Por Francisco Caputo
Belgrano de Esquel se apresta a jugar un partido decisivo por el Federal C.Hoy, por la última fecha de la Zona 2 de la Subzona Norte, debe vencer a Estudiantes Unidos de Bariloche en casa para clasificar. En un momento decisivo, Ignacio Goyeneche, uno de sus titulares indiscutidos, no asistió con normalidad a las prácticas.
Es jefe de estación de La Trochita, el emblemático ferrocarril chubutense. También es delegado regional de la Unión Ferroviaria. Y a la hora del entrenamiento el martes pasado, participó en Esquel de la marcha nacional en contra de la política económica del gobierno de Macri.
“Un aumento de 18% en cuatro cuotas es inaceptable. Por eso participé en la manifestación, representando a mis compañeros. Fue mucha gente”. Hay que ir a un paro general. Debe convocarse”, relató Goyeneche, de 32 años. “El plantel, el cuerpo técnico y la dirigencia, me entienden totalmente a nivel laboral y comprenden la responsabilidad que tengo a nivel gremial. Les agradezco mucho”, detalló el lateral por derecha titular del “Xenieze”.
El ferroviario
Sindicalista desde 2010, ingresó como trabajador del Expreso Patagónico en 2003. “Pasé por distintas etapas hasta llegar a ser jefe de estación. Estuve en el taller de locomotoras y luego en las oficinas. Me encanta ese oficio, es una pasión que me enseñó el maestro Hugo Rickert, que se jubiló tras 50 años de servicio. Y acá estoy, reemplazándolo”, comentó.
“Entro a las 8 y salgo a las 16 de la estación. Como entrenamos a las 19, no me pierdo prácticas. Y para los partidos federales, siempre hay un compañero que me cubre cuando hay que jugar”, indicó.
“El ferroviario es una raza especial, como el futbolista. Comparo el tren con el club porque se hace todo a pulmón. Los ferroviarios amamos nuestro trabajo, y los futbolistas amamos nuestra camiseta”, reseñó.
“Estoy en Belgrano desde los siete años, jugando por el sandwich y la Coca (sic). Hace quince años estoy en Primera”, expresó con fervor. “Además, poder representar a mis compañeros trabajadores es un gran orgullo”, agregó.
El sindicalista
Esa responsabilidad gremial le ha acarreado complicaciones en el plano deportivo, que trascienden a un día de ausencia.
“En 2013, me perdí la pretemporada del Argentino C donde ascendimos. En enero, hicimos 19 días de paro adentro de la estación, por el despido de compañeros y por pedido de aumento salarial. La Unión Ferroviaria llamó a una huelga nacional y el conflicto se solucionó”, narró. “Por eso empecé ese torneo en el banco. Después terminé jugando y logramos el ascenso de categoría”, comentó.
Goyeneche es conciente que su triple rol genera un desgaste físico y emocional diferente.
“Ahora, pienso al mismo tiempo en el partido con Estudiantes y en las paritarias que arrancamos ahora en marzo con la responsabilidad que eso tiene. Tus compañeros de trabajo quieren estar mejor. Y en el club, quieren que estés bien para jugar. Y todos se merecen que yo esté al 100%”, narró.
“Cuesta jugar y entrenar con todos los quilombos (sic) que hay a nivel gremial. Hay reclamos de todo tipo. En plena pretemporada con Belgrano, hubo conflicto en Trelevin. Y ahí estuve con el bombo en la mano. Hay lío. Y hay que estar a la altura de las circunstancias, tanto dentro como fuera de la cancha”, concluyó.
Por Francisco Caputo
Belgrano de Esquel se apresta a jugar un partido decisivo por el Federal C.Hoy, por la última fecha de la Zona 2 de la Subzona Norte, debe vencer a Estudiantes Unidos de Bariloche en casa para clasificar. En un momento decisivo, Ignacio Goyeneche, uno de sus titulares indiscutidos, no asistió con normalidad a las prácticas.
Es jefe de estación de La Trochita, el emblemático ferrocarril chubutense. También es delegado regional de la Unión Ferroviaria. Y a la hora del entrenamiento el martes pasado, participó en Esquel de la marcha nacional en contra de la política económica del gobierno de Macri.
“Un aumento de 18% en cuatro cuotas es inaceptable. Por eso participé en la manifestación, representando a mis compañeros. Fue mucha gente”. Hay que ir a un paro general. Debe convocarse”, relató Goyeneche, de 32 años. “El plantel, el cuerpo técnico y la dirigencia, me entienden totalmente a nivel laboral y comprenden la responsabilidad que tengo a nivel gremial. Les agradezco mucho”, detalló el lateral por derecha titular del “Xenieze”.
El ferroviario
Sindicalista desde 2010, ingresó como trabajador del Expreso Patagónico en 2003. “Pasé por distintas etapas hasta llegar a ser jefe de estación. Estuve en el taller de locomotoras y luego en las oficinas. Me encanta ese oficio, es una pasión que me enseñó el maestro Hugo Rickert, que se jubiló tras 50 años de servicio. Y acá estoy, reemplazándolo”, comentó.
“Entro a las 8 y salgo a las 16 de la estación. Como entrenamos a las 19, no me pierdo prácticas. Y para los partidos federales, siempre hay un compañero que me cubre cuando hay que jugar”, indicó.
“El ferroviario es una raza especial, como el futbolista. Comparo el tren con el club porque se hace todo a pulmón. Los ferroviarios amamos nuestro trabajo, y los futbolistas amamos nuestra camiseta”, reseñó.
“Estoy en Belgrano desde los siete años, jugando por el sandwich y la Coca (sic). Hace quince años estoy en Primera”, expresó con fervor. “Además, poder representar a mis compañeros trabajadores es un gran orgullo”, agregó.
El sindicalista
Esa responsabilidad gremial le ha acarreado complicaciones en el plano deportivo, que trascienden a un día de ausencia.
“En 2013, me perdí la pretemporada del Argentino C donde ascendimos. En enero, hicimos 19 días de paro adentro de la estación, por el despido de compañeros y por pedido de aumento salarial. La Unión Ferroviaria llamó a una huelga nacional y el conflicto se solucionó”, narró. “Por eso empecé ese torneo en el banco. Después terminé jugando y logramos el ascenso de categoría”, comentó.
Goyeneche es conciente que su triple rol genera un desgaste físico y emocional diferente.
“Ahora, pienso al mismo tiempo en el partido con Estudiantes y en las paritarias que arrancamos ahora en marzo con la responsabilidad que eso tiene. Tus compañeros de trabajo quieren estar mejor. Y en el club, quieren que estés bien para jugar. Y todos se merecen que yo esté al 100%”, narró.
“Cuesta jugar y entrenar con todos los quilombos (sic) que hay a nivel gremial. Hay reclamos de todo tipo. En plena pretemporada con Belgrano, hubo conflicto en Trelevin. Y ahí estuve con el bombo en la mano. Hay lío. Y hay que estar a la altura de las circunstancias, tanto dentro como fuera de la cancha”, concluyó.