Una historia de amor, simple y desenfrenada
Un 27 de febrero de 1977, en un amistoso ante Hungría en La Bombonera debutaba con la Selección Argentina un joven de 16 años y apenas 11 partidos en Primera División: un tal Diego Maradona.
Por Juan Manuel Bigrevich - Redacción Jornada
"Prepárese que va a entrar...haga lo que sabe". Fue la frase de César Luis Menotti, el legendario técnico de la selección argentina que se preparaba -con partidos amistosos en La Bombonera de Buenos Aires- para dar el salto de calidad al fútbol argentino un poco más de un año después.
Habían pasado cuatro meses de su debut en la primera para Argentinos Juniors ante Talleres en La Paternal y tenía 16 años, 3 meses y 27 días y desde el viernes 25 no paraba de soñar cuando "El Flaco" que veía como hacía padecer a los mayores en los entrenamientos con su talento, le dijo que iba a ir al banco.
Un juvenil de apenas 14 años de la octava división de Vélez Sarsfield falleció hoy víctima de un severo cuadro infectológico que lo mantenía internado en un sanatorio del barrio porteño de Flores. Si todo va bien, entra; pero le quiero decir que lo voy a llevar despacio", le dijo. Y todo fue bien. Hungría -la de las glorias pasadas- no fue rival para el local. Que le metió 5 y tuvo un penal atajado.
Y promediando la mitad del segundo tiempo, el llamado vino. "Prepárese que va a entrar...haga lo que sabe", tratándolo de usted. Y para marcar distancia. Ya lo conocían. Ya sabían quién era. Y quién iba a ser. Los malqueridos que lo bienquerían. El "Maradoo...Maradoo...." comenzó a escucharse desde esas terroríficas tribunas.
Le temblaron las piernas. No importó. Entró por Luque. El Leopoldo Jacinto que con sus bigotes y potencia había llegado a River de Unión de Santa Fe. Entró con la 19. Pero ya era dueño de la 10. Con rulos y acné en la cara. A esa edad no había escuchado cuentos, pero ya si ovaciones.
Se la dio Gallego y le metió un pase gol al "Loco" René Orlando Houseman que no definió bien. Corrió, se agitó...mal y se enamoró. Como se enamoran los tipos inteligentes. Como un idiota. De la celeste y blanca.
Llegó la decepción de un primer juvenil que no fue y la baja de la lista del 78. Llegó la esperanza con Japón 79 y un nuevo dolor con España 82.
Y llegó la gloria del 86. Hace 47 años exactos, Diego Armando Maradona se ponía, por primera vez, la camiseta más linda del planeta que lleva listones celestes y blancos. Y comenzaba una historia de amor; simple y desenfrenada. Como debe ser el amor.
Por Juan Manuel Bigrevich - Redacción Jornada
"Prepárese que va a entrar...haga lo que sabe". Fue la frase de César Luis Menotti, el legendario técnico de la selección argentina que se preparaba -con partidos amistosos en La Bombonera de Buenos Aires- para dar el salto de calidad al fútbol argentino un poco más de un año después.
Habían pasado cuatro meses de su debut en la primera para Argentinos Juniors ante Talleres en La Paternal y tenía 16 años, 3 meses y 27 días y desde el viernes 25 no paraba de soñar cuando "El Flaco" que veía como hacía padecer a los mayores en los entrenamientos con su talento, le dijo que iba a ir al banco.
Un juvenil de apenas 14 años de la octava división de Vélez Sarsfield falleció hoy víctima de un severo cuadro infectológico que lo mantenía internado en un sanatorio del barrio porteño de Flores. Si todo va bien, entra; pero le quiero decir que lo voy a llevar despacio", le dijo. Y todo fue bien. Hungría -la de las glorias pasadas- no fue rival para el local. Que le metió 5 y tuvo un penal atajado.
Y promediando la mitad del segundo tiempo, el llamado vino. "Prepárese que va a entrar...haga lo que sabe", tratándolo de usted. Y para marcar distancia. Ya lo conocían. Ya sabían quién era. Y quién iba a ser. Los malqueridos que lo bienquerían. El "Maradoo...Maradoo...." comenzó a escucharse desde esas terroríficas tribunas.
Le temblaron las piernas. No importó. Entró por Luque. El Leopoldo Jacinto que con sus bigotes y potencia había llegado a River de Unión de Santa Fe. Entró con la 19. Pero ya era dueño de la 10. Con rulos y acné en la cara. A esa edad no había escuchado cuentos, pero ya si ovaciones.
Se la dio Gallego y le metió un pase gol al "Loco" René Orlando Houseman que no definió bien. Corrió, se agitó...mal y se enamoró. Como se enamoran los tipos inteligentes. Como un idiota. De la celeste y blanca.
Llegó la decepción de un primer juvenil que no fue y la baja de la lista del 78. Llegó la esperanza con Japón 79 y un nuevo dolor con España 82.
Y llegó la gloria del 86. Hace 47 años exactos, Diego Armando Maradona se ponía, por primera vez, la camiseta más linda del planeta que lleva listones celestes y blancos. Y comenzaba una historia de amor; simple y desenfrenada. Como debe ser el amor.