“Pandora”, vestuario, teatro y creatividad para cambiar la actitud y un espacio de esparcimiento

Desde hace siete años funciona “Actitud Pandora”; un espacio que apuesta a la expresión artística desde el teatro

“Pandora” expone una sala “necesaria” que aspira a promover espectáculos todos los fines de semana.
18 FEB 2024 - 19:51 | Actualizado 18 FEB 2024 - 19:52

Por Ismael Tebes

En el espacio de 6x10 y cien metros cuadrados; todo parece fluir artísticamente. Y encontrar sentido. Un vestuario con más de tres mil prendas entre la década del ’40 hasta los ’80; más de 150 pares de zapatos; 40 pelucas y “joyitas” de época como tocados y collares configuran un universo paralelo.
Gonzalo Dato y Alfaro Valente proponen hacer funciones semanales de teatro; revivir un género que resiste; crear y meterse en la piel de los personajes más diversos. Para ellos, el arte puede ser una cuestión de actitud y estar presente en todos lados. Un puente para liberarse y liberar.

“Una persona que sabía de nuestra existencia, juntó dos valijas con ropa de su abuela y su madre incluyendo dos vestidos de novia. Es ropa que tiene que ver con el afecto, con personas fallecidas que sus familiares nos la acercan con mucha calidez porque saben que cuidamos y respetamos esas prendas”, resume Valente, quien trabajó en Capital Federal como vestuarista de cine y publicidad.

“Siempre me gustó la ropa vintage, de la década pasada; del 30’ y 40’ y soy fans de los ’50. Comencé comprando en Buenos Aires; en ferias americanas, cotolengos y el Ejército de Salvación. Los géneros que había antes no son los mismos que ahora además de los colores y las texturas”, agregó Alfaro quien dejó su trabajo en hotelería para impulsar éste proyecto propio en el sur.

Dato, actor y comunicador publicitario, también eligió liberarse de la relación de dependencia para “vivir” del arte pero de una manera romántica y creativa. “Este espacio debía sostenerse y nos encanta hacerlo. Me levanto y me acuesto cada día pensando qué cosas nuevas podemos hacer” reconoce Gonzalo poniendo por encima de todo, su realización artística y personal. “Nunca miramos esto como una cuestión económica o monetaria. No somos ambiciosos y nunca nos cuestionamos que nos deje más plata”, reconoce Valente.

“Animamos a los grupos a producir y romper el hábito de que se ensaye quizás por un año para presentarla una vez y nunca más. El hecho teatral no tiene que morir ahí. Una obra desde el estreno hasta la función diez es un abismo”, sostienen desde la perspectiva de la retroalimentación que debe existir entre el público y los actores.

“Actitud Pandora” se define como un auténtico “todo”. Un ámbito lleno de ideas; excéntrico y movilizador. Una sala intimista e inmersiva con capacidad para treinta y cinco personas en las que siempre hay un “contacto” visual profundo de todo lo que pasa. “El espectador está siempre cerca de los actores. Siempre le permitimos a los grupos armar la puesta como quieran, sin limitarse a una platea frontal. De pronto el público puede ser bifrontal o circular. Eso depende de lo que el director determine para esa puesta”.

“El vestuario –coincidieron- como el maquillaje tienen una gran importancia en una obra de teatro aunque a veces son aspectos subestimados. El vestuario permite mostrar mucho la dramaturgia del personaje y hay una metáfora en lo que está representando en una historia”.

El espacio funciona desde hace siete años con la consigna del “boca a boca” y el desafío de contar con un espectáculo para ver cada fin de semana. “Seguimos en una búsqueda constante. Muchos no entienden qué es el espacio, si es una gran feria o una galería para ver ropa. De hecho alquilamos trajes para un casamiento y también nos piden ropa para fiestas de disfraces”. Y aclaró que la “transformación” tiene que ver con desarrollar una idea sobre estilismo en otra dimensión.

Coinciden en que “Actitud Pandora” surge desde su contenido mismo, diverso y lleno de opciones y matices. “Salían muchas cosas de ésta caja y por eso, nos remitimos al mito. Lo que genera el espacio es un cambio de actitud en la gente; tanto en los que buscaban vestuario, hacían teatro o venían a ver las obras. Es una transformación, venir de una manera e irte de otra siempre desde la expresión”.

Las piezas teatrales comenzaron con streaming en tiempos de pandemia y alcanzaron obras como “La Nona”; “La bendición” y “Black Flamingo”, un café concert disfuncional escrito y dirigido por Dato. “Reivindicamos el café concert y la era del cabaret; la noche tenía una magia que intentamos revivir”, aseveraron a Jonada Medios.#

“Pandora” expone una sala “necesaria” que aspira a promover espectáculos todos los fines de semana.
18 FEB 2024 - 19:51

Por Ismael Tebes

En el espacio de 6x10 y cien metros cuadrados; todo parece fluir artísticamente. Y encontrar sentido. Un vestuario con más de tres mil prendas entre la década del ’40 hasta los ’80; más de 150 pares de zapatos; 40 pelucas y “joyitas” de época como tocados y collares configuran un universo paralelo.
Gonzalo Dato y Alfaro Valente proponen hacer funciones semanales de teatro; revivir un género que resiste; crear y meterse en la piel de los personajes más diversos. Para ellos, el arte puede ser una cuestión de actitud y estar presente en todos lados. Un puente para liberarse y liberar.

“Una persona que sabía de nuestra existencia, juntó dos valijas con ropa de su abuela y su madre incluyendo dos vestidos de novia. Es ropa que tiene que ver con el afecto, con personas fallecidas que sus familiares nos la acercan con mucha calidez porque saben que cuidamos y respetamos esas prendas”, resume Valente, quien trabajó en Capital Federal como vestuarista de cine y publicidad.

“Siempre me gustó la ropa vintage, de la década pasada; del 30’ y 40’ y soy fans de los ’50. Comencé comprando en Buenos Aires; en ferias americanas, cotolengos y el Ejército de Salvación. Los géneros que había antes no son los mismos que ahora además de los colores y las texturas”, agregó Alfaro quien dejó su trabajo en hotelería para impulsar éste proyecto propio en el sur.

Dato, actor y comunicador publicitario, también eligió liberarse de la relación de dependencia para “vivir” del arte pero de una manera romántica y creativa. “Este espacio debía sostenerse y nos encanta hacerlo. Me levanto y me acuesto cada día pensando qué cosas nuevas podemos hacer” reconoce Gonzalo poniendo por encima de todo, su realización artística y personal. “Nunca miramos esto como una cuestión económica o monetaria. No somos ambiciosos y nunca nos cuestionamos que nos deje más plata”, reconoce Valente.

“Animamos a los grupos a producir y romper el hábito de que se ensaye quizás por un año para presentarla una vez y nunca más. El hecho teatral no tiene que morir ahí. Una obra desde el estreno hasta la función diez es un abismo”, sostienen desde la perspectiva de la retroalimentación que debe existir entre el público y los actores.

“Actitud Pandora” se define como un auténtico “todo”. Un ámbito lleno de ideas; excéntrico y movilizador. Una sala intimista e inmersiva con capacidad para treinta y cinco personas en las que siempre hay un “contacto” visual profundo de todo lo que pasa. “El espectador está siempre cerca de los actores. Siempre le permitimos a los grupos armar la puesta como quieran, sin limitarse a una platea frontal. De pronto el público puede ser bifrontal o circular. Eso depende de lo que el director determine para esa puesta”.

“El vestuario –coincidieron- como el maquillaje tienen una gran importancia en una obra de teatro aunque a veces son aspectos subestimados. El vestuario permite mostrar mucho la dramaturgia del personaje y hay una metáfora en lo que está representando en una historia”.

El espacio funciona desde hace siete años con la consigna del “boca a boca” y el desafío de contar con un espectáculo para ver cada fin de semana. “Seguimos en una búsqueda constante. Muchos no entienden qué es el espacio, si es una gran feria o una galería para ver ropa. De hecho alquilamos trajes para un casamiento y también nos piden ropa para fiestas de disfraces”. Y aclaró que la “transformación” tiene que ver con desarrollar una idea sobre estilismo en otra dimensión.

Coinciden en que “Actitud Pandora” surge desde su contenido mismo, diverso y lleno de opciones y matices. “Salían muchas cosas de ésta caja y por eso, nos remitimos al mito. Lo que genera el espacio es un cambio de actitud en la gente; tanto en los que buscaban vestuario, hacían teatro o venían a ver las obras. Es una transformación, venir de una manera e irte de otra siempre desde la expresión”.

Las piezas teatrales comenzaron con streaming en tiempos de pandemia y alcanzaron obras como “La Nona”; “La bendición” y “Black Flamingo”, un café concert disfuncional escrito y dirigido por Dato. “Reivindicamos el café concert y la era del cabaret; la noche tenía una magia que intentamos revivir”, aseveraron a Jonada Medios.#


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