Los significados y beneficios de las posturas de rodillas

Al arrodillarse, el peso del cuerpo recae sobre las rodillas, las espinillas y algunas partes de los pies.

23 JUL 2011 - 0:10 | Actualizado

Arrodillarse acerca el centro de gravedad al suelo y hace que ciertas actividades, como, por ejemplo, la jardinería, resulten menos estresantes para la columna vertebral. Sin el debido cuidado, no obstante, arrodillarse puede ser estresante para las articulaciones de las rodillas.

Esta posición se asocia también con “rebajarse”, en el sentido de mostrar mansedumbre o rendir culto o adoración. Esto probablemente evolucionó a partir del hecho de que, al arrodillarse, una persona se halla indefensa y es incapaz de huir. Incluso la postura erguida y orgullosa de reyes y faraones se atenúa por su frecuente representación en esta humilde posición.

En yoga, las posturas genuflexas se emplean a menudo para ayudar a abrir las articulaciones de las caderas y de las rodillas. Cuando el peso del cuerpo se retira de los pies y las piernas, las inserciones del músculo pélvico pueden estirarse, porque ya no estabilizan el peso corporal elevado del suelo.

Arrodillarse también proporciona una base estable desde la que puede elevarse el centro de gravedad para poder extender plenamente la columna vertebral, algo que se manifiesta magníficamente en posturas como el camello (ustrasana) y la paloma (kapotasana).

Un asana que se emplea con frecuencia como contra postura de intensas extensiones de columna es la postura del niño, posición de rodillas que produce una flexión espinal leve y uniforme y baja el centro de gravedad. #

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23 JUL 2011 - 0:10

Arrodillarse acerca el centro de gravedad al suelo y hace que ciertas actividades, como, por ejemplo, la jardinería, resulten menos estresantes para la columna vertebral. Sin el debido cuidado, no obstante, arrodillarse puede ser estresante para las articulaciones de las rodillas.

Esta posición se asocia también con “rebajarse”, en el sentido de mostrar mansedumbre o rendir culto o adoración. Esto probablemente evolucionó a partir del hecho de que, al arrodillarse, una persona se halla indefensa y es incapaz de huir. Incluso la postura erguida y orgullosa de reyes y faraones se atenúa por su frecuente representación en esta humilde posición.

En yoga, las posturas genuflexas se emplean a menudo para ayudar a abrir las articulaciones de las caderas y de las rodillas. Cuando el peso del cuerpo se retira de los pies y las piernas, las inserciones del músculo pélvico pueden estirarse, porque ya no estabilizan el peso corporal elevado del suelo.

Arrodillarse también proporciona una base estable desde la que puede elevarse el centro de gravedad para poder extender plenamente la columna vertebral, algo que se manifiesta magníficamente en posturas como el camello (ustrasana) y la paloma (kapotasana).

Un asana que se emplea con frecuencia como contra postura de intensas extensiones de columna es la postura del niño, posición de rodillas que produce una flexión espinal leve y uniforme y baja el centro de gravedad. #