Cultivos con menos agroquímicos: la apuesta de una startup chubutense

Científicos del CONICET-CIEFAP emprenden desde la ciencia y crean una empresa que desarrolla productos bionanotecnológicos para incrementar el valor nutricional de los alimentos, reducir el uso de agroquímicos, aumentar el rendimiento de la producción y disminuir los costos.

11 JUL 2024 - 14:41 | Actualizado 11 JUL 2024 - 15:23

Ecolysium es la primera startup de la cordillera chubutense impulsada por el Centro de Investigación y Extensión Forestal Andino Patagónico (CIEFAP), que desarrolla una nueva generación de bioinsumos para mejorar los cultivos frutihortícolas intensivos y promover la producción sustentable utilizando bacterias patagónicas y nanotecnología, algo innovador en el mercado.

La población mundial y la demanda de alimentos está aumentando cada año, y para satisfacerla se recurre al uso de agroquímicos que tienen un impacto negativo en el ambiente y en la salud humana, haciendo su uso insostenible.

“Debido a la utilización intensiva del suelo, los micronutrientes son deficientes y esto se traslada a la dieta humana, lo que provoca problemas de salud”, comenta el doctor Ariel Marfetán, biotecnólogo con experiencia en formulación de bioinsumos y uno de los creadores de la empresa.

Según el especialista del sistema científico nacional, en la actualidad los productores agropecuarios no cuentan con productos biológicos que les permitan sustituir aquellos agroquímicos que utilizan habitualmente. El desafío es encontrar productos biológicos que sean capaces de reemplazarlos, biofortificando los suelos.

Soluciones sostenibles

Estos emprendedores científicos del sur del país fusionan bacterias patagónicas promotoras del crecimiento vegetal y nanopartículas de selenio, logrando acortar el ciclo de producción y aumentando el rendimiento, superando a los productos que ya se comercializan.

Además, las nanopartículas de selenio, presentes en los cereales integrales, entre otros alimentos, son capaces de promover la germinación y la fotosíntesis y proteger a las plantas de distintos tipos de estrés.

Ecolysium desarrolla productos 100% biológicos que mejoran los rendimientos de los cultivos en un 30 % o más (dependiendo del cultivo). Además, reducen los tiempos de producción entre un 15% y un 22%, permitiendo más cosechas por temporada en cultivos de hoja. Como valor adicional, controlan patógenos y aumentan los valores nutricionales de las plantas.

“Los productos "all-in-one" o “todo en uno” que están siendo desarrollados no sólo buscan revolucionar la producción de cultivos con productos biológicos de nueva generación, sino que aumentan los rindes de los cultivos y reemplazan múltiples agroquímicos (fungicidas, fertilizantes y/o fitoestimulantes) sino que también biofortifican los alimentos”, aporta la doctora Micaela Pescuma, experta en nanopartículas biogénicas y alimentos funcionales, Directora de innovación y cofundadora de la Startup.

La fórmula del éxito

Ecolysium nació en el centro de investigación de ciencia ubicado en Esquel, Patagonia, más precisamente en el Área de Fitopatología y Microbiología Aplicada, como resultado del proyecto estratégico sobre producción de biofungicidas y bioinoculantes.

Así, con más de 15 años de investigaciones científicas en microorganismos y nanopartículas biogénicas, los investigadores de CONICET-CIEFAP proponen herramientas sustentables para llevar soluciones innovadoras al mercado basados en los conocimientos científicos desarrollados dentro de la institución patagónica de I+D+i

“Por demanda de productores de frutos secos del valle medio de Neuquén, empezamos a desarrollar bioinsumos para enfermedades en plantaciones de nogal lo que desencadenó en la búsqueda de soluciones para la producción frutihortícolas”, resalta el doctor Omar Ordoñez, experto en microbiología ambiental y biorremediación y director de operaciones de Ecolysium.

El investigador agrega: “el salto del ámbito académico a dar respuesta a una demanda y luego ser fundador de una Startup se dio eficientemente. Emprender desde la ciencia lleva a asumir otros desafíos que son lejanos para quien sólo se dedica a la investigación. Encontrar socios científicos, crear nuevos productos, sumar al equipo personas como Osvaldo Armani con experiencia en el mundo de los negocios y transferir conocimientos al sector privado me apasiona, y creo que esa fue la base para crear Ecolysium”.

Por su parte, el Director Ejecutivo de CIEFAP, Hernán Colomb , concluye que “la ciencia cobra un valor extra cuando aporta soluciones a la producción, al ambiente y a la sociedad. Hay que dejar de pensar a la ciencia, la tecnología y la innovación como compartimentos estancos, y empezar a considerar a la ciencia y la empresa como organizaciones complementarias. Trabajamos activamente en esta línea de desarrollo empresarial porque creemos que nuestro Centro tiene el potencial de, a través de la investigación, lograr muchos más emprendimientos de base tecnológica que en los próximos años sigan mejorando el entorno y creen puestos de trabajo de alta calidad.”

Emprender desde la ciencia

Las startup son empresas que se enfocan en impulsar nuevos productos y servicios basados en resultados de investigación científica y tecnológica. La creación de este tipo de empresas facilita la transferencia de tecnología desde el laboratorio a la sociedad creando empleos calificados.

Desde su creación validan y escalan su tecnología innovadora y su modelo de negocio lo más rápido posible, para llegar a mercados regionales o globales en pocos años. Para lograrlo necesitan impulsarse con inversiones de capital emprendedor que brindan las aceleradoras y fondos de inversión. Es clave la presencia de actores especializados del ecosistema de innovación que complementan la inversión institucional realizada por los organismos de investigación, como es el caso de los investigadores, profesionales del CONICET, que se suma a la de los emprendedores, e inversores institucionales y privados que apoyan estas iniciativas.

Sobre el rol de la ciencia y la dinámica de la economía del conocimiento, Hernán Colomb expresa que “la institución regional con más de 35 años de investigación, desarrollo e innovación pone el conocimiento, la tecnología y la infraestructura para impulsar la incubación de Empresas de Base Tecnológica”.

Colomb destaca además que “el organismo que genera impactos positivos a nivel regional y global cuenta con más de 70 científicos y becarios, quienes trabajan en investigación básica y aplicada para el desarrollo de productos y servicios, y para la mejora de los procesos productivos. Agrega además, que lo hacen desde una visión sostenible para conducir los desafíos de esta nueva generación de conocimiento”.

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11 JUL 2024 - 14:41

Ecolysium es la primera startup de la cordillera chubutense impulsada por el Centro de Investigación y Extensión Forestal Andino Patagónico (CIEFAP), que desarrolla una nueva generación de bioinsumos para mejorar los cultivos frutihortícolas intensivos y promover la producción sustentable utilizando bacterias patagónicas y nanotecnología, algo innovador en el mercado.

La población mundial y la demanda de alimentos está aumentando cada año, y para satisfacerla se recurre al uso de agroquímicos que tienen un impacto negativo en el ambiente y en la salud humana, haciendo su uso insostenible.

“Debido a la utilización intensiva del suelo, los micronutrientes son deficientes y esto se traslada a la dieta humana, lo que provoca problemas de salud”, comenta el doctor Ariel Marfetán, biotecnólogo con experiencia en formulación de bioinsumos y uno de los creadores de la empresa.

Según el especialista del sistema científico nacional, en la actualidad los productores agropecuarios no cuentan con productos biológicos que les permitan sustituir aquellos agroquímicos que utilizan habitualmente. El desafío es encontrar productos biológicos que sean capaces de reemplazarlos, biofortificando los suelos.

Soluciones sostenibles

Estos emprendedores científicos del sur del país fusionan bacterias patagónicas promotoras del crecimiento vegetal y nanopartículas de selenio, logrando acortar el ciclo de producción y aumentando el rendimiento, superando a los productos que ya se comercializan.

Además, las nanopartículas de selenio, presentes en los cereales integrales, entre otros alimentos, son capaces de promover la germinación y la fotosíntesis y proteger a las plantas de distintos tipos de estrés.

Ecolysium desarrolla productos 100% biológicos que mejoran los rendimientos de los cultivos en un 30 % o más (dependiendo del cultivo). Además, reducen los tiempos de producción entre un 15% y un 22%, permitiendo más cosechas por temporada en cultivos de hoja. Como valor adicional, controlan patógenos y aumentan los valores nutricionales de las plantas.

“Los productos "all-in-one" o “todo en uno” que están siendo desarrollados no sólo buscan revolucionar la producción de cultivos con productos biológicos de nueva generación, sino que aumentan los rindes de los cultivos y reemplazan múltiples agroquímicos (fungicidas, fertilizantes y/o fitoestimulantes) sino que también biofortifican los alimentos”, aporta la doctora Micaela Pescuma, experta en nanopartículas biogénicas y alimentos funcionales, Directora de innovación y cofundadora de la Startup.

La fórmula del éxito

Ecolysium nació en el centro de investigación de ciencia ubicado en Esquel, Patagonia, más precisamente en el Área de Fitopatología y Microbiología Aplicada, como resultado del proyecto estratégico sobre producción de biofungicidas y bioinoculantes.

Así, con más de 15 años de investigaciones científicas en microorganismos y nanopartículas biogénicas, los investigadores de CONICET-CIEFAP proponen herramientas sustentables para llevar soluciones innovadoras al mercado basados en los conocimientos científicos desarrollados dentro de la institución patagónica de I+D+i

“Por demanda de productores de frutos secos del valle medio de Neuquén, empezamos a desarrollar bioinsumos para enfermedades en plantaciones de nogal lo que desencadenó en la búsqueda de soluciones para la producción frutihortícolas”, resalta el doctor Omar Ordoñez, experto en microbiología ambiental y biorremediación y director de operaciones de Ecolysium.

El investigador agrega: “el salto del ámbito académico a dar respuesta a una demanda y luego ser fundador de una Startup se dio eficientemente. Emprender desde la ciencia lleva a asumir otros desafíos que son lejanos para quien sólo se dedica a la investigación. Encontrar socios científicos, crear nuevos productos, sumar al equipo personas como Osvaldo Armani con experiencia en el mundo de los negocios y transferir conocimientos al sector privado me apasiona, y creo que esa fue la base para crear Ecolysium”.

Por su parte, el Director Ejecutivo de CIEFAP, Hernán Colomb , concluye que “la ciencia cobra un valor extra cuando aporta soluciones a la producción, al ambiente y a la sociedad. Hay que dejar de pensar a la ciencia, la tecnología y la innovación como compartimentos estancos, y empezar a considerar a la ciencia y la empresa como organizaciones complementarias. Trabajamos activamente en esta línea de desarrollo empresarial porque creemos que nuestro Centro tiene el potencial de, a través de la investigación, lograr muchos más emprendimientos de base tecnológica que en los próximos años sigan mejorando el entorno y creen puestos de trabajo de alta calidad.”

Emprender desde la ciencia

Las startup son empresas que se enfocan en impulsar nuevos productos y servicios basados en resultados de investigación científica y tecnológica. La creación de este tipo de empresas facilita la transferencia de tecnología desde el laboratorio a la sociedad creando empleos calificados.

Desde su creación validan y escalan su tecnología innovadora y su modelo de negocio lo más rápido posible, para llegar a mercados regionales o globales en pocos años. Para lograrlo necesitan impulsarse con inversiones de capital emprendedor que brindan las aceleradoras y fondos de inversión. Es clave la presencia de actores especializados del ecosistema de innovación que complementan la inversión institucional realizada por los organismos de investigación, como es el caso de los investigadores, profesionales del CONICET, que se suma a la de los emprendedores, e inversores institucionales y privados que apoyan estas iniciativas.

Sobre el rol de la ciencia y la dinámica de la economía del conocimiento, Hernán Colomb expresa que “la institución regional con más de 35 años de investigación, desarrollo e innovación pone el conocimiento, la tecnología y la infraestructura para impulsar la incubación de Empresas de Base Tecnológica”.

Colomb destaca además que “el organismo que genera impactos positivos a nivel regional y global cuenta con más de 70 científicos y becarios, quienes trabajan en investigación básica y aplicada para el desarrollo de productos y servicios, y para la mejora de los procesos productivos. Agrega además, que lo hacen desde una visión sostenible para conducir los desafíos de esta nueva generación de conocimiento”.


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