Muñoz rompió el silencio: “Soy inocente y no tengo nada que ver con el caso”
“Soy inocente y por eso estoy acá declarando. Sólo sé lo que leí en los diarios. No tengo nada que ver con el caso”. Con este párrafo Brian Huenchullán Muñoz rompió el silencio, desmintió su declaración en la Comisaría 2ª y dijo no haber asesinado a Rodrigo Colihuinca en marzo de 2012 en Trelew.
El joven habló ante las juezas Ivana González y Carolina Marín en la audiencia de esta mañana en Tribunales, donde se confirmó la prisión preventiva por 3 meses que le dictó el jueves el juez Marcelo Nieto Di Biase.
“No estoy muy bien. Estoy pasando una etapa muy mala en mi vida por la depresión, la ansiedad y mi adicción; tengo problemas económicos y de pareja”, dijo a las magistradas.
Muñoz también contradijo al fiscal Fabián Moyano: “El señor dice que no estoy a cargo de mis hijos, pero que vaya a mi casa y se fije. Todas las mañanas me levanto a las 8, a las 8.15 dejo a mi hija de 2 años y medio en el Jardín Maternal de barrio Progreso, a las 8.20 dejo a mi pareja en su trabajo y a las 11.45 retiro a la nena”.
Con sollozos describió que el día de su entrega y confesión se había peleado con su mujer. “Fui a la Comisaría a ver si me podían encerrar un rato para controlarme, porque tenía ganas de matarme y de tirarme debajo de un auto”.
“Tengo miedo de llegar a la celda, hacerme daño y terminar con mi vida –lamentó-. Me duele el corazón y el alma por todo lo que estoy pasando, no pensé que iba a llegar a tanto; sólo quería que me metan un rato al calabozo para poder calmarme”. Admitió sus intentos de suicidio en la Seccional y graficó que “me salvó la Policía porque si no, no estaría acá”.
Muñoz se describió como “trabajador y responsable de mis hijos. Hago lo posible para darles lo mejor”.
“No puedo seguir adelante –declaró sobre su prisión-, si no salgo de ésta no sé qué voy a hacer, son tres meses que tengo que estar pensando entre cuatro paredes. La depresión me está matando. Estoy destrozado porque encima tengo que estar encerrado pensando en qué va a pasar con mi vida o en qué momento me van a venir a apuñalar”.
“Sólo quiero llegar a casa, abrazar a mi nena, decirle que la amo y tener un rato de la paz que ella me da”, se desahogó. Y aunque aceptó responder preguntas, el fiscal Moyano prefirió no interrogarlo.
“Soy inocente y por eso estoy acá declarando. Sólo sé lo que leí en los diarios. No tengo nada que ver con el caso”. Con este párrafo Brian Huenchullán Muñoz rompió el silencio, desmintió su declaración en la Comisaría 2ª y dijo no haber asesinado a Rodrigo Colihuinca en marzo de 2012 en Trelew.
El joven habló ante las juezas Ivana González y Carolina Marín en la audiencia de esta mañana en Tribunales, donde se confirmó la prisión preventiva por 3 meses que le dictó el jueves el juez Marcelo Nieto Di Biase.
“No estoy muy bien. Estoy pasando una etapa muy mala en mi vida por la depresión, la ansiedad y mi adicción; tengo problemas económicos y de pareja”, dijo a las magistradas.
Muñoz también contradijo al fiscal Fabián Moyano: “El señor dice que no estoy a cargo de mis hijos, pero que vaya a mi casa y se fije. Todas las mañanas me levanto a las 8, a las 8.15 dejo a mi hija de 2 años y medio en el Jardín Maternal de barrio Progreso, a las 8.20 dejo a mi pareja en su trabajo y a las 11.45 retiro a la nena”.
Con sollozos describió que el día de su entrega y confesión se había peleado con su mujer. “Fui a la Comisaría a ver si me podían encerrar un rato para controlarme, porque tenía ganas de matarme y de tirarme debajo de un auto”.
“Tengo miedo de llegar a la celda, hacerme daño y terminar con mi vida –lamentó-. Me duele el corazón y el alma por todo lo que estoy pasando, no pensé que iba a llegar a tanto; sólo quería que me metan un rato al calabozo para poder calmarme”. Admitió sus intentos de suicidio en la Seccional y graficó que “me salvó la Policía porque si no, no estaría acá”.
Muñoz se describió como “trabajador y responsable de mis hijos. Hago lo posible para darles lo mejor”.
“No puedo seguir adelante –declaró sobre su prisión-, si no salgo de ésta no sé qué voy a hacer, son tres meses que tengo que estar pensando entre cuatro paredes. La depresión me está matando. Estoy destrozado porque encima tengo que estar encerrado pensando en qué va a pasar con mi vida o en qué momento me van a venir a apuñalar”.
“Sólo quiero llegar a casa, abrazar a mi nena, decirle que la amo y tener un rato de la paz que ella me da”, se desahogó. Y aunque aceptó responder preguntas, el fiscal Moyano prefirió no interrogarlo.