El 88 por ciento de los enfermos con leucemia avanzada que participaron de ese estudio clínico "logró una remisión completa del cáncer después de ser tratados con versiones genéticamente modificadas de sus propias células inmunes", explicaron los investigadores en la revista `Science Translational Medicine`.
"Estos extraordinarios resultados demuestran que la terapia celular es un tratamiento eficaz para los pacientes que han agotado todos los tratamientos convencionales", destacó Michel Sadelain, uno de los autores del estudio y director del Centro de Ingeniería Celular del Memorial Sloan Kettering, según consignó la agencia de noticias Europa Press.
El especialista adelantó que los "hallazgos iniciales se han mantenido en una cohorte más grande de pacientes, y ya estamos analizando nuevos estudios clínicos para avanzar en este nuevo enfoque terapéutico en la lucha contra el cáncer".
La información da cuenta de que la leucemia linfoblástica aguda de células adultas B (B-ALL, por sus siglas en inglés), un tipo de cáncer de sangre que se forma en las células B, es difícil de tratar debido a que la mayoría de los pacientes recaen y tienen pocas opciones de tratamiento, con sólo un 30 por ciento de ellos que responde a la quimioterapia de rescate.
Sin un trasplante de médula ósea exitoso, pocos tienen alguna esperanza de supervivencia a largo plazo.
En este estudio, 16 pacientes con recaída de B-ALL recibieron una infusión de sus propias células inmunes modificadas genéticamente, llamadas células T, que se "reeducaron" para reconocer y destruir las células cancerosas que contiene la proteína CD19.
La inmunoterapia dirigida es un nuevo enfoque para el tratamiento del cáncer que aprovecha el propio sistema inmune del cuerpo para atacar y destruir las células cancerosas.
A diferencia de un virus común como la gripe, el sistema inmunológico no reconoce las células cancerosas como extrañas y, por lo tanto, se encuentra en desventaja en la erradicación de la enfermedad.
Durante más de una década, los investigadores del Memorial Sloan Kettering exploraron maneras de rediseñar las propias células T del cuerpo para que reconozcan y ataquen el cáncer.
"Es muy gratificante ser testigo de los sorprendentes resultados de primera mano en mis pacientes, después de haber trabajado durante más de una década desarrollando esta tecnología desde el principio", afirmó Renier Brentjens, el director de Terapéutica Celular de ese centro de investigación y uno de los principales autores del trabajo.
En 2003, estos expertos fueron los primeros en informar que células T diseñadas por ingeniería genética identificaban la proteína CD19, que se encuentra en las células B, por lo que podrían utilizarse para tratar cánceres de células B en ratones.
Diez años después, el mismo equipo de investigadores dio a conocer los resultados de cinco pacientes con B-ALL avanzada que fueron tratados con la terapia celular, los cuales lograron una remisión completa.
En el presente estudio, siete de los 16 pacientes, es decir el 44 por ciento, fueron capaces de superar con éxito el trasplante de médula ósea, el estándar de cuidado y la única opción curativa para los pacientes B-ALL, tras el tratamiento.
El estudio también proporciona directrices para el manejo de los efectos secundarios de la terapia celular, que pueden incluir síntomas de gripe graves, como fiebre, dolor muscular, presión arterial baja y dificultad para respirar, conocido como síndrome de liberación de citoquinas.
Los investigadores desarrollaron criterios de diagnóstico y un examen de laboratorio para identificar qué pacientes están en mayor riesgo de desarrollar este síndrome.
Asimismo, se iniciaron estudios adicionales para determinar si la terapia celular puede ser aplicada a otros tipos de cáncer.
El 88 por ciento de los enfermos con leucemia avanzada que participaron de ese estudio clínico "logró una remisión completa del cáncer después de ser tratados con versiones genéticamente modificadas de sus propias células inmunes", explicaron los investigadores en la revista `Science Translational Medicine`.
"Estos extraordinarios resultados demuestran que la terapia celular es un tratamiento eficaz para los pacientes que han agotado todos los tratamientos convencionales", destacó Michel Sadelain, uno de los autores del estudio y director del Centro de Ingeniería Celular del Memorial Sloan Kettering, según consignó la agencia de noticias Europa Press.
El especialista adelantó que los "hallazgos iniciales se han mantenido en una cohorte más grande de pacientes, y ya estamos analizando nuevos estudios clínicos para avanzar en este nuevo enfoque terapéutico en la lucha contra el cáncer".
La información da cuenta de que la leucemia linfoblástica aguda de células adultas B (B-ALL, por sus siglas en inglés), un tipo de cáncer de sangre que se forma en las células B, es difícil de tratar debido a que la mayoría de los pacientes recaen y tienen pocas opciones de tratamiento, con sólo un 30 por ciento de ellos que responde a la quimioterapia de rescate.
Sin un trasplante de médula ósea exitoso, pocos tienen alguna esperanza de supervivencia a largo plazo.
En este estudio, 16 pacientes con recaída de B-ALL recibieron una infusión de sus propias células inmunes modificadas genéticamente, llamadas células T, que se "reeducaron" para reconocer y destruir las células cancerosas que contiene la proteína CD19.
La inmunoterapia dirigida es un nuevo enfoque para el tratamiento del cáncer que aprovecha el propio sistema inmune del cuerpo para atacar y destruir las células cancerosas.
A diferencia de un virus común como la gripe, el sistema inmunológico no reconoce las células cancerosas como extrañas y, por lo tanto, se encuentra en desventaja en la erradicación de la enfermedad.
Durante más de una década, los investigadores del Memorial Sloan Kettering exploraron maneras de rediseñar las propias células T del cuerpo para que reconozcan y ataquen el cáncer.
"Es muy gratificante ser testigo de los sorprendentes resultados de primera mano en mis pacientes, después de haber trabajado durante más de una década desarrollando esta tecnología desde el principio", afirmó Renier Brentjens, el director de Terapéutica Celular de ese centro de investigación y uno de los principales autores del trabajo.
En 2003, estos expertos fueron los primeros en informar que células T diseñadas por ingeniería genética identificaban la proteína CD19, que se encuentra en las células B, por lo que podrían utilizarse para tratar cánceres de células B en ratones.
Diez años después, el mismo equipo de investigadores dio a conocer los resultados de cinco pacientes con B-ALL avanzada que fueron tratados con la terapia celular, los cuales lograron una remisión completa.
En el presente estudio, siete de los 16 pacientes, es decir el 44 por ciento, fueron capaces de superar con éxito el trasplante de médula ósea, el estándar de cuidado y la única opción curativa para los pacientes B-ALL, tras el tratamiento.
El estudio también proporciona directrices para el manejo de los efectos secundarios de la terapia celular, que pueden incluir síntomas de gripe graves, como fiebre, dolor muscular, presión arterial baja y dificultad para respirar, conocido como síndrome de liberación de citoquinas.
Los investigadores desarrollaron criterios de diagnóstico y un examen de laboratorio para identificar qué pacientes están en mayor riesgo de desarrollar este síndrome.
Asimismo, se iniciaron estudios adicionales para determinar si la terapia celular puede ser aplicada a otros tipos de cáncer.