Cómo sobrevivió Maxi Ciri tres días perdido en la nieve

El joven de 30 años había salido a cazar el miércoles a un campo del Dique Ameghino, se perdió persiguiendo un guanaco y la Policía lo encontró este sábado. El trelewense le ganó al frío, la nieve y el hambre. El sabueso que le siguió el rastro, es el mismo que descubrió al acusado del femicidio de la docente Stella Maidana en Rawson

06 JUL 2024 - 19:19 | Actualizado 07 JUL 2024 - 9:47

Por Lisandro Aguirregabiría / Redacción Jornada

Maximiliano Ciri regresaba a la estancia con su padre y el primo, cuando un guanco se les cruzó en el camino, se bajó de la camioneta y salió disparado corriendo para cazarlo.

Era el miércoles a la tarde, los campos estaban cubiertos de nieve y los otros dos hombres le perdieron el rastro. El joven de 30 años, llegó a cazar el guanaco, pero cuando miró alrededor se dio cuenta de que estaba desorientado.

Lo primero que hizo fue tratar de encontrar la Ruta 25 pero solo había matas alrededor. La noche se vino de golpe, hizo un fuego y agradeció que no se le haya escapado el guanaco.

El padre, un hombre mayor, de unos 77 años, y el primo, un joven, dejaron todo y atinaron a salir a buscarlo por el campo; se dieron cuenta de que tenían que buscar ayuda.

Padre e hijo habían salido para la estancia cerca del Dique Ameghino. Acostumbraban a ir a cazar al campo, pero hacía mucho que no andaban por ahí.

Ciri, perdido en la nieve, fue dejado rastros confiando en que alguien iba a seguirle la huella. El joven aplastó matas, dejó leña y una campera en medio del camino.

El jueves a la noche, se activó protocolo de búsqueda a cargo de Isaías Cárdenas, Daniel Balzi y Ariel Ángel Pérez, de la División Canes Trelew que comanda el comisario Saúl Ale.

La división tiene a un sabueso infalible, Donatello, que fue el que siguió el rastro del supuesto femicida de la docente de Rawson, Stella Maidana, quien había dejado el auto abandonado en Gaiman.

También hace unos meses descubrió a un delincuente que asaltó una ferretería en Trelew y estaba escondido en un baldío.

El olfato de Donatello, de raza Bloodhound (como Pluto de Disney), de orejas largas, no falló.

El viernes el perro condujo a los investigadores hasta un brazo del río. En el camino encontraron los rastros que Maxi había dejado sabiendo que iban a buscarlo.

Era de noche para continuar con la búsqueda, pero habían dado con la huella. Este sábado volvieron a los campos, con nieve despejada, y se desviaron por un camino en dirección a Las Plumas.

Tenían la corazonada que Maximiliano podría haber ido para una estancia ahí cerca. El martes y miércoles había nevado bastante. Para el viernes y sábado el camino se había aclarado.

Los rescatistas tomaron un camino cerca de la estancia, guiados por las huellas y su instinto, y no se equivocaron. Allí estaba Maxi Ciri recostado bajo del cartel de la estancia Cerro “Los Perros”.

“Lo seguí al guanaco, cuando quise acordar era de noche, me desorienté pensé que estaba cerca de la ruta, empecé a caminar”, dijo el joven con hipotermia, pero lúcido.

Poco antes Ciri había prendido un fuego cuando oyó las camionetas que pasaban por la ruta. Para esa altura había encontrado el camino de regreso a la estancia de donde había salido hacía tres días.

Maxi Ciri se reencontró con su familia, y se recupera en el hospital del Dique Ameghino. Sobrevivió las tres noches al calor del fuego, comiendo guanaco, y siempre se mantuvo lúcido.

La División Canes, efectivos policiales del Dique y Trelew, y Bomberos hicieron lo suyo. Donatello, el sabueso como “Pluto”, otra vez dio en la pista y ayudó al resolver el caso.

El perro, de cinco años, ya tiene en su haber a un hombre acusado de femicidio y a un joven perdido que sobrevivió a las fuerzas de la naturaleza.

Maxi, el protagonista de esta historia, que todavía no habló, regresará a casa pronto y tendrá mucho para contar.

06 JUL 2024 - 19:19

Por Lisandro Aguirregabiría / Redacción Jornada

Maximiliano Ciri regresaba a la estancia con su padre y el primo, cuando un guanco se les cruzó en el camino, se bajó de la camioneta y salió disparado corriendo para cazarlo.

Era el miércoles a la tarde, los campos estaban cubiertos de nieve y los otros dos hombres le perdieron el rastro. El joven de 30 años, llegó a cazar el guanaco, pero cuando miró alrededor se dio cuenta de que estaba desorientado.

Lo primero que hizo fue tratar de encontrar la Ruta 25 pero solo había matas alrededor. La noche se vino de golpe, hizo un fuego y agradeció que no se le haya escapado el guanaco.

El padre, un hombre mayor, de unos 77 años, y el primo, un joven, dejaron todo y atinaron a salir a buscarlo por el campo; se dieron cuenta de que tenían que buscar ayuda.

Padre e hijo habían salido para la estancia cerca del Dique Ameghino. Acostumbraban a ir a cazar al campo, pero hacía mucho que no andaban por ahí.

Ciri, perdido en la nieve, fue dejado rastros confiando en que alguien iba a seguirle la huella. El joven aplastó matas, dejó leña y una campera en medio del camino.

El jueves a la noche, se activó protocolo de búsqueda a cargo de Isaías Cárdenas, Daniel Balzi y Ariel Ángel Pérez, de la División Canes Trelew que comanda el comisario Saúl Ale.

La división tiene a un sabueso infalible, Donatello, que fue el que siguió el rastro del supuesto femicida de la docente de Rawson, Stella Maidana, quien había dejado el auto abandonado en Gaiman.

También hace unos meses descubrió a un delincuente que asaltó una ferretería en Trelew y estaba escondido en un baldío.

El olfato de Donatello, de raza Bloodhound (como Pluto de Disney), de orejas largas, no falló.

El viernes el perro condujo a los investigadores hasta un brazo del río. En el camino encontraron los rastros que Maxi había dejado sabiendo que iban a buscarlo.

Era de noche para continuar con la búsqueda, pero habían dado con la huella. Este sábado volvieron a los campos, con nieve despejada, y se desviaron por un camino en dirección a Las Plumas.

Tenían la corazonada que Maximiliano podría haber ido para una estancia ahí cerca. El martes y miércoles había nevado bastante. Para el viernes y sábado el camino se había aclarado.

Los rescatistas tomaron un camino cerca de la estancia, guiados por las huellas y su instinto, y no se equivocaron. Allí estaba Maxi Ciri recostado bajo del cartel de la estancia Cerro “Los Perros”.

“Lo seguí al guanaco, cuando quise acordar era de noche, me desorienté pensé que estaba cerca de la ruta, empecé a caminar”, dijo el joven con hipotermia, pero lúcido.

Poco antes Ciri había prendido un fuego cuando oyó las camionetas que pasaban por la ruta. Para esa altura había encontrado el camino de regreso a la estancia de donde había salido hacía tres días.

Maxi Ciri se reencontró con su familia, y se recupera en el hospital del Dique Ameghino. Sobrevivió las tres noches al calor del fuego, comiendo guanaco, y siempre se mantuvo lúcido.

La División Canes, efectivos policiales del Dique y Trelew, y Bomberos hicieron lo suyo. Donatello, el sabueso como “Pluto”, otra vez dio en la pista y ayudó al resolver el caso.

El perro, de cinco años, ya tiene en su haber a un hombre acusado de femicidio y a un joven perdido que sobrevivió a las fuerzas de la naturaleza.

Maxi, el protagonista de esta historia, que todavía no habló, regresará a casa pronto y tendrá mucho para contar.


NOTICIAS RELACIONADAS