Un hombre fue aprehendido en flagrancia luego de cortar cubiertas del vehículo de su ex pareja y querer ingresar a la vivienda, cuando tenía vigente una prohibición de acercamiento. Ante la situacion , Ismael Cerda, procurador de fiscalía de turno de Esquel, formalizó la investigación y pidió la prisión preventiva por desobediencias reiteradas en contexto de violencia de género. El juez Jorge Novarino, dispuso la medida por un plazo de 20 días por entender que de otro modo no se puede cautelar el proceso.
Los hechos
El 29 de marzo a las 9 hs., el imputado, quien circulaba junto a otra persona, se presentó frente al domicilio de la víctima y con un elemento cortante le dañó una cubierta del vehículo. La víctima vio lo vio a través de una cámara de seguridad.
El el mismo día a las 22:20, volvió el lugar y le dañó otra cubierta, llamó al domicilio con el cuchillo en su mano diciendo que quería hablar. Ella dio aviso a la policía y fue aprehendido en flagrancia.
El sujeto tiene vigente una prohibición de acercamiento dispuesta por la jueza de familia.
Los hechos fueron calificados como constitutivos de los delitos de desobediencia y daño, cometidos en contexto de violencia de género.
Cerda, al justificar su pedido de prisión preventiva, indicó que se trata de un hecho grave, el imputado demostró que es una persona que no entiende las órdenes que le impartió la juez de familia. Tiene otros tres legajos de investigación en trámite, en los que la víctima denunció daños en sus cubiertas con elementos punzocortantes. No tenía cámaras pero sospechaba de él. Pocos días atrás, la Fiscalía formalizó la investigación por otros tres hechos desobediencia y “no conforme con ello volvió a incurrir otras dos veces esa actitud”, dijo el procurador fiscal. Añadió luego que “si no intervenía personal policial, si la víctima no hubiera colocado cámaras de seguridad, podría haber ocurrido un hecho más grave”. El imputado tiene antecedentes penales, en 2012 protagonizó un hecho violento por el que fue condenado por el delito de homicidio culposo.
Cerda sostuvo que hay peligro de fuga. Tomo como indicio que estando en comisaría presentó un habeas corpus diciendo que no sabía por qué fue detenido, que había sido maltratado, que estaba detenido hacía cinco horas. Nada de eso era cierto. Añadió en su argumentación el representante de la Fiscalía, que el imputado hostiga constantemente a la víctima, incluso con llamados telefónicos. Hay rondines ordenados por la juez de familia, y pese a eso logró acercarse sin ser visto.
Por la Defensa Pública, Tamara Crea dijo que no hay riesgo de fuga ya que el imputado vive en Esquel de toda la vida, tiene trabajo en un taller, tiene hijas. Solicitó que se sustituya la prisión preventiva por una medida menos gravosa, sobre todo teniendo en cuenta las condiciones en que se cumplen medidas en los centros de detención.
El juez Novarino coincidió con la Fiscalía en que la medida de prisión es necesaria en este caso y que no puede ser sustituida por una menos grave porque el imputado incumple. Añadió que estamos frente a un claro caso de violencia de género. Respecto de las condiciones de los centros en que se cumplen las medidas de prisión preventiva, sostuvo que es un planteo que debe hacerse al Poder Ejecutivo, “no puede un juez prescindir de tomar una medida de coerción porque las condiciones carcelarias no se encuentran satisfechas adecuadamente”.
El imputado cumplirá prisión preventiva por veinte días, cumplido el plazo se revisará si es necesario prolongarla o fue suficiente para finalizar la investigación.
Un hombre fue aprehendido en flagrancia luego de cortar cubiertas del vehículo de su ex pareja y querer ingresar a la vivienda, cuando tenía vigente una prohibición de acercamiento. Ante la situacion , Ismael Cerda, procurador de fiscalía de turno de Esquel, formalizó la investigación y pidió la prisión preventiva por desobediencias reiteradas en contexto de violencia de género. El juez Jorge Novarino, dispuso la medida por un plazo de 20 días por entender que de otro modo no se puede cautelar el proceso.
Los hechos
El 29 de marzo a las 9 hs., el imputado, quien circulaba junto a otra persona, se presentó frente al domicilio de la víctima y con un elemento cortante le dañó una cubierta del vehículo. La víctima vio lo vio a través de una cámara de seguridad.
El el mismo día a las 22:20, volvió el lugar y le dañó otra cubierta, llamó al domicilio con el cuchillo en su mano diciendo que quería hablar. Ella dio aviso a la policía y fue aprehendido en flagrancia.
El sujeto tiene vigente una prohibición de acercamiento dispuesta por la jueza de familia.
Los hechos fueron calificados como constitutivos de los delitos de desobediencia y daño, cometidos en contexto de violencia de género.
Cerda, al justificar su pedido de prisión preventiva, indicó que se trata de un hecho grave, el imputado demostró que es una persona que no entiende las órdenes que le impartió la juez de familia. Tiene otros tres legajos de investigación en trámite, en los que la víctima denunció daños en sus cubiertas con elementos punzocortantes. No tenía cámaras pero sospechaba de él. Pocos días atrás, la Fiscalía formalizó la investigación por otros tres hechos desobediencia y “no conforme con ello volvió a incurrir otras dos veces esa actitud”, dijo el procurador fiscal. Añadió luego que “si no intervenía personal policial, si la víctima no hubiera colocado cámaras de seguridad, podría haber ocurrido un hecho más grave”. El imputado tiene antecedentes penales, en 2012 protagonizó un hecho violento por el que fue condenado por el delito de homicidio culposo.
Cerda sostuvo que hay peligro de fuga. Tomo como indicio que estando en comisaría presentó un habeas corpus diciendo que no sabía por qué fue detenido, que había sido maltratado, que estaba detenido hacía cinco horas. Nada de eso era cierto. Añadió en su argumentación el representante de la Fiscalía, que el imputado hostiga constantemente a la víctima, incluso con llamados telefónicos. Hay rondines ordenados por la juez de familia, y pese a eso logró acercarse sin ser visto.
Por la Defensa Pública, Tamara Crea dijo que no hay riesgo de fuga ya que el imputado vive en Esquel de toda la vida, tiene trabajo en un taller, tiene hijas. Solicitó que se sustituya la prisión preventiva por una medida menos gravosa, sobre todo teniendo en cuenta las condiciones en que se cumplen medidas en los centros de detención.
El juez Novarino coincidió con la Fiscalía en que la medida de prisión es necesaria en este caso y que no puede ser sustituida por una menos grave porque el imputado incumple. Añadió que estamos frente a un claro caso de violencia de género. Respecto de las condiciones de los centros en que se cumplen las medidas de prisión preventiva, sostuvo que es un planteo que debe hacerse al Poder Ejecutivo, “no puede un juez prescindir de tomar una medida de coerción porque las condiciones carcelarias no se encuentran satisfechas adecuadamente”.
El imputado cumplirá prisión preventiva por veinte días, cumplido el plazo se revisará si es necesario prolongarla o fue suficiente para finalizar la investigación.