La escalera de Selarón, imperdible

Diario Jornada en Río de Janeiro.

24 JUN 2014 - 21:37 | Actualizado

Por Esteban Gallo / Enviado especial de Jornada

Los atractivos de Rio de Janeiro son innumerables y no solo están relacionados con sus impactantes bellezas naturales sino también con la variada oferta de manifestaciones culturales que son marca registrada de la ciudad carioca.

Uno de los lugares artísticos por excelencia que no pueden dejar de visitarse es el conocido como Escalera de Selarón, un espacio que conecta las zonas conocidas como Santa Teresa y Lapa. El autor del proyecto es el pintor chileno Jorge Selarón quien comenzó a desarrollarlo en 1990, como tributo al pueblo brasilero. Para llevar a cabo su famosa obra, el artista usó tubos de baño que convirtió en pequeños marcos para decorar los bordes de esta vieja escalera, después cubrió los 215 escalones con azulejos, como una especie de rompecabezas, jugando a que las piezas cuadraran perfectamente. Estas pequeñas piezas fueron importadas de muchos lugares del mundo, enviadas por visitantes que se enamoraban de la obra, algunos azulejos fueron incluso hechos por el mismo Selarón.

Algunas de las piezas se estima, pueden llegar a costar miles de dólares, otros son tributos a famosas personalidades del Brasil, incluyendo atletas, periodistas, artistas y compositores.

Una recorrida por el lugar nos permitió observar que hay piezas que hacen referencia a lugares y personajes de la Argentina. El Che Guevara, Diego Maradona, Mafalda, Carlos Gardel, Juan Manuel Fangio, Racing Club, Boca Jrs, Buenos Aires, están reflejados en este maravilloso lugar.

Hay una historia que explica un aspecto fundamental de la obra de Selarón. Muchos años atrás el artista escapó de Chile, dejando a su esposa embarazada. Encontró refugio en el Brasil, para luego enterarse de la muerte de su mujer y su hijo, que lo dejó devastado y explica la repetición del motivo de la mujer embaraza a lo largo de su obra. Desde entonces, en 1977, el artista juró que pintaría una mujer negra embarazada todos los días, es así como aparece esta figura a lo largo de su obra.

Al pie de la afamada escalera nos encontramos con Damián, un argentino de 27 años que desde hace un par de temporadas expone en la afamada escalera sus productos artesanales realizados en alpaca. El artista nacido en Liniers manifestó que “llegué a Brasil con la ropa puesta y un par de cosas en el bolso y aquí estoy, viviendo de lo que sé hacer, con mi novia brasilera, disfrutando de este pueblo maravilloso”. Antes de llegar a este país, recorrió la Argentina y vivió varios años en Calafate pero ahora reconoce que “es difícil dejar Brasil, acá no te falta nada, a los argentinos nos quieren y a los artesanos nos respetan”.

Jorge Selarón vivió hasta el 10 de enero de 2013. Ese día fue encontrado sin vida sobre la escalera que él mismo había creado. Tenía 65 años y su cuerpo fue encontrado con múltiples quemaduras junto a una caja de disolvente para pintura. Los habitués al lugar lo extrañan, porque era frecuente encontrarse cara a cara con él, a quien le encantaba firmar autógrafos y sacarse fotos con sus seguidores.

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24 JUN 2014 - 21:37

Por Esteban Gallo / Enviado especial de Jornada

Los atractivos de Rio de Janeiro son innumerables y no solo están relacionados con sus impactantes bellezas naturales sino también con la variada oferta de manifestaciones culturales que son marca registrada de la ciudad carioca.

Uno de los lugares artísticos por excelencia que no pueden dejar de visitarse es el conocido como Escalera de Selarón, un espacio que conecta las zonas conocidas como Santa Teresa y Lapa. El autor del proyecto es el pintor chileno Jorge Selarón quien comenzó a desarrollarlo en 1990, como tributo al pueblo brasilero. Para llevar a cabo su famosa obra, el artista usó tubos de baño que convirtió en pequeños marcos para decorar los bordes de esta vieja escalera, después cubrió los 215 escalones con azulejos, como una especie de rompecabezas, jugando a que las piezas cuadraran perfectamente. Estas pequeñas piezas fueron importadas de muchos lugares del mundo, enviadas por visitantes que se enamoraban de la obra, algunos azulejos fueron incluso hechos por el mismo Selarón.

Algunas de las piezas se estima, pueden llegar a costar miles de dólares, otros son tributos a famosas personalidades del Brasil, incluyendo atletas, periodistas, artistas y compositores.

Una recorrida por el lugar nos permitió observar que hay piezas que hacen referencia a lugares y personajes de la Argentina. El Che Guevara, Diego Maradona, Mafalda, Carlos Gardel, Juan Manuel Fangio, Racing Club, Boca Jrs, Buenos Aires, están reflejados en este maravilloso lugar.

Hay una historia que explica un aspecto fundamental de la obra de Selarón. Muchos años atrás el artista escapó de Chile, dejando a su esposa embarazada. Encontró refugio en el Brasil, para luego enterarse de la muerte de su mujer y su hijo, que lo dejó devastado y explica la repetición del motivo de la mujer embaraza a lo largo de su obra. Desde entonces, en 1977, el artista juró que pintaría una mujer negra embarazada todos los días, es así como aparece esta figura a lo largo de su obra.

Al pie de la afamada escalera nos encontramos con Damián, un argentino de 27 años que desde hace un par de temporadas expone en la afamada escalera sus productos artesanales realizados en alpaca. El artista nacido en Liniers manifestó que “llegué a Brasil con la ropa puesta y un par de cosas en el bolso y aquí estoy, viviendo de lo que sé hacer, con mi novia brasilera, disfrutando de este pueblo maravilloso”. Antes de llegar a este país, recorrió la Argentina y vivió varios años en Calafate pero ahora reconoce que “es difícil dejar Brasil, acá no te falta nada, a los argentinos nos quieren y a los artesanos nos respetan”.

Jorge Selarón vivió hasta el 10 de enero de 2013. Ese día fue encontrado sin vida sobre la escalera que él mismo había creado. Tenía 65 años y su cuerpo fue encontrado con múltiples quemaduras junto a una caja de disolvente para pintura. Los habitués al lugar lo extrañan, porque era frecuente encontrarse cara a cara con él, a quien le encantaba firmar autógrafos y sacarse fotos con sus seguidores.