DNI sin instancia judicial”.
La ignorancia
La historia no terminó ahí. Cuenta Gabriela que luego de tener Luana su DNI en la manos, las preguntas internas fueron múltiples. Qué hacer con la ignorancia de la gente en la escuela, en los barrios y hasta con los médicos cuando la revisan.
La urgencia de tener su propia identidad acreditada se dio por la necesidad de Luana de ser atendida en institutos médicos por padecer broncoespamos. “No querían atenderla en la guardia porque veían a una nena con la identidad de un varón. Necesitaba el DNI para salvarle la vida a mi hija. Se moría sin el oxigeno en la guardia. Y la ley, en el artículo 12 establece el trato digno. La sociedad eso no lo entiende”.
Estigmatización
“La estigmatización está para trans, travestis, transexuales, transgéneros, etcétera. Muchas veces las mamás no saben lo que le pasa a ese niño o niña que se comporta de otra manera, confunden identidad con orientación sexual, consideran que la criatura no tiene capacidad a esa edad de transmitir como se autopercibe y que en realidad es la edad en que cualquier niño o niña construye el Yo y manifiesta quién es y cómo se siente”.
Gabriela reitera el concepto social que califica como “errado” todo el tiempo. “Se entiende que hay que seguir los genitales. Y los genitales no construyen una persona, la identidad no es en base a al genitalidad. La cultura está basada en esos genitales. Si tenés pene, te tenés que comportar de tal manera porque sos varón y corresponden determinadas actividades. Si rompés con esa norma, recibís violencia. Hablamos de niños y niñas de 2 y 4 años que manifiestan ya su identidad”.
Habló de los libros de su autoría. “Yo nena, yo princesa” fue declarado de interés institucional en el Senado de la Nación. “Es lectura obligatoria en muchos institutos de formación docente. Está traducido al italiano, se compraron los derechos. También al inglés y francés. Se llega a ese alcance porque no hay libros que hablen de esta temática. Tenemos que apuntar a la educación. Hoy es binaria, biologista. Si tenés pene, tenés que ser varón y entonces, qué hacemos con todas las mujeres con pene que existen. Una de ellas es mi hija. El ser mujer o varón no pasa por los genitales es una construcción socioculcutural. En ´Mariposas libres´ hablo de eso. Con ´Yo nena. yo princesa´, se filmará una película producida por Jorge Maestro, vamos a ir al cine ver esta temática”.
Promedio de vida
Se refirió a una problemática en particular del colectivo trans. “Existe un promedio de vida de 35 años. Son expulsadas a la prostitución. No tienen vivienda digna, trabajo, salud. Hay que hacerse cargo como Estado del abandono de esas personas. No existía una nena trans abrazada por medio de una mamá que exigiera sus derechos. A través mío y de Luana se comienza con este camino de lucha”.
Llena de orgullo y pausando el tono de su voz en su relato definió a Luana. “Cumple 11 en julio. Es maravillosa. Es binaria, confirma esa femeneidad como estereotipo. Es una guerrera, todos los días se para frente a un mundo que no la entiende, dividido en dos. Con la capacidad de razonar que tiene que es mejor que cualquier adulto. Con la simplicidad e inocencia. El que le pone la morbosidad y la vergüenza es el adulto”.
6 años
“La identidad de género ya cumplió 6 años, existe la ley de matrimonio igualitario y tiene media sanción la despenalización del aborto. La infancia trans está reclamando su lugar y las familias se lo están dando”.
Concluyó que “muchas mamás y papás están identificandoi en las historias que fueron regando. Ahora va a cumplir 11 años, hace mucho que vengo dando vueltas por el país para exigir los derechos de mi hija”.