El número de usuarios de celular en Argentina continuó incrementándose gradualmente durante la última década. Según Statista, en 2015 había 22,6 millones de usuarios de celulares en el país, por 39,2 millones en la actualidad. El incremento de líneas disponibles se produce pese a que en el mismo periodo la inflación pasó a ser un problema cada vez mayor, disparándose hasta el 263,4% interanual en 2024.
El mercado de los celulares en Argentina tiene una gran llegada entre la población, así que esto no es lo que más preocupa. El principal problema de las compañías de telefonía es que la gran mayoría de la población emplea líneas prepagas en lugar de líneas de contrato, lo que merma su capacidad de inversión y de acceso al crédito. Sin embargo, ante una economía tan inflacionista, la mayoría de las personas no pueden comprometerse con un sistema mensual.
Revisando las cifras aportadas por Statista, vemos que en los últimos diez años casi se multiplicó por dos el total de usuarios con acceso a la telefonía móvil, lo que supone un gran logro en materia de digitalización. Diez años atrás, todavía había muchos millones de argentinos sin acceso a un celular, muchos de ellos personas de mayor edad que ahora, en cambio, se están incorporando cada vez más al mercado de las comunicaciones móviles.
Esta rápida digitalización de la población argentina es especialmente positiva en las áreas rurales, porque facilita el acceso a información clave para los estudios o para implementar mejoras en cualquier negocio. Asimismo, la conectividad digital es de gran ayuda para las personas de edad avanzada que viven solas, porque les ayuda a mitigar la soledad y a mantenerse en contacto con sus seres queridos.
Según indica el informe de Industrias TIC Argentina más reciente, Argentina dispone de 59 millones de líneas de teléfonos celulares activas, de las que un 89% son prepagas, por solo un 11% de líneas con contrato mensual. Si consideramos que solo 39,2 millones de argentinos y argentinas disponen de un celular, muchas de estas líneas corresponderían a segundos dispositivos o a celulares de empresa.
Este porcentaje tan amplio de líneas prepagas hace que a las empresas de telefonía les resulte más difícil predecir a cuánto ascenderán sus ingresos mensuales, lo que a su vez les dificulta invertir en infraestructura o contratar personal. Aunque las estadísticas de uso mensual de sus servicios son un indicador útil en este aspecto, no tienen la misma fiabilidad que los planes de contrato, por más que estos también puedan cancelarse por parte de sus usuarios.
La incertidumbre económica que envuelve al país desde hace años hace que la mayoría de usuarios de dispositivos celulares no sienta confianza ante los planes con factura mensual. Las líneas prepagas permiten controlar mejor la economía personal, y nos evitan enfrentarnos a gastos inesperados al final del periodo de facturación. Por eso, lo habitual es que solo las empresas o las personas con alto poder adquisitivo usen el modelo de pago mensual.
Los sistemas prepagos también permiten a miles de personas recibir recargas de saldo desde el exterior del país. Desde la página web de BOSS Revolution se pueden hacer recargas de saldo en varias compañías, desde países como los Estados Unidos, Canadá o España. De este modo, quienes tienen familiares que cobran su salario en dólares o euros pueden recibir estas recargas como una forma de ayuda económica.
Desde el Indec se indica que el uso de la telefonía celular en Argentina está cada vez más extendido, pero no llega a todos por igual. La velocidad de conexión es notablemente superior en Buenos Aires, mientras que en las provincias es bastante más lenta, y en las zonas rurales puede llegar a ser muy precaria. Las velocidades más lentas tienen lugar en el sur del país, a pesar del alto nivel adquisitivo en provincias como Tierra del Fuego o Santa Cruz.
Las dificultades para acceder a una velocidad alta de internet, entonces, pasan más bien por la densidad de la población y la distancia con respecto a los grandes nodos como Buenos Aires. Las provincias norteñas tienen una mejor conectividad con múltiples nodos de internet, mientras que las provincias del sur se encuentran más alejadas y despobladas. Aunque sus usuarios puedan pagar más por sus planes, la infraestructura disponible es limitada.
Ahora que la mayoría de la población argentina dispone de acceso a la telefonía móvil, las comunicaciones familiares son mucho más sencillas incluso cuando parte de la familia reside en otros países. Las redes sociales tienen cada vez más llegada en el país, y un gran porcentaje de los usuarios emplea aplicaciones de mensajería para mantenerse en contacto con sus seres queridos.
Las proyecciones a futuro de Statista consideran que el gran incremento del uso de la telefonía celular en Argentina ya quedó atrás. Ahora que la gran mayoría de la población del país dispone de celular, se cree que el número total de usuarios con acceso a esta tecnología solo se incrementará de forma marginal año tras año. Para 2025 se prevé que 40,1 millones de argentinos y argentinas dispongan de celular, y para 2026 se estima que sean 41[2] millones.
Pese al difícil momento económico que atraviesa el país, la gran mayoría de la población de Argentina tiene acceso a un teléfono celular, aunque en algunos casos este acceso sigue siendo precario. La gran mayoría de líneas de celular en Argentina son prepagas, de modo que una gran parte de la población continúa sin arriesgarse a un mayor gasto con un contrato mensual, y miles de personas dependen en parte de las recargas internacionales para costear sus líneas.
Mientras la inflación continúe siendo tan elevada, es previsible que esta tendencia se mantenga. Por otra parte, cuando la situación económica del país muestre signos sólidos de mejoría, podría tener lugar un cambio de tendencia en el que cada vez más usuarios de líneas prepagas opten por contratar sus servicios con factura mensual. Esto, a su vez, aumentaría la capacidad de inversión de las compañías de telefonía para mejorar la conectividad digital.
El número de usuarios de celular en Argentina continuó incrementándose gradualmente durante la última década. Según Statista, en 2015 había 22,6 millones de usuarios de celulares en el país, por 39,2 millones en la actualidad. El incremento de líneas disponibles se produce pese a que en el mismo periodo la inflación pasó a ser un problema cada vez mayor, disparándose hasta el 263,4% interanual en 2024.
El mercado de los celulares en Argentina tiene una gran llegada entre la población, así que esto no es lo que más preocupa. El principal problema de las compañías de telefonía es que la gran mayoría de la población emplea líneas prepagas en lugar de líneas de contrato, lo que merma su capacidad de inversión y de acceso al crédito. Sin embargo, ante una economía tan inflacionista, la mayoría de las personas no pueden comprometerse con un sistema mensual.
Revisando las cifras aportadas por Statista, vemos que en los últimos diez años casi se multiplicó por dos el total de usuarios con acceso a la telefonía móvil, lo que supone un gran logro en materia de digitalización. Diez años atrás, todavía había muchos millones de argentinos sin acceso a un celular, muchos de ellos personas de mayor edad que ahora, en cambio, se están incorporando cada vez más al mercado de las comunicaciones móviles.
Esta rápida digitalización de la población argentina es especialmente positiva en las áreas rurales, porque facilita el acceso a información clave para los estudios o para implementar mejoras en cualquier negocio. Asimismo, la conectividad digital es de gran ayuda para las personas de edad avanzada que viven solas, porque les ayuda a mitigar la soledad y a mantenerse en contacto con sus seres queridos.
Según indica el informe de Industrias TIC Argentina más reciente, Argentina dispone de 59 millones de líneas de teléfonos celulares activas, de las que un 89% son prepagas, por solo un 11% de líneas con contrato mensual. Si consideramos que solo 39,2 millones de argentinos y argentinas disponen de un celular, muchas de estas líneas corresponderían a segundos dispositivos o a celulares de empresa.
Este porcentaje tan amplio de líneas prepagas hace que a las empresas de telefonía les resulte más difícil predecir a cuánto ascenderán sus ingresos mensuales, lo que a su vez les dificulta invertir en infraestructura o contratar personal. Aunque las estadísticas de uso mensual de sus servicios son un indicador útil en este aspecto, no tienen la misma fiabilidad que los planes de contrato, por más que estos también puedan cancelarse por parte de sus usuarios.
La incertidumbre económica que envuelve al país desde hace años hace que la mayoría de usuarios de dispositivos celulares no sienta confianza ante los planes con factura mensual. Las líneas prepagas permiten controlar mejor la economía personal, y nos evitan enfrentarnos a gastos inesperados al final del periodo de facturación. Por eso, lo habitual es que solo las empresas o las personas con alto poder adquisitivo usen el modelo de pago mensual.
Los sistemas prepagos también permiten a miles de personas recibir recargas de saldo desde el exterior del país. Desde la página web de BOSS Revolution se pueden hacer recargas de saldo en varias compañías, desde países como los Estados Unidos, Canadá o España. De este modo, quienes tienen familiares que cobran su salario en dólares o euros pueden recibir estas recargas como una forma de ayuda económica.
Desde el Indec se indica que el uso de la telefonía celular en Argentina está cada vez más extendido, pero no llega a todos por igual. La velocidad de conexión es notablemente superior en Buenos Aires, mientras que en las provincias es bastante más lenta, y en las zonas rurales puede llegar a ser muy precaria. Las velocidades más lentas tienen lugar en el sur del país, a pesar del alto nivel adquisitivo en provincias como Tierra del Fuego o Santa Cruz.
Las dificultades para acceder a una velocidad alta de internet, entonces, pasan más bien por la densidad de la población y la distancia con respecto a los grandes nodos como Buenos Aires. Las provincias norteñas tienen una mejor conectividad con múltiples nodos de internet, mientras que las provincias del sur se encuentran más alejadas y despobladas. Aunque sus usuarios puedan pagar más por sus planes, la infraestructura disponible es limitada.
Ahora que la mayoría de la población argentina dispone de acceso a la telefonía móvil, las comunicaciones familiares son mucho más sencillas incluso cuando parte de la familia reside en otros países. Las redes sociales tienen cada vez más llegada en el país, y un gran porcentaje de los usuarios emplea aplicaciones de mensajería para mantenerse en contacto con sus seres queridos.
Las proyecciones a futuro de Statista consideran que el gran incremento del uso de la telefonía celular en Argentina ya quedó atrás. Ahora que la gran mayoría de la población del país dispone de celular, se cree que el número total de usuarios con acceso a esta tecnología solo se incrementará de forma marginal año tras año. Para 2025 se prevé que 40,1 millones de argentinos y argentinas dispongan de celular, y para 2026 se estima que sean 41[2] millones.
Pese al difícil momento económico que atraviesa el país, la gran mayoría de la población de Argentina tiene acceso a un teléfono celular, aunque en algunos casos este acceso sigue siendo precario. La gran mayoría de líneas de celular en Argentina son prepagas, de modo que una gran parte de la población continúa sin arriesgarse a un mayor gasto con un contrato mensual, y miles de personas dependen en parte de las recargas internacionales para costear sus líneas.
Mientras la inflación continúe siendo tan elevada, es previsible que esta tendencia se mantenga. Por otra parte, cuando la situación económica del país muestre signos sólidos de mejoría, podría tener lugar un cambio de tendencia en el que cada vez más usuarios de líneas prepagas opten por contratar sus servicios con factura mensual. Esto, a su vez, aumentaría la capacidad de inversión de las compañías de telefonía para mejorar la conectividad digital.