Ladrones dejaron sin cannabis a pacientes oncológicos

Otra vez le robaron las plantas de cannabis a Bertha Thachek, la cultivadora de Puerto Madryn. Peligra la continuidad del tratamiento de personas que dependen del aceite de cannabis

18 JUN 2024 - 16:30 | Actualizado 18 JUN 2024 - 17:58

Delincuentes se llevaron 14 plantas de cannabis destinadas al tratamiento de pacientes oncológicos y con otras patologías, y que ahora se quedaron sin su medicina.

La víctima del robo es la productora Bertha Thachek, de Puerto Madryn quien por culpa de estos delincuentes perdió el trabajo de ocho meses y ahora no puede ayudar ni a su hija ni a otros niños.

“Hay mucha gente que depende de mis plantas, en especial chicos, y eso es lo que más me duele”, dijo la cultivadora en diálogo con Por el Aire por Cadena Tiempo.

Todos los años Bertha es noticia porque delincuentes ingresan a su casa y se llevan plantas de marihuana.

Esta vez, se llevaron plantas en crecimiento que ni siquiera les sirven a quienes las robaron. “Son plantas muy chiquitas si las arrancás de las macetas se mueren”, sostuvo.

La cultivadora se quejó que hay un “vacío legal” que los deja desamparados frente a estos delitos. La ley trata de la misma manera a una persona que roba una planta, que a un delincuente que despoja de su medicina a pacientes cuya salud depende del cannabis.

Bertha aseguró que los delincuentes son siempre los mismos, son mayores y están identificados, pero siguen en libertad producto de este vacío legal.

Destacó que la Policía y la Fiscalía hicieron su trabajo con celeridad e identificaron a los ladrones, pero el caso queda ahí.

En este último caso, las plantas que se llevaron fueron cultivadas con semillas traídas de los Países Bajos, que habían sido donadas, por personas que saben lo importante que es el trabajo que hace Bertha y las personas que lo necesitan.

De hecho, la cultivadora comentó que vienen experimentando con semillas que permiten obtener una mejor genética, lo que hace que se puedan abordar muchas más patologías.

Estos ocho meses de trabajo fueron literalmente arrancados por estos delincuentes que no saben lo que se llevaron, pero sí conocen bien la magnitud del daño que hicieron.

“Con la reserva que tenemos de flores no damos abasto y me pone mal decirle a una madre que no tenemos más aceite. Nos corta las piernas”, concluyó.

18 JUN 2024 - 16:30

Delincuentes se llevaron 14 plantas de cannabis destinadas al tratamiento de pacientes oncológicos y con otras patologías, y que ahora se quedaron sin su medicina.

La víctima del robo es la productora Bertha Thachek, de Puerto Madryn quien por culpa de estos delincuentes perdió el trabajo de ocho meses y ahora no puede ayudar ni a su hija ni a otros niños.

“Hay mucha gente que depende de mis plantas, en especial chicos, y eso es lo que más me duele”, dijo la cultivadora en diálogo con Por el Aire por Cadena Tiempo.

Todos los años Bertha es noticia porque delincuentes ingresan a su casa y se llevan plantas de marihuana.

Esta vez, se llevaron plantas en crecimiento que ni siquiera les sirven a quienes las robaron. “Son plantas muy chiquitas si las arrancás de las macetas se mueren”, sostuvo.

La cultivadora se quejó que hay un “vacío legal” que los deja desamparados frente a estos delitos. La ley trata de la misma manera a una persona que roba una planta, que a un delincuente que despoja de su medicina a pacientes cuya salud depende del cannabis.

Bertha aseguró que los delincuentes son siempre los mismos, son mayores y están identificados, pero siguen en libertad producto de este vacío legal.

Destacó que la Policía y la Fiscalía hicieron su trabajo con celeridad e identificaron a los ladrones, pero el caso queda ahí.

En este último caso, las plantas que se llevaron fueron cultivadas con semillas traídas de los Países Bajos, que habían sido donadas, por personas que saben lo importante que es el trabajo que hace Bertha y las personas que lo necesitan.

De hecho, la cultivadora comentó que vienen experimentando con semillas que permiten obtener una mejor genética, lo que hace que se puedan abordar muchas más patologías.

Estos ocho meses de trabajo fueron literalmente arrancados por estos delincuentes que no saben lo que se llevaron, pero sí conocen bien la magnitud del daño que hicieron.

“Con la reserva que tenemos de flores no damos abasto y me pone mal decirle a una madre que no tenemos más aceite. Nos corta las piernas”, concluyó.


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