Cooperativa de Rawson: sobreprecios y obras fantasma, ejes de una dura acusación

Fiscalía formalizó las imputaciones contra Héctor Villalobos y Gustavo Rotsche, exmiembros de esa empresa de servicios públicos. Los acusan de haber beneficiado a una constructora mediante procedimientos irregulares, que incluyen trabajos en obras particulares y no en la Cooperativa.

28 SEP 2014 - 23:30 | Actualizado

Por Rolando Tobarez

Sobreprecios, obras pagadas pero no hechas y beneficios particulares con plata ajena son algunas de las imputaciones del Ministerio Público Fiscal contra el exgerente general de la Cooperativa Eléctrica de Rawson, Héctor Villalobos, y el arquitecto Gustavo Rotsche, exjefe de Vivienda y Obras Civiles. Los acusan por administración fraudulenta y pedirán 5 años de prisión por haber perjudicado el patrimonio de la empresa. El juez Darío Arguiano decidirá si abre el caso.

La fiscal Silvia Pereira, a cargo del caso, investigó la operatoria entre la Cooperativa y la empresa Conceptobras a la que le pagaron, entre junio de 2010 y agosto de 2011, más de un 1.300.000 pesos en obras supuestamente ejecutadas en la sede social, planta potabilizadora y planta de tratamiento de líquidos cloacales. De acuerdo a las pericias habría sobreprecios.

Según la acusación, no hubo un proceso previo de selección de la empresa adjudicataria ni aprobación de su contratación por parte del Consejo de Administración. Y de las entrevistas con empleados, se desprende que pese al volumen de la operatoria, los trabajos que vieron habrían sido de menor envergadura a los que se hicieron constar en certificados de obra.

La documentación de la Cooperativa tendría defectos en fechas, avances de obra y correlatividad, lo que pone en duda su autenticidad. La fiscal detectó un “cúmulo de irregularidades” en la contratación, ejecución y certificación de las obras y su pago.

Según la acusación, estaría probado que entre enero de 2010 y noviembre de 2011, Conceptobras le facturó a la Cooperativa $1.691.534,58, más IVA. El importe es resultado de una “facturación de sugestiva frecuencia y correlatividad”.

No se evaluó la capacidad técnica y financiera de la contratista, que ante la AFIP declaró sólo dos empleados. No se le pidió cotización a ésta ni otras constructoras. Tampoco se halló contrato de obra con alcance de los trabajos encargados, plazo de ejecución, calidad de materiales, precios, etcétera.

Ni siquiera se mencionaría a la empresa en el Libro de Actas del Consejo de Administración. La pesquisa dedujo que la elección de Conceptobras “fue voluntad” de Villalobos y Rotsché, apartándose del Reglamento de Compras y Contrataciones.

Para evadir el procedimiento de concurso público o privadose subdividieron los trabajos en obras menores, asignadas todas a la misma empresa. Por ejemplo, la refacción de la sede social se dividió en Obra N° 0110 (Planta baja y baños), N° 0310 (refacción despacho), N° 0710 (refacción planta alta), N° 1210 (Fuente de agua y exteriores del edificio Moreno), y los ítems 2 y 3 de la Obra N° 3010 (remodelación frente calle Moreno). Si se hubiesen hecho todas las obras sin divisiones, el costo total hubiera necesitado autorización del Consejo.

Según la pericia, habría “ocultamiento de información” de la Cooperativa, que se notó en “la manera de describir las obras y conformar sus análisis de Precios y Presupuestos, recurriendo a unidades de medidas globales que no reflejan lo real ejecutado en obras”.

En los casos que se usan unidades de medida (metros cúbicos o metros lineales), “se observa un exagerado valor atribuido al rendimiento de la mano de obra, que inevitablemente lleva a un sobreprecio del ítem”.

Según la fiscal, se habrían adaptado los valores de las obras para que sean iguales a los contratados por la empresa. “Más aún, se incorpora a todos los análisis el sub ítem Herramientas Menores, el cual sin lugar a dudas es un coeficiente de ajuste para llegar al número contratado por la empresa”.

La Cooperativa habría pagado a la contratista un sobreprecio de $ 310.427. Sería aún mayor si se considera que la misma habría subvaluado el rendimiento de la mano de obra entre un 150 y 300%. Este sobreprecio se deduce también de los libros contables de la empresa: subcontrató a terceras empresas para ejecutar varios trabajos en la entidad. Y hay diferencias entre los precios que pagó al tercero que ejecutó los trabajos, con los que le certificó a la Cooperativa por los mismos ítems.

Según la pericia, no es habitual que una constructora cotice el costo de herramientas (como palas o martillos). “Cabe preguntarse si Conceptobras, contratada para estas obras, no contaba con herramientas para realizarla y debió comprarlas”. #

A Fiscalía le llamó la atención la rapidez para poder cobrar

El 31 de agosto de 2011 Conceptobras cobró en el Banco Chubut seis cheques por $383.945,06. Era el pago por tres obras en la Planta Potabilizadora, la de Tratamiento y en estaciones transformadoras. Según la prueba, serían obras inexistentes.

La cuenta corriente de la Cooperativa tenía fondos suficientes pero procedentes del Estado Provincial: un subsidio de $ 801.021 para pagarle energía a CAMMESA y un préstamo de $ 3.300.000 para cubrir deuda con la AFIP.

Para la acusación, es llamativa la rapidez del trámite: ese 31 de agosto la Cooperativa confeccionó la Orden de Pago, los recibos y los cheques que entregó al titular de la empresa, y que éste presentó al cobro por ventanilla. En la confección de la orden sólo intervino personal jerárquico de la Cooperativa. El mismo día se imprimieron los remitos con los que se intentó documentar la recepción de trabajos.

La entrega de cheques exigibles ese mismo día “no se condice con el trato que la Cooperativa venía teniendo con sus proveedores”. Y debido a los límites impuestos por la reglamentación del Banco Central, el presidente de Conceptobras “debió recurrir al auxilio de terceras personas para poder percibir cinco cheques por ventanilla, resultando dos vinculadas a la Cooperativa: Martín Villalobos, hijo del gerente administrativo; y Mercedes Fania, hija de un miembro de la Comisión Fiscalizadora”, dice la acusación.

Al examinar los diez remitos con que se pretendió acreditar el avance de las obras, la fiscal advirtió fechas falsas, anteriores a la impresión de los remitos. Por ejemplo, el remito de “Refacciones en Edificio Sede Fentos” y la certificación de la obra son del 22 de abril de 2011, pero la factura es del 14 de abril y las retenciones de AFIP e Ingresos Brutos fueron practicadas por la Cooperativa el 19 del mismo mes. O sea que primero se habría facturado la obra, ocho días después se certificó su final y luego del 31 de agosto se habría falseado el remito para documentar su recepción de conformidad.

No sería la única documental amañada ya que los planos confeccionados por el arquitecto Rothsché y datados entre febrero de 2010 y octubre de 2011, llevarían en el sello de su firma el cargo de jefe de Vivienda y Obras Civiles, que comenzó a ejercer recién en noviembre. En las certificaciones de obra, en cambio, luce el sello de gerente de Vivienda y Obras Civiles, cargo que ejercía desde diciembre de 2009 y al momento de los hechos.

A esta simulación cabe sumar una serie de presuntas irregularidades, que concuerdan con la conclusión del peritaje: “La información remitida por la Cooperativa muestra claramente cómo se han adaptado los valores de los ítems que componen las obras de tal manera que resulten iguales a los contratados”.

Pese a que figuran notas fechadas en diciembre de 2010, sus números de registro son de 2011, “lo que pone un velo de sospechas sobre su autenticidad”. Además, las certificaciones de las obras miden avances de una exactitud matemática. Las obras N° 3211, 3311 y 3411, por ejemplo, arrojan tres subtotales iguales y consecutivos para cada una. “La individualización numérica que la Cooperativa hace de estas obras no sigue el orden correlativo que le correspondería de acuerdo a las supuestas fechas de inicio. Y ninguna está incluida en el cuadro de ´Obras en curso´ de la Memoria y Balance del Ejercicio Social”.

El Informe del Servicio Eléctrico tampoco menciona que se estuvieran realizando tareas de refacción en subestaciones transformadoras. Por el contrario, en la reunión del Consejo del 8 de junio de 2011, el gerente del Servicio Eléctrico “manifiesta preocupación por la falta de materiales que no le han permitido el debido mantenimiento de las subestaciones desde hace un año y medio y hoy se encuentran en situación de emergencia”. Tampoco constan compras de insumos y materiales para las subestaciones.

La factura de Conceptobras está fechada el 14 de abril de 2011, pero fue conformada para su pago por el presidente, secretario y tesorero del Consejo, que asumieron recién el 26 de julio. Y la factura fue adulterada en sus leyendas. El duplicado, de color amarillo, conserva la escritura original.#

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28 SEP 2014 - 23:30

Por Rolando Tobarez

Sobreprecios, obras pagadas pero no hechas y beneficios particulares con plata ajena son algunas de las imputaciones del Ministerio Público Fiscal contra el exgerente general de la Cooperativa Eléctrica de Rawson, Héctor Villalobos, y el arquitecto Gustavo Rotsche, exjefe de Vivienda y Obras Civiles. Los acusan por administración fraudulenta y pedirán 5 años de prisión por haber perjudicado el patrimonio de la empresa. El juez Darío Arguiano decidirá si abre el caso.

La fiscal Silvia Pereira, a cargo del caso, investigó la operatoria entre la Cooperativa y la empresa Conceptobras a la que le pagaron, entre junio de 2010 y agosto de 2011, más de un 1.300.000 pesos en obras supuestamente ejecutadas en la sede social, planta potabilizadora y planta de tratamiento de líquidos cloacales. De acuerdo a las pericias habría sobreprecios.

Según la acusación, no hubo un proceso previo de selección de la empresa adjudicataria ni aprobación de su contratación por parte del Consejo de Administración. Y de las entrevistas con empleados, se desprende que pese al volumen de la operatoria, los trabajos que vieron habrían sido de menor envergadura a los que se hicieron constar en certificados de obra.

La documentación de la Cooperativa tendría defectos en fechas, avances de obra y correlatividad, lo que pone en duda su autenticidad. La fiscal detectó un “cúmulo de irregularidades” en la contratación, ejecución y certificación de las obras y su pago.

Según la acusación, estaría probado que entre enero de 2010 y noviembre de 2011, Conceptobras le facturó a la Cooperativa $1.691.534,58, más IVA. El importe es resultado de una “facturación de sugestiva frecuencia y correlatividad”.

No se evaluó la capacidad técnica y financiera de la contratista, que ante la AFIP declaró sólo dos empleados. No se le pidió cotización a ésta ni otras constructoras. Tampoco se halló contrato de obra con alcance de los trabajos encargados, plazo de ejecución, calidad de materiales, precios, etcétera.

Ni siquiera se mencionaría a la empresa en el Libro de Actas del Consejo de Administración. La pesquisa dedujo que la elección de Conceptobras “fue voluntad” de Villalobos y Rotsché, apartándose del Reglamento de Compras y Contrataciones.

Para evadir el procedimiento de concurso público o privadose subdividieron los trabajos en obras menores, asignadas todas a la misma empresa. Por ejemplo, la refacción de la sede social se dividió en Obra N° 0110 (Planta baja y baños), N° 0310 (refacción despacho), N° 0710 (refacción planta alta), N° 1210 (Fuente de agua y exteriores del edificio Moreno), y los ítems 2 y 3 de la Obra N° 3010 (remodelación frente calle Moreno). Si se hubiesen hecho todas las obras sin divisiones, el costo total hubiera necesitado autorización del Consejo.

Según la pericia, habría “ocultamiento de información” de la Cooperativa, que se notó en “la manera de describir las obras y conformar sus análisis de Precios y Presupuestos, recurriendo a unidades de medidas globales que no reflejan lo real ejecutado en obras”.

En los casos que se usan unidades de medida (metros cúbicos o metros lineales), “se observa un exagerado valor atribuido al rendimiento de la mano de obra, que inevitablemente lleva a un sobreprecio del ítem”.

Según la fiscal, se habrían adaptado los valores de las obras para que sean iguales a los contratados por la empresa. “Más aún, se incorpora a todos los análisis el sub ítem Herramientas Menores, el cual sin lugar a dudas es un coeficiente de ajuste para llegar al número contratado por la empresa”.

La Cooperativa habría pagado a la contratista un sobreprecio de $ 310.427. Sería aún mayor si se considera que la misma habría subvaluado el rendimiento de la mano de obra entre un 150 y 300%. Este sobreprecio se deduce también de los libros contables de la empresa: subcontrató a terceras empresas para ejecutar varios trabajos en la entidad. Y hay diferencias entre los precios que pagó al tercero que ejecutó los trabajos, con los que le certificó a la Cooperativa por los mismos ítems.

Según la pericia, no es habitual que una constructora cotice el costo de herramientas (como palas o martillos). “Cabe preguntarse si Conceptobras, contratada para estas obras, no contaba con herramientas para realizarla y debió comprarlas”. #

A Fiscalía le llamó la atención la rapidez para poder cobrar

El 31 de agosto de 2011 Conceptobras cobró en el Banco Chubut seis cheques por $383.945,06. Era el pago por tres obras en la Planta Potabilizadora, la de Tratamiento y en estaciones transformadoras. Según la prueba, serían obras inexistentes.

La cuenta corriente de la Cooperativa tenía fondos suficientes pero procedentes del Estado Provincial: un subsidio de $ 801.021 para pagarle energía a CAMMESA y un préstamo de $ 3.300.000 para cubrir deuda con la AFIP.

Para la acusación, es llamativa la rapidez del trámite: ese 31 de agosto la Cooperativa confeccionó la Orden de Pago, los recibos y los cheques que entregó al titular de la empresa, y que éste presentó al cobro por ventanilla. En la confección de la orden sólo intervino personal jerárquico de la Cooperativa. El mismo día se imprimieron los remitos con los que se intentó documentar la recepción de trabajos.

La entrega de cheques exigibles ese mismo día “no se condice con el trato que la Cooperativa venía teniendo con sus proveedores”. Y debido a los límites impuestos por la reglamentación del Banco Central, el presidente de Conceptobras “debió recurrir al auxilio de terceras personas para poder percibir cinco cheques por ventanilla, resultando dos vinculadas a la Cooperativa: Martín Villalobos, hijo del gerente administrativo; y Mercedes Fania, hija de un miembro de la Comisión Fiscalizadora”, dice la acusación.

Al examinar los diez remitos con que se pretendió acreditar el avance de las obras, la fiscal advirtió fechas falsas, anteriores a la impresión de los remitos. Por ejemplo, el remito de “Refacciones en Edificio Sede Fentos” y la certificación de la obra son del 22 de abril de 2011, pero la factura es del 14 de abril y las retenciones de AFIP e Ingresos Brutos fueron practicadas por la Cooperativa el 19 del mismo mes. O sea que primero se habría facturado la obra, ocho días después se certificó su final y luego del 31 de agosto se habría falseado el remito para documentar su recepción de conformidad.

No sería la única documental amañada ya que los planos confeccionados por el arquitecto Rothsché y datados entre febrero de 2010 y octubre de 2011, llevarían en el sello de su firma el cargo de jefe de Vivienda y Obras Civiles, que comenzó a ejercer recién en noviembre. En las certificaciones de obra, en cambio, luce el sello de gerente de Vivienda y Obras Civiles, cargo que ejercía desde diciembre de 2009 y al momento de los hechos.

A esta simulación cabe sumar una serie de presuntas irregularidades, que concuerdan con la conclusión del peritaje: “La información remitida por la Cooperativa muestra claramente cómo se han adaptado los valores de los ítems que componen las obras de tal manera que resulten iguales a los contratados”.

Pese a que figuran notas fechadas en diciembre de 2010, sus números de registro son de 2011, “lo que pone un velo de sospechas sobre su autenticidad”. Además, las certificaciones de las obras miden avances de una exactitud matemática. Las obras N° 3211, 3311 y 3411, por ejemplo, arrojan tres subtotales iguales y consecutivos para cada una. “La individualización numérica que la Cooperativa hace de estas obras no sigue el orden correlativo que le correspondería de acuerdo a las supuestas fechas de inicio. Y ninguna está incluida en el cuadro de ´Obras en curso´ de la Memoria y Balance del Ejercicio Social”.

El Informe del Servicio Eléctrico tampoco menciona que se estuvieran realizando tareas de refacción en subestaciones transformadoras. Por el contrario, en la reunión del Consejo del 8 de junio de 2011, el gerente del Servicio Eléctrico “manifiesta preocupación por la falta de materiales que no le han permitido el debido mantenimiento de las subestaciones desde hace un año y medio y hoy se encuentran en situación de emergencia”. Tampoco constan compras de insumos y materiales para las subestaciones.

La factura de Conceptobras está fechada el 14 de abril de 2011, pero fue conformada para su pago por el presidente, secretario y tesorero del Consejo, que asumieron recién el 26 de julio. Y la factura fue adulterada en sus leyendas. El duplicado, de color amarillo, conserva la escritura original.#