Por : Lorena Leeming / Redacción Jornada
Verónica Butinof es médica tocoginecóloga. Fue elegida por la Comisión Provincial del Orgullo LGBTQI+ como madrina de la marcha que se realizará el sábado 16 de noviembre en Esquel. “Este reconocimiento es enorme. Me enorgullece” dijo en una entrevista con Jornada la profesional. La distinción es otorgada como “gesto de agradecimiento y respeto” hacia su trabajo y compromiso con la comunidad en la que se incluyen disidencias.
Butinof es responsable del Consultorio Inclusivo en Esquel, un espacio que brinda atención médica integral y acompañamiento a personas del LGBTQI+. “Desde los distintos espacios debemos formarnos y dejar de asumir que todas las personas son heterosexuales. Dejamos así, afuera personas con otra experiencia. Por ejemplo, muchas veces cuando ingresa al hospital una mujer trans y va a sacar un turno dice: mi nombre es Carla, se le contesta del otro lado del mostrador “su documento dice Oscar”, y es lo que se ve con frecuencia”, explica como una forma de violencia que sufren las disidencias al momento de ingresar al sistema de salud.
“La elegimos por el apoyo a la comunidad trans: ha trabajado y trabaja activamente para garantizar el acceso a la salud integral para personas trans y no binarias; defensa de derechos sexuales, reproductivos y no reproductivos, como médica tocoginecóloga es una ferviente defensora de estos derechos y en especial el del acceso a la Interrupción Voluntaria y Legal del embarazo. En eventos y activismo ha participado en múltiples actividades de visibilización y concientización sobre los derechos LGBTIQ+. Por eso, Verónica Butinof es una reconocida referente en las luchas por la igualdad y la justicia social de nuestra comunidad”, indicaron los integrantes de la Comisión Provincial de la Marcha del Orgullo al remarcar algunas de las razones por las que determinaron que la prestigiosa profesional, sea la madrina de la expresión en las calles que por 6º año consecutivo se realiza en Trelew, y por primera vez en Esquel.
“No me salgo de la emoción. Este reconocimiento es algo hermoso y enorme. A veces uno piensa que no se lo merece. Me enorgullece. Tiene que ver con todo el trabajo que dfuimos llevando adelante durante muchos años para poder garantizar el acceso a la Salud integral de personas vulnerables y vulneradas”, dijo la médica en la entrevista.
Consignó Verónica que la comunidad LGBTQI+ es “relegada y vulnerada desde un montón de espacios, la salud no queda afuera. Nosotros tenemos una expectativa de vida e 76 años. En la comunidad trans, es de 40 años. Ese número es muy contundente. Tiene vulneraciones, exclusiones y desigualdad. Para lograr la salud integral nos vemos obligados a garantizar otros derechos hermanados. Hay que hacerlo territorialmente y en conjunto con organizaciones. Vengo trabajando en esa perspectiva”, expresó.
Muy clara en sus conceptos y con una actitud muy positiva más allá del adverso escenario que se vive a nivel nacional respecto a las minorías y los Derechos Humanos, Butinof fundamentó que “por eso se realicé el consultorio de la diversidad en el hospital. Este año renuncié al sistema de la salud pública pero ahora estoy trabajando en el privado". describió.
Admitió que son muchas las personas de la diversidad que sufren violencia y discriminación en varios ámbitos, no siendo la medicina un rubro excluyente a esta situación. “La palabra violencia es un eje muy central en las trayectorias de vida de las mayoría de las personas. No hablo de la generalidad. Ser lesbiana o gay no es fácil para nadie. Un actor gay decía la otra vez, que tiene casi 70 años y no dejo nunca de escuchar como me agravian. Pero dentro de todo, tiene algunos privilegios que no los tienen las personas travestis, trans y no binarias. Por eso dentro de esa comunidad, hay diferenciación. Ellos son los que mayores violencias viven. Hay un sinnúmero de exclusiones. Desde el hogar (que trabajamos mucho) que es la primera exclusión que sufren, después en la escuela, la discriminación. No se forman en la igualdad de derechos, libertad de elección. No es raro que digan: “Los nenes van a hacer tal cosa y las nenas otras”. Eso, genera la exclusión escolar. Y sigue como la falta del cupo laboral formal trans posteriormente”, ejemplificó.
Y agregó: “Por eso, su medio de vida es la prostitución. Todo se encadena y genera violencia. El sistema de salud no está excluída es ideología que asume que las personas son heterosexuales, no se les pregunta al otro cómo se siente”, reveló.
Consultada al panorama en Esquel respecto a la contención de las personas, la médica reveló que “las comunidades no siempre son más o menos contenedoras de la diversidad por la población. Esquel no es excluyente. Es difícil en los pueblos chicos: no es lo mismo ser una travesti en una gran ciudad que en un pueblito que en una ciudad donde la mayoría es trabajadora de campo”, comparó.
La médica marcó una situación particular. “Si desde los distintos espacios no nos formamos y dejemos de asumir “seguro que son heterosexuales” dejamos afuera personas con otra experiencia. Van a sacar un turnos con miedo. Casi el 60% de las estadísticas (pocas en Salud sobre el LGBTQI+ en el mundo) dicen que mueren de HIV-Sida; en la población general es menor al 1%. Hay un montón de situaciones que viven de prostitución, por unos pesos más no usan preservativos. Un montón de casos así, sucede”, apuntó.
No dejó atrás la cruda realidad. “El índice de travesticidios es la segunda causa de muerte, luego de suicidios y enfermedades no tan graves. Es importante el trabajo con los colectivos sociales. La mesa de diversidad de la Cordillera con infancias trans es muy importante para hacer su camino, cuidar y garantizar sus derechos sin que los excluyan. Estas organizaciones tienen muchas experiencias”, reveló.
Para finalizar, volvió a agradecer la distinción e indicó: “Esperemos que todas estas políticas públicas que están haciendo un giro dramático, haga que las personas sufran lo menos posibles: ya hay menos hormonas y falta de medicación para HIV”, concluyó.
Por : Lorena Leeming / Redacción Jornada
Verónica Butinof es médica tocoginecóloga. Fue elegida por la Comisión Provincial del Orgullo LGBTQI+ como madrina de la marcha que se realizará el sábado 16 de noviembre en Esquel. “Este reconocimiento es enorme. Me enorgullece” dijo en una entrevista con Jornada la profesional. La distinción es otorgada como “gesto de agradecimiento y respeto” hacia su trabajo y compromiso con la comunidad en la que se incluyen disidencias.
Butinof es responsable del Consultorio Inclusivo en Esquel, un espacio que brinda atención médica integral y acompañamiento a personas del LGBTQI+. “Desde los distintos espacios debemos formarnos y dejar de asumir que todas las personas son heterosexuales. Dejamos así, afuera personas con otra experiencia. Por ejemplo, muchas veces cuando ingresa al hospital una mujer trans y va a sacar un turno dice: mi nombre es Carla, se le contesta del otro lado del mostrador “su documento dice Oscar”, y es lo que se ve con frecuencia”, explica como una forma de violencia que sufren las disidencias al momento de ingresar al sistema de salud.
“La elegimos por el apoyo a la comunidad trans: ha trabajado y trabaja activamente para garantizar el acceso a la salud integral para personas trans y no binarias; defensa de derechos sexuales, reproductivos y no reproductivos, como médica tocoginecóloga es una ferviente defensora de estos derechos y en especial el del acceso a la Interrupción Voluntaria y Legal del embarazo. En eventos y activismo ha participado en múltiples actividades de visibilización y concientización sobre los derechos LGBTIQ+. Por eso, Verónica Butinof es una reconocida referente en las luchas por la igualdad y la justicia social de nuestra comunidad”, indicaron los integrantes de la Comisión Provincial de la Marcha del Orgullo al remarcar algunas de las razones por las que determinaron que la prestigiosa profesional, sea la madrina de la expresión en las calles que por 6º año consecutivo se realiza en Trelew, y por primera vez en Esquel.
“No me salgo de la emoción. Este reconocimiento es algo hermoso y enorme. A veces uno piensa que no se lo merece. Me enorgullece. Tiene que ver con todo el trabajo que dfuimos llevando adelante durante muchos años para poder garantizar el acceso a la Salud integral de personas vulnerables y vulneradas”, dijo la médica en la entrevista.
Consignó Verónica que la comunidad LGBTQI+ es “relegada y vulnerada desde un montón de espacios, la salud no queda afuera. Nosotros tenemos una expectativa de vida e 76 años. En la comunidad trans, es de 40 años. Ese número es muy contundente. Tiene vulneraciones, exclusiones y desigualdad. Para lograr la salud integral nos vemos obligados a garantizar otros derechos hermanados. Hay que hacerlo territorialmente y en conjunto con organizaciones. Vengo trabajando en esa perspectiva”, expresó.
Muy clara en sus conceptos y con una actitud muy positiva más allá del adverso escenario que se vive a nivel nacional respecto a las minorías y los Derechos Humanos, Butinof fundamentó que “por eso se realicé el consultorio de la diversidad en el hospital. Este año renuncié al sistema de la salud pública pero ahora estoy trabajando en el privado". describió.
Admitió que son muchas las personas de la diversidad que sufren violencia y discriminación en varios ámbitos, no siendo la medicina un rubro excluyente a esta situación. “La palabra violencia es un eje muy central en las trayectorias de vida de las mayoría de las personas. No hablo de la generalidad. Ser lesbiana o gay no es fácil para nadie. Un actor gay decía la otra vez, que tiene casi 70 años y no dejo nunca de escuchar como me agravian. Pero dentro de todo, tiene algunos privilegios que no los tienen las personas travestis, trans y no binarias. Por eso dentro de esa comunidad, hay diferenciación. Ellos son los que mayores violencias viven. Hay un sinnúmero de exclusiones. Desde el hogar (que trabajamos mucho) que es la primera exclusión que sufren, después en la escuela, la discriminación. No se forman en la igualdad de derechos, libertad de elección. No es raro que digan: “Los nenes van a hacer tal cosa y las nenas otras”. Eso, genera la exclusión escolar. Y sigue como la falta del cupo laboral formal trans posteriormente”, ejemplificó.
Y agregó: “Por eso, su medio de vida es la prostitución. Todo se encadena y genera violencia. El sistema de salud no está excluída es ideología que asume que las personas son heterosexuales, no se les pregunta al otro cómo se siente”, reveló.
Consultada al panorama en Esquel respecto a la contención de las personas, la médica reveló que “las comunidades no siempre son más o menos contenedoras de la diversidad por la población. Esquel no es excluyente. Es difícil en los pueblos chicos: no es lo mismo ser una travesti en una gran ciudad que en un pueblito que en una ciudad donde la mayoría es trabajadora de campo”, comparó.
La médica marcó una situación particular. “Si desde los distintos espacios no nos formamos y dejemos de asumir “seguro que son heterosexuales” dejamos afuera personas con otra experiencia. Van a sacar un turnos con miedo. Casi el 60% de las estadísticas (pocas en Salud sobre el LGBTQI+ en el mundo) dicen que mueren de HIV-Sida; en la población general es menor al 1%. Hay un montón de situaciones que viven de prostitución, por unos pesos más no usan preservativos. Un montón de casos así, sucede”, apuntó.
No dejó atrás la cruda realidad. “El índice de travesticidios es la segunda causa de muerte, luego de suicidios y enfermedades no tan graves. Es importante el trabajo con los colectivos sociales. La mesa de diversidad de la Cordillera con infancias trans es muy importante para hacer su camino, cuidar y garantizar sus derechos sin que los excluyan. Estas organizaciones tienen muchas experiencias”, reveló.
Para finalizar, volvió a agradecer la distinción e indicó: “Esperemos que todas estas políticas públicas que están haciendo un giro dramático, haga que las personas sufran lo menos posibles: ya hay menos hormonas y falta de medicación para HIV”, concluyó.