La intención de Al Assad de obtener un tercer mandato por otros siete años fue rechazada por la oposición siria en el exilio y las potencias occidentales, que desde el comienzo del conflicto armado apoyan abiertamente al frente insurgente, que incluye desde combatientes laicos hasta islamistas extranjeros.
La confirmación de los planes del mandatario, que ya había insinuado varias veces su disposición a candidatearse, llega luego de que el Ejército lograra, en los últimos meses, una serie de victorias que envalentonaron al gobierno y debilitaron a la insurgencia.
Gracias a una nueva ley electoral aprobada en marzo pasado, por primera vez en décadas los sirios podrán elegir entre varios candidatos, aunque ninguno de los siete inscriptos hasta ahora pertenecen a la oposición que se levantó en armas contra el gobierno de Al Assad ni a los dirigentes que viven en el exilio.
Desde la página de la Presidencia siria en Facebook, Al Assad, de 48 años, se congratuló porque el país está "viviendo un ambiente electoral por primera vez en la historia moderna de Siria", según la agencia de noticias EFE.
Las palabras del mandatario -que dirige el país desde 2000, cuando heredó el poder que su padre, Hafez Al Assad, ejerció desde 1971-, provocaron la reacción de la principal alianza opositora en el exilio, la Coalición Nacional Siria (CNFROS).
En un comunicado, denunció que la candidatura de Al Assad y el llamado a un proceso electoral "forman parte de una farsa nacional en la que el régimen está demostrando que está desconectado y es irrelevante respecto a lo que ocurre sobre el terreno".
La CNFROS, como las potencias occidentales, sostienen que la salida de Al Assad del poder es una condición necesaria para alcanzar la paz y poner fin a un conflicto que ya dejó más de 150.000 muertos, según una organización pro opositora en Londres, y más de 6,5 millones de refugiados y desplazados, según la ONU.
Francia y Alemania repudiaron la candidatura del mandatario sirio y hasta la convocatoria a elecciones en plena guerra civil.
"Esa candidatura y esas elecciones son un absurdo y una parodia trágica. Ninguna legitimidad puede salir de esa elección fantasma en un país devastado", sentenció ante la prensa un vocero de la Cancillería francesa, Romain Nadal, quien responsabilizó al gobierno de todas las muertes de la guerra civil.
Para Berlín, la mera convocatoria a elecciones "parece fuera de lugar", y el gobierno de Al Assad "no tiene acceso la mayor parte del territorio nacional sirio", según dijo a la prensa el vocero del Ministerio de Exteriores, Martin Schafer.
El anuncio de la presentación de la candidatura de Al Assad lo hizo el jefe del Parlamento, Mohamed al Laham, durante una sesión transmitida por la televisión siria.
El mandatario presentó su solicitud ante el Alto Tribunal Constitucional y pidió a Al Laham que hiciera el anuncio formal ante los diputados para reunir apoyos.
Ayer presentaron su candidatura Susan Omar al Hadad, Samir Ahmed Meala, Mohamed Firas Rayuh y Abdelsalam Yusef Salma.
Al Hadad es una ingeniera mecánica de 51 años, oriunda de la ciudad portuaria de Latakia, y posee estudios superiores en Administración Pública. Meala, por su parte, nació en 1961 en la provincia de Al Quneitra y es profesor de Derecho Internacional.
El ingeniero Firas Rayuh nació en la capital siria, Damasco, en el año 1966, mientras que Salma nació en la provincia de Homs en 1971 y es asesor de organizaciones internacionales.
Además, en los primeros días del registro de candidaturas, que termina el próximo jueves, se anotaron el ex ministro sirio Hasan Abdallah al Nuri y el diputado opositor Maher Abdel Hafez Hayar.
Pese a que la nueva electoral permite que se presenten varios candidatos, no está claro aún cómo votarán los millones de sirios que se encuentran en zonas que están bajo control de los insurgentes o en regiones calientes, en donde los combates, atentados y bombardeos son un dato más de la vida cotidiana.
Lo mismo sucede con el cerca de un tercio de la población siria que tuvo que abandonar sus casas y refugiarse dentro y fuera del país.
La intención de Al Assad de obtener un tercer mandato por otros siete años fue rechazada por la oposición siria en el exilio y las potencias occidentales, que desde el comienzo del conflicto armado apoyan abiertamente al frente insurgente, que incluye desde combatientes laicos hasta islamistas extranjeros.
La confirmación de los planes del mandatario, que ya había insinuado varias veces su disposición a candidatearse, llega luego de que el Ejército lograra, en los últimos meses, una serie de victorias que envalentonaron al gobierno y debilitaron a la insurgencia.
Gracias a una nueva ley electoral aprobada en marzo pasado, por primera vez en décadas los sirios podrán elegir entre varios candidatos, aunque ninguno de los siete inscriptos hasta ahora pertenecen a la oposición que se levantó en armas contra el gobierno de Al Assad ni a los dirigentes que viven en el exilio.
Desde la página de la Presidencia siria en Facebook, Al Assad, de 48 años, se congratuló porque el país está "viviendo un ambiente electoral por primera vez en la historia moderna de Siria", según la agencia de noticias EFE.
Las palabras del mandatario -que dirige el país desde 2000, cuando heredó el poder que su padre, Hafez Al Assad, ejerció desde 1971-, provocaron la reacción de la principal alianza opositora en el exilio, la Coalición Nacional Siria (CNFROS).
En un comunicado, denunció que la candidatura de Al Assad y el llamado a un proceso electoral "forman parte de una farsa nacional en la que el régimen está demostrando que está desconectado y es irrelevante respecto a lo que ocurre sobre el terreno".
La CNFROS, como las potencias occidentales, sostienen que la salida de Al Assad del poder es una condición necesaria para alcanzar la paz y poner fin a un conflicto que ya dejó más de 150.000 muertos, según una organización pro opositora en Londres, y más de 6,5 millones de refugiados y desplazados, según la ONU.
Francia y Alemania repudiaron la candidatura del mandatario sirio y hasta la convocatoria a elecciones en plena guerra civil.
"Esa candidatura y esas elecciones son un absurdo y una parodia trágica. Ninguna legitimidad puede salir de esa elección fantasma en un país devastado", sentenció ante la prensa un vocero de la Cancillería francesa, Romain Nadal, quien responsabilizó al gobierno de todas las muertes de la guerra civil.
Para Berlín, la mera convocatoria a elecciones "parece fuera de lugar", y el gobierno de Al Assad "no tiene acceso la mayor parte del territorio nacional sirio", según dijo a la prensa el vocero del Ministerio de Exteriores, Martin Schafer.
El anuncio de la presentación de la candidatura de Al Assad lo hizo el jefe del Parlamento, Mohamed al Laham, durante una sesión transmitida por la televisión siria.
El mandatario presentó su solicitud ante el Alto Tribunal Constitucional y pidió a Al Laham que hiciera el anuncio formal ante los diputados para reunir apoyos.
Ayer presentaron su candidatura Susan Omar al Hadad, Samir Ahmed Meala, Mohamed Firas Rayuh y Abdelsalam Yusef Salma.
Al Hadad es una ingeniera mecánica de 51 años, oriunda de la ciudad portuaria de Latakia, y posee estudios superiores en Administración Pública. Meala, por su parte, nació en 1961 en la provincia de Al Quneitra y es profesor de Derecho Internacional.
El ingeniero Firas Rayuh nació en la capital siria, Damasco, en el año 1966, mientras que Salma nació en la provincia de Homs en 1971 y es asesor de organizaciones internacionales.
Además, en los primeros días del registro de candidaturas, que termina el próximo jueves, se anotaron el ex ministro sirio Hasan Abdallah al Nuri y el diputado opositor Maher Abdel Hafez Hayar.
Pese a que la nueva electoral permite que se presenten varios candidatos, no está claro aún cómo votarán los millones de sirios que se encuentran en zonas que están bajo control de los insurgentes o en regiones calientes, en donde los combates, atentados y bombardeos son un dato más de la vida cotidiana.
Lo mismo sucede con el cerca de un tercio de la población siria que tuvo que abandonar sus casas y refugiarse dentro y fuera del país.