¿Quién mató a JonBenét Ramsey, la niña más hermosa del mundo?

Con solo seis años, había sido elegida la niña más bella de EE.UU. Durante la fiesta de Navidad en diciembre de 1996 en la mansión de sus padres, JonBenét fue violada, golpeada y estrangulada hasta morir. Nadie en la casa escuchó nada. Quince años después, el caso sigue impune.

04 JUN 2011 - 22:07 | Actualizado

Un crimen sin resolver causa indignación entre familiares de la víctima que reclaman justicia, pero también causa frustración entre los encargados de llevar a buen puerto esa justicia. Hoy con los adelantos tecnológicos que existen en el campo de la investigación, es muy difícil, pero no imposible, que un caso quede impune.

Pero la frustración para los detectives forenses es mayor cuando la victima se trata de un menor. El caso se hace carne para ellos, y tratan de dar con la bestia que le arrebató la vida a un niño. Esa misma frustración, es la que persigue hoy a los encargados de develar la muerte de una niñita, la que se consideró en su momento la más bella del mundo, su nombre, JonBenét Ramsey.

Su belleza era tan llamativa, que con tan solo cuatro años fue elegida Miss Colorado y un año después, pequeña Miss América, ambos concursos infantiles. Era hija de millonarios y su vida era de película. JonBenét era la niña perfecta, así la habían formado sus padres. Pero un día, durante la fiesta de Navidad en su mansión, ocurrió lo impensado. Fue violada, fracturado su cráneo de un brutal golpe y estrangulada con una soga por alguien que estaba dentro de la casa y hoy, 15 años después, su crimen sigue impune y su asesino libre.

El 26 de diciembre de 1996 la policía de Boulder, en el estado de Colorado, recibió un llamado de John Ramsey -presidente de la poderosa firma Access Graphics- en el que denunciaba que había encontrado en su mansión una nota que decía: “Tenemos a tu hija” y en la que también le pedían 118.000 dólares como rescate.

La policía le sugirió al hombre que buscara bien por toda la casa y así lo hizo: encontró a la pequeña JonBenét, de seis años, muerta en el sótano. Días después la autopsia reveló que la nena había sido violada, y que su asesino le había fracturado el cráneo de un golpe y la había estrangulado con una soga, un crimen brutal para una pequeña niña.

La noticia captó la atención de todos los medios estadounidenses: la foto de la nena y su historia como concursante en torneos de belleza, ocuparon las primeras planas de los diarios y los noticieros mandaron enviados especiales a Colorado para cubrir el caso.

Si el estupor por el crimen había sido mayúsculo, cuando se conoció que la policía sospechaba de los padres, la opinión pública se dividió. Las sospechas en su contra crecieron cuando los Ramsey adoptaron algunas actitudes extrañas: viajaron a Atlanta para sepultar a su hija, contrataron carísimos abogados, se negaron a hablar con la policía y hasta pusieron un agente de relaciones públicas para que atendiera a la prensa.

Durante la investigación aparecieron pruebas que los comprometían. Pero también otras que los desvinculaban. Para empezar, cuando John Ramsey encontró el cuerpo de su hija y lo levantó, alteró la escena del crimen. La duda fue si lo hizo intencionalmente.

En la cinta que tapaba la boca de JonBenét había unas fibras de un traje que su madre había usado la noche anterior a la fiesta de Navidad. También se determinó que los padres mintieron cuando dijeron que el otro hijo de la pareja, Burke, de 9 años, dormía cuando éstos llamaron a la policía. Su voz quedó registrada como fondo en la grabación de la llamada al 911.

Sin embargo, mucho de lo que parecía concluyente fue tapado por otras pruebas. En la frazada blanca usada para envolver el cuerpo de JonBenét se halló un pelo púbico que no correspondía a ningún miembro de la familia. Tampoco pertenecía a John Ramsey el rastro de semen encontrado en la bombacha de la niña.

Una extraña pisada hallada cerca de donde fue hallado el cuerpo agregó misterio, igual que una rotura en el vidrio de la bodega de vinos, por donde el intruso podría haber entrado a la casa.

Pero, ¿cómo nadie oyó los gritos de la nena o los pasos del desconocido por la casa en medio de una fiesta familiar navideña?

El crimen también causó una guerra entre policías y fiscales sobre cómo conducir el caso. Incluso los Ramsey hicieron una investigación paralela, pero tampoco dio resultados y el misterio sigue hasta hoy.

El 16 de agosto de 2006, el caso volvió a ser noticia al detenerse a John Mark Karr en Bangkok, Tailandia, quien era un profesor estadounidense desempleado de 41 años. Primero, la policía obtuvo la información de que Karr se había adjudicado la culpa sobre el asesinato de JonBenét a través de un intercambio de correos electrónicos con el periodista Michael Tracey. El sujeto confesó haber sido el autor del crimen, agregando que la muerte de la niña “fue accidental” Aparentemente, el hombre estaba obsesionado con la menor, incluso pretendía escribir un libro sobre el trágico caso.

Sin embargo, el 28 de agosto del mismo año, las pruebas de ADN confirmaron que Karr no era el asesino, ya que sus muestras no tenían relación con las presentes en el cadáver de JonBenét. Además, siempre llamó la atención de las autoridades la insistencia con que el sujeto se atribuía la responsabilidad del asesinato y algunas contradicciones en su discurso como por ejemplo, cuando aseguró que el día del homicidio, él había ido a buscar a la niña al colegio, el High Peaks Elementary School, siendo que en ese entonces no había clases.

No se le presentaron cargos por la muerte de Ramsey, pero quedó arrestado debido a las acusaciones que lo vinculaban a la pornografía infantil. El caso volvía a foja cero

Hasta la fecha, nada más se sabe sobre ¿qué pasó esa noche de Navidad en la mansión de los Ramsey? ¿Cómo alguien furtivamente ingresó al lugar, violó y mató brutalmente a una niña y nadie escuchó nada?

Pero como dijimos al principio de esta historia, no hay nada más doloroso para una persona que la falta de justicia, porque eso viene a sumarse al dolor ya existente de haber perdido a un ser querido. La pequeña JonBenét Ramsey se llevó a su tumba el secreto de quien la mató, ahora ella aguarda que llegue la justicia que le permita descansar en paz.#

Enterate de las noticias de POLÍTICA a través de nuestro newsletter

Anotate para recibir las noticias más importantes de esta sección.

Te podés dar de baja en cualquier momento con un solo clic.
04 JUN 2011 - 22:07

Un crimen sin resolver causa indignación entre familiares de la víctima que reclaman justicia, pero también causa frustración entre los encargados de llevar a buen puerto esa justicia. Hoy con los adelantos tecnológicos que existen en el campo de la investigación, es muy difícil, pero no imposible, que un caso quede impune.

Pero la frustración para los detectives forenses es mayor cuando la victima se trata de un menor. El caso se hace carne para ellos, y tratan de dar con la bestia que le arrebató la vida a un niño. Esa misma frustración, es la que persigue hoy a los encargados de develar la muerte de una niñita, la que se consideró en su momento la más bella del mundo, su nombre, JonBenét Ramsey.

Su belleza era tan llamativa, que con tan solo cuatro años fue elegida Miss Colorado y un año después, pequeña Miss América, ambos concursos infantiles. Era hija de millonarios y su vida era de película. JonBenét era la niña perfecta, así la habían formado sus padres. Pero un día, durante la fiesta de Navidad en su mansión, ocurrió lo impensado. Fue violada, fracturado su cráneo de un brutal golpe y estrangulada con una soga por alguien que estaba dentro de la casa y hoy, 15 años después, su crimen sigue impune y su asesino libre.

El 26 de diciembre de 1996 la policía de Boulder, en el estado de Colorado, recibió un llamado de John Ramsey -presidente de la poderosa firma Access Graphics- en el que denunciaba que había encontrado en su mansión una nota que decía: “Tenemos a tu hija” y en la que también le pedían 118.000 dólares como rescate.

La policía le sugirió al hombre que buscara bien por toda la casa y así lo hizo: encontró a la pequeña JonBenét, de seis años, muerta en el sótano. Días después la autopsia reveló que la nena había sido violada, y que su asesino le había fracturado el cráneo de un golpe y la había estrangulado con una soga, un crimen brutal para una pequeña niña.

La noticia captó la atención de todos los medios estadounidenses: la foto de la nena y su historia como concursante en torneos de belleza, ocuparon las primeras planas de los diarios y los noticieros mandaron enviados especiales a Colorado para cubrir el caso.

Si el estupor por el crimen había sido mayúsculo, cuando se conoció que la policía sospechaba de los padres, la opinión pública se dividió. Las sospechas en su contra crecieron cuando los Ramsey adoptaron algunas actitudes extrañas: viajaron a Atlanta para sepultar a su hija, contrataron carísimos abogados, se negaron a hablar con la policía y hasta pusieron un agente de relaciones públicas para que atendiera a la prensa.

Durante la investigación aparecieron pruebas que los comprometían. Pero también otras que los desvinculaban. Para empezar, cuando John Ramsey encontró el cuerpo de su hija y lo levantó, alteró la escena del crimen. La duda fue si lo hizo intencionalmente.

En la cinta que tapaba la boca de JonBenét había unas fibras de un traje que su madre había usado la noche anterior a la fiesta de Navidad. También se determinó que los padres mintieron cuando dijeron que el otro hijo de la pareja, Burke, de 9 años, dormía cuando éstos llamaron a la policía. Su voz quedó registrada como fondo en la grabación de la llamada al 911.

Sin embargo, mucho de lo que parecía concluyente fue tapado por otras pruebas. En la frazada blanca usada para envolver el cuerpo de JonBenét se halló un pelo púbico que no correspondía a ningún miembro de la familia. Tampoco pertenecía a John Ramsey el rastro de semen encontrado en la bombacha de la niña.

Una extraña pisada hallada cerca de donde fue hallado el cuerpo agregó misterio, igual que una rotura en el vidrio de la bodega de vinos, por donde el intruso podría haber entrado a la casa.

Pero, ¿cómo nadie oyó los gritos de la nena o los pasos del desconocido por la casa en medio de una fiesta familiar navideña?

El crimen también causó una guerra entre policías y fiscales sobre cómo conducir el caso. Incluso los Ramsey hicieron una investigación paralela, pero tampoco dio resultados y el misterio sigue hasta hoy.

El 16 de agosto de 2006, el caso volvió a ser noticia al detenerse a John Mark Karr en Bangkok, Tailandia, quien era un profesor estadounidense desempleado de 41 años. Primero, la policía obtuvo la información de que Karr se había adjudicado la culpa sobre el asesinato de JonBenét a través de un intercambio de correos electrónicos con el periodista Michael Tracey. El sujeto confesó haber sido el autor del crimen, agregando que la muerte de la niña “fue accidental” Aparentemente, el hombre estaba obsesionado con la menor, incluso pretendía escribir un libro sobre el trágico caso.

Sin embargo, el 28 de agosto del mismo año, las pruebas de ADN confirmaron que Karr no era el asesino, ya que sus muestras no tenían relación con las presentes en el cadáver de JonBenét. Además, siempre llamó la atención de las autoridades la insistencia con que el sujeto se atribuía la responsabilidad del asesinato y algunas contradicciones en su discurso como por ejemplo, cuando aseguró que el día del homicidio, él había ido a buscar a la niña al colegio, el High Peaks Elementary School, siendo que en ese entonces no había clases.

No se le presentaron cargos por la muerte de Ramsey, pero quedó arrestado debido a las acusaciones que lo vinculaban a la pornografía infantil. El caso volvía a foja cero

Hasta la fecha, nada más se sabe sobre ¿qué pasó esa noche de Navidad en la mansión de los Ramsey? ¿Cómo alguien furtivamente ingresó al lugar, violó y mató brutalmente a una niña y nadie escuchó nada?

Pero como dijimos al principio de esta historia, no hay nada más doloroso para una persona que la falta de justicia, porque eso viene a sumarse al dolor ya existente de haber perdido a un ser querido. La pequeña JonBenét Ramsey se llevó a su tumba el secreto de quien la mató, ahora ella aguarda que llegue la justicia que le permita descansar en paz.#