"Mamá, tengo que hacer la tarea”, una caja de Pandora

El caso de presunto abuso sexual en la Escuela 201 de Trelew recién empieza y no se sabe qué derivaciones puede tener. Una de las señales que alertaron a los padres fue que los niños se despertaban a la noche para hacer los deberes. Una denuncia de supuestos malos tratos que derivó en un escándalo. con una maestra detenida

12 JUL 2024 - 18:33 | Actualizado 12 JUL 2024 - 21:05

Por Lisandro Aguirregabiría/Redacción Jornada

La detención de la docente acusada de abusar sexualmente de alumnos de 2° grado de la Escuela 201 del barrio Los Aromos de Trelew, trajo algo de calma a los padres de las víctimas después del escándalo del jueves .

“Tenemos la tranquilidad de que está detenida”, dijo a Jornada el padre del niño que habló primero y alertó a los padres sobre un posible caso de abuso sexual de una maestra que devino en escándalo.

Este viernes no hubo clases y los padres ahora no saben cómo van a retomar sus hijos después de las vacaciones de invierno.

Formalizarán un petitorio para que el Ministerio de Educación les dé garantías de que van a poder dejar a sus hijos en manos de los directivos y docentes.

La escuela era una institución en la que ellos confiaban y ahora todos se miran de reojo.

La docentedeclaró en la Justicia que "todo es mentira, ella tiene una relación amigable con los alumnos y es un problema personal de las madres de los niños", dijo su abogado Facundo Bonavitta.

Esta tarde, Jornada estuvo con un puñado de padres y madres de alumnos de la escuela que fueron a los tribunales expectantes por ver si la docente detenida recuperaba la libertad o permanecía detenida, como finalmente ocurrió.

El caso de supuesto abuso explotó hace poco más de 48 horas, cuando un niño de siete años que se quejaba que una maestra "le gritaba, le tiraba los pelos y lo maltrataba entre otras cosas", reveló que le habrían tocado las partes íntimas.

En poco tiempo, hablaron otros niños que agregaron que les habrían sacado fotos en la intimidad del baño del aula, que en la entrada dice: “Bienvenidos a una nueva aventura”.

El aula, años atrás, formaba parte del jardín de infantes donde iban chicos de cuatro y cinco años, razón por la cual tiene dos baños, uno de los cuales está clausurado con sillas, contaron los padres.

La docente detenida, a la que el jueves le secuestraron computadoras, pendrives y el celular, hacía un mes y medio que había sido apartada tras una protesta que encabezaron los padres de los niños que acusaban malos tratos.

La maestra, dijeron los padres, ingresó a la escuela el año pasado como titular, estuvo de licencia por maternidad y se reincorporó en marzo de este año, cuando comenzó el ciclo lectivo, hasta que estalló el primer conflicto hace más de un mes.

A raíz de las primeras denuncias, comenzó una investigación por la cual los niños declararon que ella los "pellizcaba, gritaba y maltrataba". Los padres nunca se imaginaron que esto pudiera escalar a esos niveles de abuso sexual que ahora investiga la Justicia.

Según ellos, al cabo de este último mes, los niños y niñas fueron mostrando signos de que los malos tratos denunciados estaban haciendo efectos terribles en ellos.

“Mamá, tengo que hacer la tarea”, dijo un niño que se levantó de la cama en medio de la noche. Al día siguiente, otra madre comentó que su hijo también estaba “preocupado porque tenía que hacer la tarea”.

El quiebre fue cuando un niño contó que en el aula “lo ponían de espaldas contra la pared”. A partir de ese momento, los padres se convencieron de que algo raro estaba pasando.

“Se habla de fotos íntimas a los menores, tomadas dentro del baño en el aula, que es una caja de pandora”, reveló un padre.

En esa aula ubicada al fondo de la escuela, detrás de un escenario, separada por un telón negro, hay una veintena de alumnos. Nadie se explica por qué algunos niños supuestamente “se quedaban en el recreo con la docente haciendo deberes”, revelaron los denunciantes.

Los padres no pueden entender cómo al cabo de tres meses de clases que tuvieron con la maestra, nadie se percató de que había “gritos, brazos con moretones y llantos”.

Los efectos recién ahora están empezando a salir a la superficie en la medida en que van pasando los días. La madre de una víctima contó que anoche su hijo no pudo dormir ni ella tampoco.

“Los chicos van a hablar como puedan, van a decir lo que puedan”, dice el padre de una víctima que se va de los tribunales sabiendo que esto va a llevar tiempo.

Por lo pronto, dijeron, psicólogos, psicopedagogos y psiquiatras de la Justicia, se pusieron en contacto con los niños “para que vayan entrando en confianza con ellos y les cuenten su verdad”.

Cómo van a seguir los padres y madres de acá en más, nadie sabe. “La mejor herramienta que tenemos los padres es darle contención, amor y la seguridad de que ellos no hicieron nada malo”, culmina un padre más calmado pero lleno de incertidumbre.

Cada día que pasa es una caja de Pandora.

Enterate de las noticias de POLICIALES a través de nuestro newsletter

Anotate para recibir las noticias más importantes de esta sección.

Te podés dar de baja en cualquier momento con un solo clic.
12 JUL 2024 - 18:33

Por Lisandro Aguirregabiría/Redacción Jornada

La detención de la docente acusada de abusar sexualmente de alumnos de 2° grado de la Escuela 201 del barrio Los Aromos de Trelew, trajo algo de calma a los padres de las víctimas después del escándalo del jueves .

“Tenemos la tranquilidad de que está detenida”, dijo a Jornada el padre del niño que habló primero y alertó a los padres sobre un posible caso de abuso sexual de una maestra que devino en escándalo.

Este viernes no hubo clases y los padres ahora no saben cómo van a retomar sus hijos después de las vacaciones de invierno.

Formalizarán un petitorio para que el Ministerio de Educación les dé garantías de que van a poder dejar a sus hijos en manos de los directivos y docentes.

La escuela era una institución en la que ellos confiaban y ahora todos se miran de reojo.

La docentedeclaró en la Justicia que "todo es mentira, ella tiene una relación amigable con los alumnos y es un problema personal de las madres de los niños", dijo su abogado Facundo Bonavitta.

Esta tarde, Jornada estuvo con un puñado de padres y madres de alumnos de la escuela que fueron a los tribunales expectantes por ver si la docente detenida recuperaba la libertad o permanecía detenida, como finalmente ocurrió.

El caso de supuesto abuso explotó hace poco más de 48 horas, cuando un niño de siete años que se quejaba que una maestra "le gritaba, le tiraba los pelos y lo maltrataba entre otras cosas", reveló que le habrían tocado las partes íntimas.

En poco tiempo, hablaron otros niños que agregaron que les habrían sacado fotos en la intimidad del baño del aula, que en la entrada dice: “Bienvenidos a una nueva aventura”.

El aula, años atrás, formaba parte del jardín de infantes donde iban chicos de cuatro y cinco años, razón por la cual tiene dos baños, uno de los cuales está clausurado con sillas, contaron los padres.

La docente detenida, a la que el jueves le secuestraron computadoras, pendrives y el celular, hacía un mes y medio que había sido apartada tras una protesta que encabezaron los padres de los niños que acusaban malos tratos.

La maestra, dijeron los padres, ingresó a la escuela el año pasado como titular, estuvo de licencia por maternidad y se reincorporó en marzo de este año, cuando comenzó el ciclo lectivo, hasta que estalló el primer conflicto hace más de un mes.

A raíz de las primeras denuncias, comenzó una investigación por la cual los niños declararon que ella los "pellizcaba, gritaba y maltrataba". Los padres nunca se imaginaron que esto pudiera escalar a esos niveles de abuso sexual que ahora investiga la Justicia.

Según ellos, al cabo de este último mes, los niños y niñas fueron mostrando signos de que los malos tratos denunciados estaban haciendo efectos terribles en ellos.

“Mamá, tengo que hacer la tarea”, dijo un niño que se levantó de la cama en medio de la noche. Al día siguiente, otra madre comentó que su hijo también estaba “preocupado porque tenía que hacer la tarea”.

El quiebre fue cuando un niño contó que en el aula “lo ponían de espaldas contra la pared”. A partir de ese momento, los padres se convencieron de que algo raro estaba pasando.

“Se habla de fotos íntimas a los menores, tomadas dentro del baño en el aula, que es una caja de pandora”, reveló un padre.

En esa aula ubicada al fondo de la escuela, detrás de un escenario, separada por un telón negro, hay una veintena de alumnos. Nadie se explica por qué algunos niños supuestamente “se quedaban en el recreo con la docente haciendo deberes”, revelaron los denunciantes.

Los padres no pueden entender cómo al cabo de tres meses de clases que tuvieron con la maestra, nadie se percató de que había “gritos, brazos con moretones y llantos”.

Los efectos recién ahora están empezando a salir a la superficie en la medida en que van pasando los días. La madre de una víctima contó que anoche su hijo no pudo dormir ni ella tampoco.

“Los chicos van a hablar como puedan, van a decir lo que puedan”, dice el padre de una víctima que se va de los tribunales sabiendo que esto va a llevar tiempo.

Por lo pronto, dijeron, psicólogos, psicopedagogos y psiquiatras de la Justicia, se pusieron en contacto con los niños “para que vayan entrando en confianza con ellos y les cuenten su verdad”.

Cómo van a seguir los padres y madres de acá en más, nadie sabe. “La mejor herramienta que tenemos los padres es darle contención, amor y la seguridad de que ellos no hicieron nada malo”, culmina un padre más calmado pero lleno de incertidumbre.

Cada día que pasa es una caja de Pandora.


NOTICIAS RELACIONADAS