A los 93 años, fue a votar la abuela de Ignacio Guido

Hortencia Ardura, madre de Walmir Oscar Montoya, desaparecido por la dictadura militar y padre del nieto recuperado Ignacio Guido Montoya Carlotto, cumplirá 93 años a fin de mes y camina lentamente con la ayuda de un andador.

09 AGO 2015 - 21:42 | Actualizado

A pesar de ello, reaccionó enfática cuando al llegar a la mesa de votación los periodistas le preguntaron por qué hace semejante esfuerzo, si para ella no es obligatorio el voto.

“Cómo no voy a votar, si soy ciudadana argentina y quiero hacerlo” respondió la abuela que hace poco más de un año se reencontró con su nieto Ignacio Guido a quien pudo conocer a los pocos días en medio de una fuerte conmoción personal.

El nieto recuperado, cuyos padres de crianza en Olavarría inscribieron como Ignacio Hurban, es hijo de Laura Carlotto –hija de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto- y “Puño” Montoya, militantes secuestrados y asesinados en la dictadura, y nació en cautiverio en el centro clandestino La Cacha.

En agosto de 2014 por su propia iniciativa Ignacio Guido (nombre que le dio su madre biológica) recuperó su real identidad, a partir de lo que se convirtió en emblema de lucha y militancia de hijos, madres y abuelas víctimas de la dictadura.

09 AGO 2015 - 21:42

A pesar de ello, reaccionó enfática cuando al llegar a la mesa de votación los periodistas le preguntaron por qué hace semejante esfuerzo, si para ella no es obligatorio el voto.

“Cómo no voy a votar, si soy ciudadana argentina y quiero hacerlo” respondió la abuela que hace poco más de un año se reencontró con su nieto Ignacio Guido a quien pudo conocer a los pocos días en medio de una fuerte conmoción personal.

El nieto recuperado, cuyos padres de crianza en Olavarría inscribieron como Ignacio Hurban, es hijo de Laura Carlotto –hija de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto- y “Puño” Montoya, militantes secuestrados y asesinados en la dictadura, y nació en cautiverio en el centro clandestino La Cacha.

En agosto de 2014 por su propia iniciativa Ignacio Guido (nombre que le dio su madre biológica) recuperó su real identidad, a partir de lo que se convirtió en emblema de lucha y militancia de hijos, madres y abuelas víctimas de la dictadura.