El concejal de Unión por la Patria, Martín Escalona, reiteró el reclamo por la pronta provisión de agua potable al sector de Esquel conocido como del faldeo, camino a Valle Chico, que afecta a más de 20 familias.
En la comunicación dirigida a la presidencia del Concejo Deliberante, el edil alude al expediente que dio lugar la presentación en “banca del vecino”, solicitando la provisión de agua, lo que no ha sucedido y habiendo transcurrido más de dos meses.
Mencionó dos notas anteriores del 13 de junio y 2 de julio, sin que haya respuesta del Municipio, en cuanto al abastecimiento de agua potable a los vecinos que están padeciendo la problemática, considerando que es una cuestión de humanidad, deber y respeto que deben tener los poderes del Estado.
Los vecinos del faldeo se abastecen de agua potable para el consumo humano, a un costo superior a los $ 10.000 por semana, juntando algunas familias agua de lluvia, y hasta abasteciéndose de comidas comunitarias, al no poder prepararlas en su domicilio. “Es imposible pensar una ciudad con desarrollo, si las necesidades básicas no son mínimamente satisfechas”, reflexionó Martín Escalona.
El concejal de Unión por la Patria, Martín Escalona, reiteró el reclamo por la pronta provisión de agua potable al sector de Esquel conocido como del faldeo, camino a Valle Chico, que afecta a más de 20 familias.
En la comunicación dirigida a la presidencia del Concejo Deliberante, el edil alude al expediente que dio lugar la presentación en “banca del vecino”, solicitando la provisión de agua, lo que no ha sucedido y habiendo transcurrido más de dos meses.
Mencionó dos notas anteriores del 13 de junio y 2 de julio, sin que haya respuesta del Municipio, en cuanto al abastecimiento de agua potable a los vecinos que están padeciendo la problemática, considerando que es una cuestión de humanidad, deber y respeto que deben tener los poderes del Estado.
Los vecinos del faldeo se abastecen de agua potable para el consumo humano, a un costo superior a los $ 10.000 por semana, juntando algunas familias agua de lluvia, y hasta abasteciéndose de comidas comunitarias, al no poder prepararlas en su domicilio. “Es imposible pensar una ciudad con desarrollo, si las necesidades básicas no son mínimamente satisfechas”, reflexionó Martín Escalona.